Según cálculos de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), desde su origen, dos décadas atrás, se ha logrado una sensible baja de 69% en la cantidad de víctimas fatales en accidentes laborales. Sin embargo, el ritmo de aumento de 15% anual de la tasa de judicialización que deben afrontar las compañías pone en riesgo el sistema, de acuerdo a los interlocutores consultados.
“Las acciones de prevención se incrementan, los accidentes bajan considerablemente y las indemnizaciones aumentan semestralmente según el índice RIPTE, pero los juicios contra las ART no dejan de crecer. Es una contradicción –sostiene Mara Bettiol, presidenta de la UART–. A mejores servicios y resultados, más juicios. Los logros obtenidos en cuanto a la construcción de ambientes laborales más seguros, en los que se involucraron tantas personas entre empleadores, trabajadores, autoridades del área, sindicatos, cámaras empresariales y aseguradoras, corren riesgo de evaporarse si no se frena la amenaza judicial”, enfatiza.
En la actualidad a las demandas judiciales que se inician cada año se les debe sumar un stock acumulado de casi 300.000, que aún están pendientes de sentencia. Según cálculos de la entidad que agrupa a las ART, este año se iniciarán cerca de 122.000 causas, lo que representa 16% más que en 2015. Solo en entre febrero y marzo ya sumaron 22.000 nuevos juicios contra las aseguradoras.
Sin embargo, en algunos distritos los números son más altos. Por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires, donde se inicia 44% de las causas se espera que este año haya un crecimiento de 25% la cantidad de nuevas demandas.
“Es muy difícil lidiar con semejante cúmulo de juicios. Consume tiempo y recursos. Recursos que bien podrían estar destinados a prestaciones. Además, encarece el sistema para todos”, agrega.
Frente a esta situación, las ART intentan frenar lo que denominan una “ola judicial”. Para ello, comenzaron una campaña de difusión con avisos en medios, dirigida tanto a empleadores y trabajadores, como a prestadores del servicio.
Asimismo, las autoridades de la UART buscan trabajar junto con las autoridades de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo para encontrar una solución al problema.
“Entendemos que una forma de detener esta ola judicial es unificar los criterios jurisprudenciales y ordenar el quehacer pericial. Este sistema, que se basa en los principios de la actividad aseguradora, como herramienta para garantizar la cobertura en tiempo y forma, necesita previsibilidad. Hoy estamos muy lejos de ese escenario ya que las mismas afecciones son indemnizadas de manera totalmente disímil según el juzgado en que sean tratadas”, detalla Bettiol.
En ese sentido, el sector reclama que se uniformen los parámetros que fija la Ley de Riesgos del Trabajo en cuanto a cuantificación de daños.
“Si logramos cerrar la brecha existente respecto de lo determinado en la ley y las diferentes interpretaciones judiciales, disminuye de manera notable el incentivo a reclamar, ya que cada parte sabe cuál es el resarcimiento que corresponde”, explica.
Mara Bettiol
Objetivo cumplido
Uno de los principales objetivos que se tuvo con la creación del sistema fue la reducción del número de accidentes laborales y, en especial, de la cantidad de muertes. Tras 20 años de funcionamiento, las autoridades de la UART están convencidas de que alcanzaron la meta.
Según los datos difundidos por el último Boletín de la UART, a lo largo de 20 años se evitó un total de 8.762 muertes en ocasión de trabajo. Esto representa una disminución de 65%, aunque el porcentaje trepa a 69% si no se toman en cuenta los accidentes in itinere, es decir, durante el trayecto del hogar al trabajo y del trabajo al hogar.
“Esta reducción fue posible gracias al esfuerzo de muchos actores. Cada actor tiene su rol en este sistema. Mediante la LRT se organizó, reguló y supervisó las responsabilidades de las partes, como así también se dotó de un sistema unificado de estadísticas de siniestralidad”, asegura Bettiol.
Gracias a la disponibilidad de estadísticas fue posible el diseño adecuado de programas específicos para la reducción de siniestralidad. Asimismo, al vincular los datos estadísticos con el sistema de alícuotas, no paga lo mismo el empleador que avanza en prevención que el que no lo hace.
Según los datos oficiales al inicio del sistema, dos décadas atrás, por cada millón de trabajadores cubiertos se producían 233 fallecimientos tanto en accidentes ocurridos en ocasión del trabajo como los in itinere. Hoy esa cifra se redujo a 81. Y sin contar los que sucedían en el trayecto, se disminuyó de 149 a 46.
Sin embargo, desde la UART sostienen que aún queda mucho trabajo por hacer y sostienen que la prevención es una tarea continua en la que no se puede bajar los brazos en ningún momento.
“Las ART deben asesorar en prevención y brindar atención pronta y eficiente. Los empleadores, implementar que se opere bajo normas de seguridad. Los trabajadores o sus representantes, exigirlas y cumplirlas según sea el caso. Y las autoridades velar porque cada parte cumpla su papel”, detalla la presidenta de la entidad.
En su opinión, en los años que lleva el sistema fue posible sentar las bases de una cultura del cuidado y atención de la salud y seguridad laboral. También, a lo largo de estas dos décadas se acumuló mucha información de sectores, actividades y empresas más riesgosas, y se desarrollaron protocolos específicos para estas industrias.
“Si se lograse erradicar esa espada de Damocles que pende sobre el sistema, entendemos que en los próximos años debería crecer el número de trabajadores cubiertos y continuar en el trabajo de disminuir en todo lo posible el número de siniestros. Asimismo, mantener su alto nivel de servicios e ir incorporando permanentemente los adelantos que la ciencia vaya desarrollando en materia de prevención y atención de las patologías suscitadas por un siniestro laboral”, vaticina Bettiol.
Radiografía actual
“El sistema de ART incluye hoy un total de 22 aseguradoras, con cinco o seis jugadores que se reparten una gran porción de mercado”, explica Daniel Ripari, gerente de Análisis Competitivo de Claves, que elabora un informe anual sobre la actualidad del sector.
Los principales actores del sector son, según los datos del último estudio publicado en 2015, Prevención (17%), Provincia (17%), Galeno (16%, que incluye la cartera de Mapfre). Les siguen Asociart y La Caja (hoy llamada Experta, tras la fusión con QBE ART).
El número de trabajadores cubiertos por el sistema creció de 8,9 millones en 2014 a 9,2 millones en 2015. Gran parte de este incremento se debe a la incorporación de las empleadas domésticas dentro del sistema a partir de 2014.
En tanto el ratio de cantidad de empleados por empresa bajó de 10 en 2005 a 9 en 2014, algo que también puede ser explicado, en parte, por la ampliación de cobertura al personal de casas particulares.
Asimismo, del informe se desprende que algunas de las ART más pequeñas cuentan con una alta especialización por industria.
Otra particularidad es que cuanto más riesgosa es la actividad más pequeñas y específicas son las compañías que lo sirven. En ese sentido, ninguna de las ART que lideran tiene presencia en la industria minera.
“El sector está estrechamente vinculado con la actividad económica del país y sus movimientos en valor nominal suelen estar por encima del PBI. Por ejemplo, si en 2016 el PBI cae 1%, el sector de riesgos del trabajo caerá 1,5”, concluye Ripari.
R.Q.
Asociart
Época de desafíos
Marcelo Larrambebere, gerente general de la compañía, sostiene que las ART deben lograr bajar la litigiosidad sin que esto signifique menos beneficios para los asegurados. Destaca el uso de plataformas online y redes sociales como canales de prevención de accidentes laborales.
Marcelo Larrambebere
Las aseguradoras de riesgos del trabajo se enfrentan al desafío de resolver el aumento de la litigiosidad y lograr que una baja en la cantidad de juicios que enfrentan signifique un beneficio para los trabajadores asegurados sin afectar las previsiones y solvencia de las aseguradoras.
“En este marco nuestra labor está orientada a continuar realizando los mayores esfuerzos en materia de prevención junto a los empleadores y brindando prestaciones médicas de calidad”, detalla Marcelo Larrambebere, gerente general de Asociart.
–¿Cómo está el sector de riesgos del trabajo?
–El sistema de Riesgos del Trabajo presenta un importante crecimiento en lo que respecta a trabajadores y empleadores cubiertos. De acuerdo con los últimos datos estadísticos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, que corresponden a enero 2016, el mercado superó los 9,82 millones de trabajadores y 1.485 millones de empleadores. Cabe destacar la reciente incorporación del personal de casas particulares, lo que ha permitido brindar cobertura a cerca de 400.000 personas que no la tenían.
Se reconoce que el sistema es valorado positivamente en la comunidad productiva, tanto por los trabajadores como los empleadores. Por estas razones afirmamos que la estructura del sistema de riesgos del trabajo es sólida y solvente, y que además presenta un buen reconocimiento social.
–La litigiosidad está en constante alza, ¿cómo los afecta?
–Según los últimos datos de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), en febrero de este año se iniciaron 9.747 juicios por accidentes de trabajo, mientras que en marzo, la cifra trepó a 11.705 (todos ellos contra las ART). De sostenerse esta tendencia, 2016 sumaría 122.628 nuevos casos, 16% más que el año precedente.
A través del dictado del decreto 1694 de fines del año 2009 y de la ley 26.773 de octubre de 2012 se buscó superar el progresivo aumento de la judicialización del sistema.
El incremento en las prestaciones dinerarias, en las indemnizaciones, la reparación por daños adicionales que se pudieran haber ocasionado y el establecimiento de la opción excluyente tuvieron como finalidad revertir esta situación que realmente nos preocupa en gran medida. Sin embargo la litigiosidad sigue creciendo y está poniendo en peligro la solvencia del sistema. Es claro que la situación no se revirtió como se esperaba.
–¿Se logró que bajara el número de accidentes laborales?
–Desde el inicio del sistema se trabajó fuertemente en la prevención de riesgos y esto dio como resultado una marcada reducción del índice de accidentes y fallecidos.
De acuerdo con la información expuesta en marzo de este año por la UART, desde el inicio del sistema en 1996 hubo una marcada reducción del índice de fallecidos que se traduce en más de 8.000 muertes evitadas.
La siniestralidad se reduce con el desarrollo de una cultura de trabajo orientada a la prevención y a la concientización sobre los riesgos. La acción conjunta de las ART con el apoyo de la SRT permitió reducir considerablemente los indicadores de frecuencia siniestral y fallecimientos.
En Asociart trabajamos en forma permanente en el control de los riesgos de nuestros asegurados, la gestión de capacitación, tanto presencial como online a través de plataformas e–learning, y el desarrollo de material bibliográfico. El ejercicio pasado lanzamos nuestro Programa Audiovisual de Prevención de Riesgos, que consiste en cursos de capacitación breves y tutoriales sobre el uso de elementos de protección personal. Estos videos pueden verse a través de nuestro sitio web o directamente desde YouTube.
De este modo hacemos nuestro aporte genuino a la comunidad para la reducción de la siniestralidad y la prevención de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
–Con el nuevo Gobierno, ¿prevén cambios en la regulación del sector? ¿Qué esperan que se modifique? ¿Cuáles son las perspectivas que ven para el sector en los próximos años?
–Esperamos que con las nuevas autoridades que asumieran en los organismos de control y el accionar del Poder Judicial se pueda encontrar una solución a esta problemática que promueve la judicialidad. En este sentido esperamos la unificación de criterios y la aplicación adecuada de la ley por parte de la Justicia.
En la medida que se ordenen estos temas las perspectivas del sector serán más alentadoras.
Galeno
Apuesta a un servicio de calidad
Gonzalo García asegura que las compañías están dispuestas incluso a bajar alícuotas si se ataca la “industria del juicio”. Destaca que los litigios contra su aseguradora crecieron solo 10%, por debajo de la media.
Gonzalo García
“Las ART estamos dispuestas a seguir trabajando e invirtiendo para ofrecer un servicio de calidad de cobertura para los trabajadores, e incluso a bajar las alícuotas como estímulo, si se ataca efectivamente la ‘industria del juicio’”, sostiene Gonzalo García, director del negocio de Galeno ART.
En ese sentido, el ejecutivo asegura que es “imperativa” la unificación de criterios y aplicación adecuada de la ley por parte de las instancias judiciales para tratar casos de accidentes de trabajo.
–¿Cómo está el sector de riesgos del trabajo?
–El sistema de riesgos del trabajo es sólido, goza de prestigio internacional y muestra notorios avances en la cobertura, prevención, prestaciones y accidentabilidad. No obstante el sector atraviesa una situación muy crítica por la problemática de la ligitiosidad. La judicialización, lejos de reducirse, sigue en aumento, y es un problema que eleva mucho los costos del sector, perjudicando a empresas y trabajadores.
–La litigiosidad está en constante alza, ¿cómo los afecta?
–Durante 2015, los juicios en todo el mercado crecieron 20%; en Galeno ART, solo 10%. Claro que igualmente es muy preocupante, pero es menor a la media.
Además, según datos de la UART, el aumento de la litigiosidad se produce en el contexto de una reducción sistemática en la cantidad de accidentes ocurridos en el ámbito de trabajo, una mayor cobertura de las enfermedades laborales y un incremento significativo de los montos de las indemnizaciones dinerarias del régimen. También se deteriora mucho el resultado técnico. Si bien existe un continuo traslado a tarifas, la brecha sigue siendo muy alta.
–¿Se logró que bajara el número de accidentes laborales? ¿Cuánto incidió la ley de ART?
–Desde los inicios del sistema, la cantidad de accidentes laborales bajó 30% y el índice de fallecidos en ocasión del trabajo, 63% incluyendo los ocurridos in itinere. Asimismo, la reforma de la ley en 2012 trajo un significativo aumento en las prestaciones dinerarias y una destacada mejora en las contingencias cubiertas.
La verdad, en materia de prevención de riesgos estamos frente a un mercado muy maduro, con claras intervenciones positivas en políticas de formación y capacitación de trabajadores frente a los agentes de riesgos.
–¿Qué se debe hacer para que el número de accidentes baje aún más?
–A 20 años de su vigencia el sistema de riesgos del trabajo exhibe entre sus logros una fuerte y sostenida reducción de los accidentes laborales, lo que demuestra que el camino que se está transitando en materia de reducción de la siniestralidad es el correcto.
Esta reducción se logró gracias al trabajo constante que las ART venimos efectuando en materia de prevención y asesoramiento a los empleadores a fin de que estos mejoren las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, como así también brinden atención médica e integral a los trabajadores que sufran algún infortunio laboral.
Sin embargo, siempre se puede profundizar y optimizar para obtener aún mejores resultados en las tasas de ocurrencia. Para lograrlo, la prevención es condición fundamental.
–A partir del cambio de Gobierno, ¿esperan cambios en la regulación del sector?
–Desde el sector tenemos muy buenas expectativas en que las nuevas autoridades de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo den una respuesta urgente a la litigiosidad. Además, confiamos en seguir trabajando mancomunadamente con las nuevas autoridades y en conjunto con todos los sectores involucrados: empresarios, trabajadores, ART y Justicia.
–¿Cuáles son las perspectivas que ven para el sector en los próximos años?
–Nuestra visión estratégica siempre es a largo plazo. El sistema cada vez es mejor, en sí mismo y en la percepción de los clientes. La litigiosidad constituye el principal desafío del sistema de cara a su sustentabilidad.
Por ese motivo, es de vital importancia el rol de la justicia laboral en cuanto al apoyo a la reforma de octubre de 2012, ya sea respecto del dictado de las sentencias con las nuevas previsiones normativas, como así también en cuanto al desenvolvimiento de los instrumentos previstos en la reforma.
También apostamos a que con el tiempo la judicialidad se acomode y esperamos que el mercado se extienda hacia nuevos sectores de trabajadores.