Boston Consulting Group (BCG)
En todo el desarrollo de negocios digitales
Con más de 80 ubicaciones en 48 países, la firma se presenta con una perspectiva ampliamente global. Reconocida en décadas anteriores por la creación de herramientas de vanguardia para analizar la cartera de negocios de las empresas, mantiene su liderazgo apostando ahora a la economía tecnológica en sus filas y en las de sus clientes.
Gustavo Nieponice
Gustavo Nieponice, socio y director de BCG, ha desarrollado una amplia carrera en consultoría estratégica y operaciones, ayudando a las corporaciones a crear ventajas competitivas diferenciales. Uno de sus focos son las industrias de recursos naturales en distintos países.
–La llamada Edad de Oro, entre los años 60 y los 90, fue el auge de las grandes consultoras internacionales. La idea de que cada empresa debía construir una ventaja comparativa sustentable ganó espacio sobre el clásico tema de estrategia. ¿Piensa que el cambio es total o subsisten muchas de las prácticas anteriores?
–El negocio de consultoría ha cambiado dramáticamente en los últimos 30 años. Antes nos enfocábamos en la estrategia y dejábamos al cliente la implementación, después pasamos a acompañar a los clientes en la implementación de la estrategia, incluyendo los cambios organizacionales y mejoras operativas asociadas.
Hoy los clientes nos piden que además de ayudar a implementar, transformemos y capacitemos a su organización para que sea capaz de hacer sustentables los cambios. En ese recorrido, temas como las tecnologías digitales juegan un papel fundamental en crear organizaciones más ágiles, que puedan dar una respuesta más rápida a los cambios del mercado.
–¿Qué tanto ha invertido Boston Consulting Group en tecnología?
–Muchísimo. Lo hicimos en los últimos años y lo seguimos haciendo para crear capacidades digitales en nuestros clientes. Inclusive creamos modelos de negocios no tradicionales de consultoría, como BCG Digital Ventures, que es una empresa que se dedica a incubar y hacer crecer negocios digitales que nacen de los proyectos que desarrollamos con nuestros clientes.
–Se han desarrollado nuevas habilidades en la alta gerencia, en gran parte resultado del auge de los MBA y posgrados. ¿Cambia por ello la actividad cotidiana de consultoría y las exigencias de los clientes?
–En la medida en que los clientes nos piden que además de ayudar a implementar, transformemos y capacitemos a su organización, requerimos muchas más habilidades “blandas” de nuestro lado. Nuestra capacidad de trabajar en conjunto con los clientes, convenciendo y no imponiendo los cambios, se hace mucho más relevante.
Además de lo que mencionaba sobre tecnologías digitales, la big data y analytics es otro tema donde los clientes nos piden cada vez más ayuda, y tenemos soluciones específicas a escala global para responder a estas tendencias.
–Todos los días aparecen nuevos modelos de negocios que reinventan áreas de actividad empresarial con prácticas bien establecidas. ¿Coincide usted con este diagnóstico?
–El cambio es cada vez más rápido. Estudios de BCG muestran que el cambio en el liderazgo en todas las industrias ocurre hoy en forma mucho más frecuente que hace 20 años. Mantener una ventaja competitiva es cada vez más difícil debido a los cambios tecnológicos y a los cambios en los comportamientos de los clientes. Entonces se vuelve fundamental que los consultores ayudemos a establecer organizaciones capaces de aprender y evolucionar al ritmo de los cambios del mercado.
–La gran novedad parece ser innovación. Está en la agenda de todas las consultoras y también en la de las empresas clientes. ¿Esta descripción se ajusta a la realidad que se vive hoy en nuestro país?
–Totalmente, y en particular el tema de las tecnologías digitales. BCG está a la vanguardia en este tema.
–Para muchos analistas, la demanda por servicios de consultoría en estrategia, o el consejo a los empresarios sobre las decisiones de largo plazo que deben tomar, es una tendencia creciente. ¿Es realmente así?
–Vemos un crecimiento general del negocio. Cada vez más las empresas entienden que hay áreas en donde firmas con un alto nivel de especialización pueden aportar valor. Pero también es importante reconocer que el crecimiento no es parejo. A partir de su escala global y presencia local e innovación permanente, las firmas de consultoría pueden aportar esta combinación de especialización, innovación y capacidad de transformar las organizaciones para hacer sustentables los cambios. Estamos creciendo en forma muy saludable, pero también estamos viendo competidores que no logran dar estas respuestas.
KPMG
La ventaja es de los que se preparan para lo que viene
La firma, con presencia en 155 países, es buscada por los clientes por el amplio conocimiento internacional aplicado a las necesidades de cada país. Para una estructura rígida como suele tener una empresa en la Argentina, la flexibilidad de la consultoría integrante de una red global es relevante con el fin de desarrollar respuestas rápidas a las nuevas exigencias.
Ricardo De Lellis
Ricardo De Lellis es CEO de KPMG Argentina, actuó como asesor técnico en el International Auditing and Assurance Standards Board (IAASB) y es autor de numerosos artículos sobre auditoría y sobre el sistema financiero en diarios y revistas especializadas. De Lellis ha visto cómo el área de consultoría ha ido creciendo en esta firma, considerada una de las “Big Four”, y aporta así su visión sobre el mercado y las tendencias.
–Todos los días aparecen nuevos modelos de negocios que reinventan áreas de actividad empresarial con prácticas bien establecidas. ¿Coincide usted con este diagnóstico?
–Hay algo claro y es que están cambiando los modelos de negocios a veces hacia formatos inéditos, como es el de Internet. En un mundo tan cambiante la ventaja la tienen aquellos que logran estar un paso delante de la demanda, los que se preparan permanentemente para lo que viene.
Por eso tiene especial importancia conocer profundamente la dinámica de los distintos sectores de la economía, incorporar tecnología, capacitarse, lograr una visión completa de los temas, darle al cliente soluciones globales y estrategias concretas. Nuestra actividad se consolida y crece ya que tiene una “visión cross” de los temas y de las necesidades de los clientes.
–La gran novedad parece ser innovación. Está en la agenda de todas las consultoras y también en las empresas clientes. ¿Esta descripción se ajusta a nuestro país?
–No es lo mismo la innovación en los países líderes en el mundo, los que lideran la revolución tecnológica y del conocimiento, que en los periféricos y, aún más, en un país como la Argentina que está en un proceso de reordenamiento y adaptación de su sistema económico, de su representatividad política institucional y su sistema jurídico. Pero como la innovación es esencialmente conocimiento aplicado, el trabajo de consultoría aporta mucho en este sentido.
–¿Cómo es –o debería ser– la dinámica de los liderazgos en consultoría ante un mercado altamente cambiante?
–Lo más importante es escuchar a los clientes, sus visiones, sus necesidades y sus perspectivas. También hay que efectuar permanentemente una tarea de persuasión y de discusión con los propios socios de la firma para llevar adelante una tarea de equipo, donde la confianza y el compromiso es fundamental porque hoy los liderazgos son compartidos.
A veces uno puede estar convencido de tener una idea de cuál es la mejor ruta, la más rápida y la que seguramente tendrá éxito, pero si no es compartida es preferible hacer antes los cambios necesarios para llegar juntos al objetivo consensuado.
–¿Cuál es el principal desafío de cara al futuro?
–El desafío está en el propio capitalismo y sus instituciones, en las relaciones sociales e interpersonales, todo impulsado por la globalización de las comunicaciones, con gran impacto en la educación y la cultura. Ante este escenario, el mundo de los negocios es impactado, es atravesado por este proceso. En este sentido, nuestro negocio de auditoría y asesoría debe estar muy atento para captar, interpretar y anticipar las nuevas necesidades de los mercados, por ello actualizamos nuestras capacidades y ofertas de valor.
–Para tener utilidades en un mundo inundado por capitales relativamente baratos que esperan colocarse, aumenta la presión por el oportuno consejo estratégico. ¿Es perceptible esta realidad o está distorsionada?
–La oferta mundial de capital a tasas históricamente bajas es una excepción de los últimos años, producto de la crisis financiera iniciada en 2008, todavía no superada. Así y todo, la actividad económica mundial sigue sin dar signos de iniciar un proceso de crecimiento sostenido. Entonces, la preocupación no debería ser tanto la oferta de capitales, sino el para qué se los toma, si en el caso de un país es para financiar la producción, el conocimiento, su infraestructura, o la incorporación de tecnología.
Esa elección es más importante que el financiamiento mismo, porque se define en ese acto la orientación acerca de dónde quiere ir ese país, en qué mundo quiere insertarse. En este sentido, consultoras como KPMG ofrecen su conocimiento y experiencia mundial y local para que sus clientes, tanto del sector público como del privado, a fin de puedan abordar estos desafíos.
Manpower
Talento es el diferenciador clave
El mercado laboral requiere servicios más integrados –sostiene esta firma– acordes a las necesidades específicas de las organizaciones y a cada etapa de la vida laboral de sus integrantes. El valor agregado de las consultoras de hoy reside en su capacidad de ofrecer soluciones personalizadas y adaptadas a las características particulares de cada cliente.
Marcela Romero
De acuerdo al más reciente estudio de Manpower sobre “Escasez de Talento”, las posiciones más difíciles de cubrir son los oficios manuales calificados, los técnicos e ingenieros. “También falta personal de contaduría y finanzas, representantes de ventas, asistentes administrativos, personal de IT, gerentes ejecutivos y de ventas”, señaló Marcela Romero, gerente comercial de Talent/ Permanent de ManpowerGroup Argentina.
Romero comentó que el rol de los consultores en materia de selección de personal dejó de limitarse a la búsqueda y reclutamiento masivos, y apuesta a generar estrategias que se ajustan a las necesidades puntuales de cada cliente. Paralelamente, se deben idear estrategias para captar a distintos tipos de talento, especialmente la Generación Y, que tiene expectativas distintas de las de profesionales de otras edades.
“En un contexto en el cual 59% de los empleadores argentinos manifiesta tener inconvenientes para cubrir categorías de puestos específicos, es más importante que nunca afinar las estrategias para ayudar a las organizaciones a captar el mejor talento”, observó.
Cambio de cultura
Según otro estudio de Manpower, titulado “La Era del Potencial Humano 2.0”, los negocios “como los de costumbre” son cosa del pasado. Asimismo, el talento se ha convertido en un factor diferenciador clave que permite a las compañías generar valor agregado y mantener los niveles de competitividad por encima de la media.
Según Romero, la vieja cultura de paternalismo y la lealtad que alguna vez caracterizó la relación laboral, ha cambiado a un auto–interés mutuo. En este contexto, la marca empleadora pasa a ser fundamental, y los empleadores necesitarán ofrecer más herramientas, apoyo y oportunidades para que los empleados los elijan como lugar de trabajo.
Además, la revolución tecnológica está cambiando la forma en la que se realiza el trabajo, desafiando el valor de las marcas y creando nuevas formas de generar confianza, especialmente con el crecimiento de la economía colaborativa, como es el caso de Uber.
“Las nuevas tecnologías también representan nuevas oportunidades laborales para que los individuos puedan complementar su ingreso. Esta capacidad de aprovechar el talento local, virtual o real, genera conciencia, así como fuentes de ventaja competitiva”, señaló.
Qué buscan los clientes
Las empresas demandan agilidad empresarial y flexibilidad del capital humano. A través de ManpowerGroup Solutions, Manpower, Experis y Right Management, la firma ofrece reclutamiento y selección, contratación temporal o permanente, consultoría, tercerización, outplacement, gestión de carrera, evaluación de empleados, capacitación y desarrollo.
En este momento, la mayoría de las compañías tienen dificultad para encontrar el talento que necesitan. Las principales causas reportadas son la falta de competencias técnicas (habilidades duras) y la falta de experiencia de los candidatos. “Es por eso que las empresas solicitan el apoyo de las consultoras, para poder rastrear y contratar a los candidatos. Como profesionales en capital humano, entendemos que las organizaciones necesitan hacer más con menos, por lo que deben generar espacios más dinámicos e inclusivos que permitan no solo atraer, sino retener y desarrollar los talentos actuales”, explicó Romero.
A futuro
De acuerdo a Manpower, se vislumbra una tendencia de profundización en los desajustes de talento con los cambios demográficos y con la creciente sofisticación de los empleadores, que requieren de habilidades más específicas para satisfacer las necesidades del consumidor.
Romero considera que hay que considerar la transformación que ha producido el comienzo de la “Era del potencial humano”: el paso del capitalismo al talentismo, en donde el principal agente de crecimiento económico deja de estar representado por el acceso al capital y vira hacia el factor humano.
“Las empresas exitosas crearán estrategias flexibles para la fuerza de trabajo, alineadas con su estrategia de negocio, con el fin de incrementar la productividad, aumentar la resiliencia e impulsar los resultados empresariales, incluso en circunstancias cambiantes”, concluyó Romero.
EY
Nuevos modelos de innovación
El fenómeno de globalización coexiste con regionalismos y realidades nacionales que las empresas necesitan considerar al pensar sus negocios, definir sus operaciones y fijar sus metas. En ese marco, las alianzas con otras empresas y universidades para dar respuestas creativas y rápidas son alternativas a las que apela la consultoría de hoy.
Gustavo Rousseaux
“El crecimiento del negocio de consultoría es una tendencia mundial que también se refleja en la Argentina y en nuestra compañía. Pensamos que se intensificará en los próximos años, impulsado por la iniciación de un proceso de inversión significativo en la mayoría de los sectores”, expresó Gustavo Rousseaux, socio de la División Advisory de EY.
A su juicio, otro factor que impulsa la consultoría es la creciente imprevisibilidad, sofisticación, volatilidad y complejidad del ambiente de negocios, además de la velocidad con que ocurre este fenómeno.
El sector de la consultoría se ha vuelto más rico, diverso y dinámico. “Comparando nuestra oferta de servicios de hace cinco años con la actual se nota una transformación importante que acompaña no sólo los cambios tecnológicos, sino los que se producen en el campo económico y social. En EY hemos potenciado capacidades específicas para proporcionar perspectiva y consejo estratégico, no sólo con desarrollos internos, sino a través de la adquisición de compañías de primer nivel y de la incorporación de expertos”, explicó.
Efectivamente, EY ha firmado alianzas y acuerdos de colaboración con compañías del sector de consumo masivo y de ingeniería para brindar al mercado soluciones integrales vinculadas con nuevas formas de diseño y con el aprovechamiento de tecnologías, como Internet de las cosas. “También nos integramos a los institutos de investigación, con los que hemos desarrollado nuevos modelos de innovación para beneficio de nuestros clientes”.
Una de las metas de la consultoría de hoy es ir más allá del asesoramiento para alcanzar la implementación. “Para el cliente representa una ventaja contar con el mismo compañero de ruta todo el camino, evitando desvíos e inconsistencias entre el rumbo estratégico elegido y el sentido en que se construye y gestiona lo nuevo… Hacemos que las cosas sucedan”, comentó.
La era digital
El crecimiento del volumen de información de los últimos cinco años equivale al de toda la historia de la humanidad. La cuestión central –se pregunta Rousseaux– es qué tanto las compañías poseen las capacidades para interpretar esos datos y encontrar allí respuestas y oportunidades. “Aquí es donde planteamos la importancia de las preguntas. Creemos que, en su mayor parte, la calidad de las respuestas depende de la calidad de las preguntas, de la capacidad de formularse mejores preguntas”, observó.
EY ha invertido significativamente en el desarrollo de soluciones y servicios de data analytics y en su integración con el conocimiento de la firma sobre las industrias, para ofrecer propuestas integrales; y anuncia nuevas inversiones en ese campo.
Considerada una de las “Big Four”, enfoca la disrupción digital más allá del campo tecnológico. “La vemos como una serie de cambios fundacionales que da lugar al nacimiento de nuevos negocios, nuevos sectores, nuevos productos y servicios, y nuevos estándares”, dijo el ejecutivo.
Como ejemplo de asesoramientos frecuentes de EY, citó los trabajos que brinda a empresas líderes en retail en Argentina para abordar el desafío de la gestión omnicanal (tecnologías móviles, servicios web, redes sociales y demás).
Profesionales en red
La consultoría actual valora especialmente a los equipos multidisciplinarios. “No creemos que una profesión por sí sola, tradicional o emergente, pueda hacer la diferencia, sino en el valor que surge de la integración de diversas perspectivas, especialidades y experiencias”, afirmó el ejecutivo.
Siguiendo las tendencias, la política de EY es integrar a sus profesionales de múltiples especialidades en equipos de alto rendimiento y en profundos programas de capacitación. El plantel va desde el campo de la psicología y el cambio cultural hasta matemáticos y científicos de datos, pasando por profesionales de ciencias económicas, ingenieros industriales, ingenieros informáticos, abogados.
Rousseaux señala que algunas empresas–clientes cuentan con pequeños grupos de personas que desarrollan actividades de asesoramiento interno, pero no son la mayoría, ni son una tendencia. “Trabajamos siempre colaborando con las áreas internas de estas compañías. La norma es la colaboración”, concluyó.