Guillermo Davi
“Una parte importante de los eventos graves son ajenos a la seguridad de los establecimientos y en su mayoría se deben a accidentes de tránsito. Nos ocupamos también de este tema en nuestros programas de prevención”, asegura Guillermo Davi, gerente general de Prevención ART.
Según indica el ejecutivo de la compañía, es necesario un trabajo integrado entre las aseguradoras de riesgos del trabajo y el Estado, para mejorar la seguridad vial.
“Hay una porción de la población que no acata las normas, ya sea por indiferencia o irresponsabilidad, y en este sentido es más que importante el rol del Estado. Mejorar esta variable puede ser complejo pero no es imposible de implementar”, agrega.
–¿Cómo está el sector de riesgos del trabajo?
–La situación actual del sistema de riesgos del trabajo es muy difícil de entender y también de explicar, ya que escapa a la lógica de cualquier mercado. Se ha mejorado en todos los indicadores de siniestralidad, tasas de accidentes en los establecimientos laborales e índices de mortalidad de trabajadores, con mejoras sustanciales en las prestaciones en especies en general y en las indemnizaciones dinerarias. No obstante ello, los juicios siguen creciendo a una tasa de 20% anual.
Es insostenible para las aseguradoras administrar eficientemente este stock de juicios.
–La litigiosidad está en constante alza, ¿cómo los afecta?
–El aumento de la litigiosidad afecta directamente el resultado técnico de la empresa. Cada vez es mayor el porcentaje de la prima recaudada que se destina a juicios. Esta ecuación cada vez más ineficiente hace que los recursos que deben ser direccionados a tareas de higiene y seguridad, protección de los trabajadores, equipamiento de los centros médicos laborales y en general, a toda la estructura prestacional, tengan cada vez menor incidencia en comparación con el costo de los juicios.
Una “industria del juicio” como la del actual sistema de riesgos del trabajo afecta a las aseguradoras en una primera instancia, pero lo más grave es que a la larga afecta a la economía y productividad de un país.
–¿Qué se puede hacer para evitar que sigan aumentando el número de juicios?
–Para evitar que el número de juicios siga incrementándose, debemos trabajar para lograr un procedimiento administrativo que sea obligatorio, como ocurre en cualquier otra rama del seguro. No se debería habilitar la instancia judicial si no se agotó previamente la administrativa. Si tenemos un automóvil asegurado y nos lo roban, no vamos automáticamente a hacerle un juicio a la aseguradora, sino que cumplimentamos el proceso administrativo para hacer el reclamo y lograr la reparación del daño.
Otro tema a abordar es el sistema de pericias médicas oficiales. Es necesario que cada provincia revise los mecanismos para seleccionar peritos médicos, evaluar su idoneidad y fijar sus remuneraciones. ¿Es correcto que un perito médico cobre honorarios en función al monto de la incapacidad que determina?
–¿Se logró bajar el número de accidentes laborales?
–Desde que entró en vigencia la ley han bajado los accidentes en 30% y las muertes en 63%. Existe más conciencia y preocupación por la seguridad laboral de parte de las empresas y de los propios trabajadores. Los resultados obtenidos en esta materia son más que evidentes y muchos coinciden en que el actual sistema de riesgos del trabajo es el mejor que ha tenido el país en toda su historia.
–¿Qué se debe hacer para que el número de accidentes baje aún más?
–Trabajamos continuamente en la seguridad dentro del ámbito laboral y fuera de él, lo que genera una importante concientización en las empresas y los trabajadores en relación con el uso y respeto de las medidas de seguridad y elementos de protección del trabajador.
–Con el nuevo Gobierno, ¿esperan cambios en la regulación del sector?
–Tenemos buenas expectativas de que esta nueva administración tome el tema de la judicialidad con firmeza y prioridad. Un contexto con reglas claras y mayor certidumbre no solamente servirá para rescatar todo lo valioso que aportó el sistema en estos últimos 20 años, sino además para evitar que el propio sistema colapse.
–¿Cuáles son las perspectivas que ven para el sector en los próximos años?
–Estamos convencidos de que, desde el inicio, el sistema se fortaleció por todo lo positivo que aportó al ámbito laboral y de la salud; que ha evolucionado con la experiencia y la profesionalidad de todas las áreas relacionadas con la seguridad en las empresas y la atención de los empleados accidentados.
Provincia
Difundir es la clave
Myriam Clerici, presidenta de la entidad, dice que es paradójico el crecimiento de la litigiosidad cuando se registran caídas en los niveles de siniestralidad. Asegura que para bajar aún más el número de accidentes laborales es necesario hacer más campañas de difusión.
Myriam Clerici
“Estamos viviendo la paradoja que de los accidentes de trabajo bajan año tras años, pero los juicios contra las aseguradoras de riesgos del trabajo [ART] crecen a tasas altísimas. Este nivel de judicialización encarece la alícuota que los empleadores pagan, incrementando los costos laborales y desalentando la generación de nuevos empleos”, sostiene Myriam Clerici, presidenta de Provincia ART.
En ese sentido, la ejecutiva destaca que mientras en 2015 la cantidad de juicios contra las ART se incrementó 20%, la frecuencia siniestral bajó 6,83% en todo el sistema. Y en el caso de Provincia esa baja fue de 15%.
“Las últimas cifras en materia de litigiosidad colocan el sistema en una situación muy frágil, a la que no debemos ignorar, sobre la que debemos hablar y a la que debemos encontrar una solución de fondo, cuanto antes”, agrega.
–¿Cómo está el sector de riesgos del trabajo?
–Actualmente la situación es por lo menos, “paradójica”: los accidentes disminuyen pero los juicios van en escalada.
En ese sentido, desde la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo hemos llamado a “cuidar a quien nos cuida”; a hacer un uso responsable del sistema. Esto corre tanto para los actores propios como empresas, empleados, gremios, prestadores y profesionales, como para la comunidad en su conjunto.
–¿La litigiosidad está en constante alza, ¿cómo los afecta?
–El stock de juicios en el sistema es de 275.572 y el de cápitas es casi 9,87 millones, es decir 2,8% de los asegurados tiene un juicio activo. Estas demandas representan un pasivo cercano a $27.784 millones, equivalente a 42% de los activos de las ART. La situación es crítica y compromete la operatoria del sistema.
El costo de los juicios se ha convertido en el más representativo de todos (38% de la prima), esto genera distorsiones en la operatoria de las ART que deben destinar más recursos a este problema sin descuidar la prevención y atención de los accidentes de trabajo.
–¿Qué se puede hacer para evitar que sigan aumentando el número de juicios?
–Según nuestro punto de vista, las soluciones deben enfocarse en tres frentes: difundir la problemática, mantener el compromiso con la calidad de la cobertura y la solvencia del sistema, y lograr que el poder judicial se expida sobre cuestiones claves que tienen diferentes interpretaciones y que, junto con la disparidad pericial, hoy son la principal causa de demanda.
–¿Se logró que bajara el número de accidentes laborales? ¿Cuánto incidió la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT)?
–La siniestralidad bajó: la cantidad de accidentes laborales descendió 30% y el índice de fallecidos 63%.
Es importante destacar que la nueva LRT trajo importantes beneficios para empleadores y trabajadores: acceso a la reparación del código civil con garantías prestacionales, mejoras en las indemnizaciones y por sobre todo, más certidumbre –lo que redunda en un beneficio para el mercado.
Consideramos que la ley era necesaria y su sanción marcó un hito muy importante para el sistema pero, como venimos desarrollando en las preguntas anteriores, la realidad demuestra que no se han solucionado las cuestiones de fondo.
–¿Qué se debe hacer para que el número de accidentes baje aún más?
–Por nuestra parte, en Provincia ART el foco del trabajo está puesto en la prevención y por esto acompañamos a nuestros clientes, entendiendo la prevención desde el lado de la inversión y no como un gasto.
Con el objeto de lograr una situación de siniestralidad controlada en empresas que por su riesgo lo amerite, se decidió la implementación de planes de focalización específicos a suscribir con las empresas interesadas a partir de los cuales la Gerencia de Prevención junto con un responsable de las compañías las asistirán más allá de lo requerido por la normativa.
–¿Esperan cambios en la regulación del sector?
–A decir verdad, si no trabajamos en una unificación de criterios en las interpretaciones judiciales, continuamos a merced de quienes han desvirtuado el sentido social del seguro de riesgos del trabajo para conformar una industria del juicio.
En dos décadas la LRT, que vino a reconvertir de un régimen privado y reactivo, ha logrado importantes avances en materia de prevención, una amplia cobertura de empleados y empleadores, descender la mortalidad y la siniestralidad, y establecer prestaciones médicas y dinerarias de calidad.
Debemos cuidar estos logros y defender la norma ante quienes pretenden hacer dinero con la desgracia de aquellos que vieron afectada su salud o perdieron su vida en el lugar al que iban a ganársela honesta y honradamente.
Experta
Con mucho por hacer
El gerente general de la firma, Roy Humphreys, asegura que la litigiosidad pone en riesgo todo el sistema. La aseguradora, nacida de la fusión entre La Caja y QBE en 2015, se consolidó como la cuarta compañía del sector.
Roy Humphreys
Tras la compra de QBE ART por parte del grupo Werthein el año pasado, La Caja ART decidió presentar una nueva identidad que reuniera las dos culturas empresarias, bajo el nombre Experta ART, que con un punto de partida de casi un millón de afiliados se ubicó entre las primeras en el ranking.
“2015 fue un buen año para nosotros. En agosto presentamos Experta ART, una empresa con 20 años de experiencia en la industria que inició un nuevo camino. Anunciamos también la adquisición del paquete accionario de QBE ART”, cuenta Roy Humphreys, gerente general de Experta.
–¿Cómo está el sector de riesgos del trabajo?
–Es un sistema que, luego de dos décadas, se está consolidado con logros importantes como la reducción de accidentes mortales, la inclusión de todo el trabajo registrado y la baja de los índices de siniestralidad, con un modelo que se fue complejizando pero a la vez dio mayores prestaciones y seguridad a los trabajadores.
Hoy, para continuar con este camino, tenemos que atender a dos situaciones. El crecimiento de nuestro país, ya que nuestra actividad está fuertemente ligada a la evolución del empleo, y la amenaza de la judicialidad, que produce un impacto en los costos y pone en riesgo de todo el sistema. Se multiplican las demandas y todos pierden.
–La litigiosidad está en constante alza, ¿cómo los afecta?
–Es el problema más urgente a resolver. Los índices de la UART muestran en los primeros meses del año, un aumento judicialidad de 16% respecto del año anterior. La creciente conflictividad judicial que tiene una tendencia constante y creciente en los últimos años, produce un aumento considerable de gastos operativos y de cobertura.
–¿Qué se puede hacer para evitar que siga aumentando el número de juicios?
–Muchas cosas. La primera es tomar conciencia de que estamos frente a un grave problema. Mientras discutimos la necesidad de más empleo para la Argentina, necesitamos entender que este problema afecta al trabajador. Hay medidas administrativas para hacer más resolutivos los procesos y hay medidas de fondo para obligar a respetar los topes judiciales.
–¿Se logró que bajara el número de accidentes laborales? ¿Cuánto incidió la ley de ART?
–Efectivamente, la ley de ART fue fundamental para que los accidentes disminuyan sistemáticamente (caída de 68% en el número de muertes, por ejemplo). Gracias al sistema, ya hay casi 10 millones de trabajadores cubiertos, y además se cubren cada vez más enfermedades y se pagan montos indemnizatorios más altos, pero la amenaza judicial contra las aseguradoras crece sin cesar.
En Experta nos volvimos líderes en prevención y reducción de riesgos. Tenemos cerca de 1 millón de trabajadores asegurados, más de 130.000 empresas clientes, presencia en 18 ciudades del interior del país, y estamos dentro de las cuatro aseguradoras de riesgo de trabajo más grandes del país.
–¿Qué se debe hacer para que el número de accidentes baje aún más?
–Ponemos todo el foco en la prevención por eso tenemos el índice más bajo de siniestralidad del mercado. Si el trabajador está formado y prevenido, reducimos los accidentes. Realizamos un trabajo intenso con las áreas de recursos humanos, y seguridad e higiene de las empresas. Hemos avanzado mucho, en procesos, equipos y sistemas que reduzcan los riesgos.
–A partir del cambio de Gobierno, ¿prevén modificaciones en la regulación del sector? ¿Qué esperan que se modifique?
–Esperamos que se atienda el problema de la litigiosidad. Las nuevas autoridades lo conocen y confiamos en que encararán soluciones de fondo. Queremos trabajar junto a ellas en lograr los cambios y así se lo hemos comunicado. Vemos una fuerte vocación de poner en marcha la economía y generar empleo, esa es la mejor noticia para el sistema de ART, para las empresas, para los trabajadores y para el país.
–¿Cuáles son las perspectivas que ven para el sector en los próximos años?
–Para los próximos años, tenemos buenas perspectivas. Primero debemos consolidar la transformación que iniciamos en 2015. Vemos como positivos los cambios necesarios que el Gobierno tomó para normalizar variables, y confiamos en que y vamos a trabajar en conjunto con el Estado para favorecer los cambios estructurales necesarios para dinamizar la industria. Estamos confiados que van a llegar inversiones a mediano plazo cuando ciertos índices como el inflacionario comiencen a revertirse.
Omint
Propuestas concretas
Daniel Pivetti, gerente de la división ART de la firma, sostiene que el sistema sigue dando cobertura de “alto nivel médico” a los trabajadores. Espera que las nuevas autoridades permitan dar sustentabilidad a las compañías que conforman el sector.
Daniel Pivetti
Nacida desde cero hace apenas tres años, Omint ART podría permanecer ajena a la preocupación por años de un sistema con alto nivel de judicialización.
Sin embargo, Daniel Pivetti, gerente de División ART de Grupo Omint, entiende que, pese a que la compañía no compró cartera para ingresar en el mercado, la litigiosidad que enfrenta el sector hace que deban destinar recursos humanos y presupuesto a atender demandas en los tribunales en vez de destinarlos a la prevención de accidentes.
–¿Cómo está el sector de riesgos del trabajo?
–El sector de ART sigue dando cobertura de alto nivel médico a los trabajadores accidentados. Con el cambio de la ley, las indemnizaciones por incapacidad son equitativas de acuerdo con la lesión, edad y sueldo actualizado del accidentado. Las tareas de prevención se mantienen en un alto nivel logrando el objetivo de reducir la siniestralidad y mortalidad. Sin embargo, el tema a resolver es la alta tasa judicialidad y por accidentes que fueron resueltos sin consecuencias para el trabajador.
–La litigiosidad está en constante alza, ¿cómo los afecta?
–Omint ART es una compañía que se constituyó desde cero, sin comprar cartera, sin embargo no estamos ajenos a la problemática del sector debido a la alta tasa de judicialidad. Nos afecta, al igual que a las otras ART, y debemos destinar recursos humanos y económicos a atender una situación totalmente injusta e infundada en lugar de seguir dedicándonos a la prevención de los accidentes.
–¿Qué se puede hacer para evitar que sigan aumentando el número de juicios?
–Desde la UART, de la cual Omint ART es miembro, hemos acercado diferentes propuestas a las diferentes autoridades, algunas de las cuales son:
1. Fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Acotar los desvíos de la jurisprudencia mediante fallos de la máxima instancia judicial, sobre los aspectos más críticos: retroactividad, actualización de RIPTE sobre tasa y aplicación del baremo.
2. Leyes provinciales que a) regulen el quehacer pericial (creación de un cuerpo médico forense en el ámbito provincial, con remuneración fija para los peritos, no vinculada al resultado del litigio ni a su monto, selección por concurso, médicos especializados) y b) prevean la utilización obligatoria del baremo y el listado de enfermedades de conformidad con lo estipulado en el art. 9º de la Ley 26.77
3. Proyectos de ley. Reforma del procedimiento para la determinación de la ILP que prevea: a) instancia administrativa previa obligatoria ágil y b) la posibilidad de dotar de “cosa juzgada” los acuerdos. Ratificación por Ley del Decreto 472/14 sobre aplicación del RIPTE.
–¿Se logró que bajara el número de accidentes laborales? ¿Cuánto incidió la ley de ART?
–Año tras año la cantidad de accidentes y muertes viene disminuyendo, lo que resalta el logro de la legislación actual de riesgos de trabajos en la Argentina y la tarea realizada por las ART en conjunto con los empleadores.
–¿Qué se debe hacer para que el número de accidentes baje aún más?
–Para poder bajar aún más los accidentes debemos seguir invirtiendo en prevención, pero es fundamental terminar con la “industria del juicio”, que como mencionamos anteriormente se consume los recursos del sistema.
–A partir del cambio de Gobierno, ¿prevén modificaciones en la regulación del sector? ¿Qué esperan que se modifique?
–Es positivo que la problemática de la litigiosidad se encuentre en la agenda del Gobierno, como un problema a resolver a fin de no retroceder en los beneficios alcanzados en prevención, reparación y beneficios generales del sistema. Esperamos que se puedan tomar las acciones propuestas para poder darle al sistema la sustentabilidad que necesita.
–¿Cuáles son las perspectivas que ven para el sector en los próximos años?
–El sector no resiste continuar con la problemática actual de litigiosidad. Si no se reduce, pone en riesgo a la sustentabilidad del sector. Si esta situación se encamina hacia las mejoras, las perspectivas serán buenas y continuarán con los avances de un sistema que tiene 20 años y que pudo evitar innumerable cantidad de accidentes, lo que permite una buena calidad de vida de los trabajadores y una mejor productividad a las empresas.
