Grupo Adecco
Acercar a la empresa con la comunidad
Esther Parietti, directora de Sustentabilidad
–Al analizar los programas permanentes en Sustentabilidad o RSE, ¿las empresas pueden tener la certeza de que están avanzando en la dirección correcta?
–Las empresas pueden tener la certeza que están avanzando en la dirección correcta si los programas diseñados están en concordancia con la estrategia de la organización y con el bienestar de la comunidad que la rodea, así como con los intereses de los distintos públicos de interés.
Es importante recordar que los programas de RSE o Sustentabilidad deben ser diseñados y desarrollados en forma local para que tengan repercusión en la sociedad. Un programa con intereses reales debe acercar a la empresa con la comunidad.
–Hay fondos de inversión (como el Fondo Soberano de Noruega) que invierten en empresas de reconocida ética, y venden las acciones que tienen de las que no la acreditan. ¿Es una medida efectiva para cimentar comportamientos éticos?
–Las decisiones del GPFG siguen las recomendaciones anuales del Consejo del Ministerio de Finanzas de Noruega, comité encargado de que las inversiones se ajusten a los criterios fijados acerca del cumplimiento normativo y armonía con el entorno. En ese sentido, los analistas de riesgos están mirando el comportamiento de las empresas para invertir de manera responsable.
Contar con análisis de riesgos relativos a la ética, el impacto ambiental o la gobernanza de las organizaciones brinda una medida efectiva para cimentar comportamientos éticos y responsables.
–¿Cuál sería su reflexión final sobre las tendencias en RSE y Sustentabilidad?
–Las siguientes son, a mi entender, las grandes tendencias en la gestión de la Sustentabilidad o RSE:
• La sustentabilidad más alineada al negocio.
• Aumento de la capacitación.
• Mayor compromiso con las energías renovables.
• Acciones más integrales para el público interno.
BGH
Cadena de valor y soluciones sostenibles
Pamela Argañaraz, coordinadora de Comunicación
–La sustentabilidad y la RSE, ¿ayudan a garantizar la existencia de crecimiento económico?
–Las empresas que incorporan un modelo de negocio sustentable están colaborando, definitivamente, con su propio crecimiento y reputación. Incorporar este modelo ofrece soluciones sostenibles a la coyuntura socioeconómica y ambiental y, además, permite generar una cadena de valor responsable entre los diferentes actores que intervienen, en distintos niveles de responsabilidad.
Además de impactar positivamente con cada producto y servicio, una compañía que aplique el modelo sustentable debe involucrarse también en el proceso de concientización de las personas. Si una empresa pone en práctica estas actividades, las posibilidades de sostener el negocio a través del tiempo son mayores.
–La convención aceptada es que a los stakeholders les atraen las compañías cuyas actividades de responsabilidad social producen sólidos beneficios que pueden ser tangibles. ¿Piensa usted que es una afirmación acertada? ¿Por qué?
–Si, pienso que es una afirmación acertada. Según los datos del Reputation Institute, la consultora inglesa líder mundial en materia de reputación, con presencia en más de 25 países, aquellas empresas que son percibidas como socialmente responsables gozan de un mayor apoyo por parte del público en lo que respecta a comprar y recomendar sus productos y servicios, a respaldar sus comportamientos, a trabajar o invertir en ellas, o a la hora de recuperar la confianza después de las crisis que éstas puedan padecer.
–¿Cuál sería su reflexión final sobre las tendencias en RSE y sustentabilidad?
–Las funciones de una empresa exceden el hecho de llevar a cabo negocios de manera exitosa. Desde su lugar pueden contribuir al desarrollo de las comunidades y el cuidado del medio ambiente. No existe mayor beneficio, mayor satisfacción que ver cómo desde nuestro rol logramos cambios importantes en la calidad de vida de las comunidades o grupos sociales con los que trabajamos.
En ese contexto, integrar el concepto de sostenibilidad desde el primer día de trabajo, recordar constantemente la importancia de ahorrar energía y agua en las oficinas, mantener informado sobre el progreso de la empresa en cuanto a RSE, reconocer su compromiso y creatividad en contribuir activa y voluntariamente al mejoramiento social, dar libertad de pensamiento y hacer que todo lo comentado sea divertido, social y agradecido son algunas de las iniciativas recomendables para promover en el tiempo un compromiso sustentable.
Ledesma
Las empresas como actores fundamentales
Paz Perrotta, jefa de RSE
–La mayoría de las empresas –cuando crecen las preocupaciones sobre corrupción empresaria y es grande el impacto de los negocios en la sociedad y el ambiente– sostienen el valor de la autorregulación. ¿Lo cree suficiente?
–Sí, yo entiendo que debería serlo y que el rol del estado debería estar más asociado a generar incentivos reales que a otro tipo de acción. Hoy parecería que la tendencia va en otra dirección. Creo que no hay que dejar de considerar que Argentina es un país grande con realidades regionales y locales muy diferentes entre sí y que muchas empresas son motores de desarrollo en los lugares en los que están. Ciertas regulaciones, cuando no responden a la realidad regional, pueden generar más barreras que oportunidades.
–”Las compañías que tienen en cuenta el impacto sobre el medio ambiente tienen mayores oportunidades de éxito en el mercado debido a que cada vez más existe una preferencia por parte de los consumidores por adquirir productos que reúnen condiciones de sustentabilidad ambiental”. ¿Es esta una descripción correcta de una tendencia mundial? ¿Y en la Argentina?
–Es un tema del que se habla sí, pero de ahí a que la sustentabilidad hoy sea un atributo de compra relevante hay un trecho que aún en Argentina no hay evidencia de que se haya recorrido. De hecho hay una encuesta de 2015 que concluye que estamos entre los países con menos porcentaje de consumidores responsables. Es cierto que hay altas expectativas sociales y ambientales frente a las empresas, pero esto no se condice, en general, con la conducta de los consumidores al elegir un producto. Dicho de otro modo: los ciudadanos tienen puesto el sombrero de la sustentabilidad para exigir a las empresas, pero no lo tienen como consumidores.
A escala mundial la tendencia es un poco diferente. Hay un estudio de 2017 hecho sobre una base de 20.000 consumidores de Brasil, Turquía, India, USA y Reino Unido que concluye que el 33% de ellos elige teniendo en cuenta el impacto social y ambiental. De todas maneras no hay que confundir esto con pensar que entonces la sustentabilidad no tiene retorno; eso es otra discusión y bastante más auspiciosa para las empresas comprometidas con ella.
–¿Cuál sería su reflexión final sobre las tendencias en RSE y sustentabilidad?
–Entiendo que las dos tendencias más relevantes son la agenda de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas) porque incorpora a las empresas como actores fundamentales y a las contribuciones que las empresas ya están haciendo y pueden hacer, y la agenda climática luego del acuerdo de París por los compromisos asumidos por Argentina de reducción de gases de efecto invernadero.
ESARQ
Toma de conciencia en arquitectura corporativa
Arquitecto Pablo Swiecicki, director Estudio Swiecicki Arquitectos
–En la agenda de la sustentabilidad y de la RSE, ¿advierte usted cambios drásticos, centrales, en los últimos años o es la misma de una década atrás?
–En nuestro país ha habido una importante toma de conciencia en relación a la sustentabilidad y RSE, lo que constituye un avance muy significativo. Entiendo que este proceso está en marcha aunque condicionado por la situación económica, que a veces distrae la atención de estos temas.
–¿Cómo los describiría?
–Desde la visión de nuestra especialidad, que es la arquitectura corporativa sustentable, podemos mencionar la toma de conciencia del enorme impacto de la construcción de edificios en el medio ambiente y el compromiso del sector de trabajar para mitigar estos efectos negativos.
–La economía circular y el reciclaje permanente, ¿se han convertido en la cara visible de la sustentabilidad?
–Quizás el reciclaje sea en este caso el símbolo de una nueva forma de pensar que tiene mucho arraigo en las nuevas generaciones, ya que se sienten protagonistas de ese cambio.
–Hay empresas que, cuando crecen las preocupaciones sobre corrupción empresaria y es grande el impacto el ambiente, sostienen el valor de la autorregulación. ¿Lo cree suficiente?
–Creo que debe existir algún grado de control del Estado para temas de gran impacto en la sociedad y el medio ambiente.
–”Las compañías que tienen en cuenta el impacto sobre el medio ambiente tienen mayores oportunidades de éxito en el mercado debido a que cada vez más existe una preferencia por parte de los consumidores por adquirir productos que reúnen condiciones de sustentabilidad ambiental”. ¿Es esta una descripción correcta de una tendencia mundial? ¿Y en la Argentina?
–Este es un paradigma de fuerte aceptación a escala mundial y también en nuestro país. Es clave la participación de las nuevas generaciones que tienen incorporados estos valores desde su educación y es una fuerza que tracciona el cambio.
Honda Motor
Equilibrio: empresa, comunidad y ambiente
Martín De Gaetani, gerente Senior de Relaciones Institucionales
–Lo que las empresas invierten, ¿tendrá siempre el efecto que se espera sobre la sociedad? ¿Qué deben hacer las compañías para lograr este efecto positivo?
–La Responsabilidad Social Empresaria es una contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental. Para Honda Motor de Argentina significa una inversión a largo plazo con beneficios superadores para las compañías y para la sociedad en su conjunto. Hoy por hoy, las mismas comunidades son las que exigen a las empresas que se comprometan con cada una de las decisiones que se toman, teniendo en cuenta el impacto que generan.
–Los programas que implementan las empresas en este campo, ¿deben vincularse con el corazón del negocio, o pueden no tener conexión con él? En su compañía, ¿todos los programas se vinculan con el core del negocio?
–Es importante que cada empresa contribuya vinculándose con el corazón del negocio, siendo especialistas en determinadas temáticas, pero a la vez también deben pensar en cómo impactan sus actividades, siendo conscientes y responsables de sus acciones. En nuestro caso, tenemos una clara visión y estrategia en materia de RSE, tanto a escala global como local. Trabajamos en pos de promover el equilibrio entre la empresa, la comunidad y el medio ambiente, comprometidos con el fin de alcanzar un entorno saludable para las futuras generaciones.
La compañía actualmente trabaja sobre la base de cuatro pilares que nos guían: medio ambiente, seguridad en el tránsito, educación y comunidad. A partir de ellos se desarrollan programas como Pacto Vial: una iniciativa que trabaja desde las ópticas del peatón, conductor y los medios de transporte, orientada a brindar información, promover actitudes y conductas responsables en la circulación vial. De manera complementaria, como empresa responsable de la producción de autos y motos, lanzamos un departamento llamado Safety Argentina, dedicado a la realización de actividades que promuevan un mayor conocimiento y conciencia acerca de los distintos ejes de la seguridad vial.
Además, todas nuestras actividades se enmarcan dentro de la política Green Factory, que tiene como objetivo reducir en un 30% las emisiones de CO2 para 2020. Promueve la gestión de residuos, eficiencia energética y mejoras ambientales en todos los procesos productivos. Para ello se han establecido conceptos que consolidan toda la cadena completa, desde la fabricación, hasta su distribución en los concesionarios.
–¿Cuál sería su reflexión final sobre las tendencias en RSE y sustentabilidad?
–Definitivamente cada vez es más importante pensar en la sustentabiidad y la RSE; en Argentina hubo un cambio de mirada en términos más amplios e integradores; somos un país naturalmente solidario y en el último tiempo la conciencia social ha crecido mucho. Por ello, las empresas que ya estamos trabajando activamente, tenemos el desafío de seguir superándonos para convertirnos en ejemplo e inspiración.
Las iniciativas de William Hope
Esta empresa de servicios de salud, junto a Banco de Bosques lleva adelante una iniciativa “ambiental”. Por cada afiliado de William Hope que se adhiere al formato de cartilla electrónica, la cobertura médica, dona lo equivalente a 1 m2 de bosque que contribuirá a la salvación de 104 hectáreas de selva misionera para así poder agrandar el Parque Nacional Urugua–i en la Provincia de Misiones y unir el río Urugua–i con la frontera del parque.
En septiembre pasado, la empresa llevó a cabo un evento deportivo, que contó con más de 2500 participantes y buscó concientizar a la comunidad sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y los recursos no renovables. Este año, un porcentaje de la inscripción fue destinada a la compra de filtros de agua para llevar a escuelas de todo el país que no tienen acceso a agua potable.
Día Mundial sin bolsas de plástico. William Hope también desarrolló este año una campaña de concientización sobre los daños ambientales que conlleva el uso de bolsas de plástico, en el marco del Día Mundial sin bolsas de plástico. La empresa, realizó diferentes posteos en su cuenta de Instagram “sin filtros” con el objetivo de mostrar que “la realidad ambiental no tiene filtros”. Además, se invitó al público en general a retirar sus eco-bolsas por las sucursales de William Hope, para ayudar a cuidar el planeta.
Arcos Dorados
Inversión social y trabajo en equipo
Lyana Latorre, directora Senior corporate social engagement
–Suele afirmarse que cuando una compañía logra la reputación de tener una conducta de RSE obtiene una ventaja competitiva en trabajo, producto y mercados de capitales. Establecer legitimidad social puede ayudar a las firmas a asegurar una licencia para operar. ¿Coincide con este diagnóstico? ¿Cuáles son los principales desafíos a afrontar?
–Sin duda, las empresas que tienen un programa de RSE tienen ventaja en cuanto a cómo las perciben otros. Sin embargo, creo que lo más importante es que los planes de responsabilidad social no vayan única y exclusivamente en línea con el negocio, sino que verdaderamente apoyen a las comunidades en las que se trabaja; ese es el gran reto.
En Arcos Dorados observamos que una de las principales barreras con las que se topan los jóvenes, es la poca posibilidad de encontrar un empleo formal y un lugar que les permita obtener crecimiento laboral. Somos un negocio con presencia en 20 países y reconocido por recibir a quienes buscan su primer empleo. Unir esta problemática y esta fortaleza que tenemos es nuestro mejor aporte y contribución.
–Lo que las empresas invierten, ¿tendrá siempre el efecto que se espera sobre la sociedad? ¿Qué deben hacer las compañías para lograr este efecto positivo?
–Estamos situados en Latinoamérica, donde el listado de necesidades básicas y criticas es bien amplio. Creo que es muy difícil cumplir esta expectativa. Debemos ser todos muy eficientes en la forma en que apoyamos para realmente ver el resultado de este trabajo. Y con eficiencia me refiero a que cada una de las partes involucradas (gobierno, sector privado, organizaciones del tercer sector) debemos aportar lo que mejor sabemos hacer. En los tiempos actuales, la inversión social depende de la articulación y el trabajo en equipo.
–¿Cuál sería su reflexión final sobre las tendencias en RSE y sustentabilidad?
–Hoy en día la filantropía y la caridad dejan de tener un rol, se busca una mayor eficiencia, contribuyendo con lo que cada cual sabe hacer y esto es excelente. Estamos avanzando en el diseño de planes de RSE y sustentabilidad que son más estratégicos y afines a los negocios, lo cual los hace más sencillos, más prácticos y al final generan mejores resultados. Es de gran importancia que las empresas sigamos trabajando de la mano con otras fundaciones, organizaciones y los gobiernos para lograr llevar a la población un beneficio que se verá reflejado en la sociedad. En Arcos Dorados estamos trabajando para lograr hacer cada vez más profesional nuestra práctica y me gustaría que en un futuro próximo más empresas se sumaran a este movimiento.
Direct TV
Sustentabilidad como ventaja competitiva
Andrés Barbero, gerente de RSE Argentina y Sustentabilidad Ambiental Latinoamérica
–Lo que las empresas invierten, ¿tendrá siempre el efecto que se espera sobre la sociedad? ¿Qué deben hacer las compañías para lograr este efecto positivo?
–Los resultados dependerán del alcance y objetivos que las empresas se fijen al realizar sus inversiones. Creo que es importante destacar que para lograr un efecto positivo a través de la RSE es fundamental invertir con espíritu genuino, con el objetivo primordial de aportar a la comunidad. El impacto real en los beneficiarios es un gran efecto positivo. Y lo que se genera en los empleados, al comunicar los impactos de estas inversiones, también.
Es importante preparar y planificar instancias de comunicación para dar a conocer lo que se hace, tanto interna como externamente. De esta manera se contribuye al clima laboral, a la reputación de la compañía y al fomento y proliferación de buenas prácticas empresarias.
–Hoy en día aceptamos que es más conveniente dar que ocultar la información dentro de una empresa. Pero, ¿cuántos datos, qué datos y con qué detalle se pueden dar a conocer?
–A la hora de comunicar información hay que tener en cuenta temas de negocio, legales y las políticas de comunicación financiera de la empresa. Más allá de esto, siempre es positivo, para construir credibilidad, comunicar con transparencia los temas clave. Incluso cuando haya aspectos de mejora, se trata del puntapié para buscar soluciones y optimizar el aporte que la organización hace a la comunidad.
–¿Cuál sería su reflexión final sobre las tendencias en RSE y sustentabilidad?
–Creo que es fundamental que las empresas cuenten con un área de RSE o fundación, que canalice cierto presupuesto para inversión social, pero también es muy importante que todos los empleados y sectores se identifiquen con una gestión sustentable.
En este sentido, creo que de a poco las organizaciones empiezan a entender la sustentabilidad como un valor agregado de sus productos y servicios, incluso como una ventaja competitiva en el mercado, por lo que comienzan a educar e involucrar más a su personal para que trabaje de esta manera. Por otra parte, el aporte de los gobiernos, a través de regulaciones y controles, es muy útil para asegurar que ninguna compañía obtenga ventajas a partir de un manejo poco responsable de su impacto ambiental o social. Creo que las consecuencias del incumplimiento deberían ser fácilmente identificables y punibles, así como lo son, los incumplimientos impositivos.
IRSA
Convertir en “verdes” los edificios de la empresa
Sergio Dattilo, gerente de Relaciones Institucionales
–Para algunos académicos, la RSE es una obligación de la compañía. Es decir, que responsabilidad, en este campo, alude a una obligación. ¿Es una descripción correcta? ¿Por qué?
–Diría que es una obligación moral. Nuestra empresa posee y opera 16 centros comerciales, que son visitados por 110 millones de personas cada año. Ese flujo de público nos impone la obligación de utilizar nuestras unidades de negocios para que nuestros visitantes tomen conciencia de temas como violencia de género, la necesidad de mejorar la educación en el país, la solidaridad hacia quienes menos tienen, el cáncer de mama.
IRSA y sus empresas invierten 5% de sus utilidades en acciones solidarias y de RSE (el promedio mundial de empresas de tamaño comparable a la nuestra ronda el 1,5%); para nosotros no es sólo una obligación: lo hacemos con enorme placer y alegría.
– Suele afirmarse que cuando una compañía logra la reputación de tener una conducta de RSE obtiene una ventaja competitiva en trabajo, producto y mercados de capitales. Establecer legitimidad social puede ayudar a las firmas a asegurar una licencia para operar. ¿Coincide con este diagnóstico? ¿Cuáles son los principales desafíos a afrontar?
–La empresa está haciendo fuertes inversiones en convertir nuestros edificios de renta en “verdes”; dos de ellos ya han obtenido certificaciones LEED (la más prestigiosa medición en edificios sustentables), y las torres del office park de Polo DOT están siendo construidas siguiendo esos lineamientos.
Las empresas, cada vez más, elegirán alojar sus oficinas en edificios “verdes”; esa es una ventaja competitiva palpable, y asociada con la RSE porque un edificio norma LEED gasta menos combustible, agua, etc., y tiene instalaciones para sus empleados que lo hacen más amigable, ofrece espacios verdes.
Lo mismo sucede con la mayoría de los locatarios en nuestros shopping centers, que participan activamente en nuestras acciones de RSE. El factor reputacional en cualquier empresa (sobre todo las que –como nosotros– cotizan en Bolsa y tienen miles de locatarios y millones de consumidores) es uno de los activos más valiosos. Nuestro grupo interactúa activamente con más de 150 ONG; el desafío es incrementar esa actividad y detectar los sectores y temas que más necesitan de nuestra colaboración.
–¿Cuál sería su reflexión final sobre las tendencias en RSE y sustentabilidad?
–Es difícil de responder porque cada empresa tiene su propia política en materia de RSE; no veo una “tendencia” en este campo. Hay empresas que trabajan con una sola ONG (por lo general las más grandes y conocidas) y otras –como la nuestra– que eligen cooperar con numerosas entidades de la sociedad civil, chicas y de base.
Ninguna de las dos alternativas es mejor que la otra, y en el medio hay una multitud de opciones. Sí, en cambio, se percibe un gran interés del sector empresario en ser más sustentables. Desde el ahorro de energía a la separación de residuos, cada vez más grupos empresarios se inclinan por la sustentabilidad y eso es excelente.