Federico Eisner
Bain & Company es una firma global que tiene presencia en la Argentina desde 2007 y ofrece consultoría estratégica a diferentes industrias y actividades económicas para mejorar sus rendimientos. Pero además, en sintonía con sus ideas a escala mundial, también trabaja en forma desinteresada para toda la comunidad, de manera de transformar la realidad del país.
Una de las problemáticas que aborda es el tema educativo y, en ese camino, colabora mano a mano con Enseñá por Argentina para elevar su calidad y así lograr que cada vez más chicos tengan las mismas oportunidades.
Federico Eisner, director general de Bain Argentina, es además el presidente del directorio de la ONG y, desde su enfoque empresarial y planificador, contribuye con perspectiva a conseguir resultados exitosos.
–¿Cómo conocieron Enseñá por Argentina?
–Se dieron varias coincidencias. En el país, armé la oficina de Bain en Buenos Aires y lo primero que hicimos fue definir nuestro foco en educación. Siempre tuvimos ganas de hacer algo pero no sabíamos dónde. Como la empresa había hecho varios proyectos con Teach for America en Estados Unidos, nos pareció que tenía sentido empezar con Enseñá. En paralelo, uno de nuestros consultores pensaba irse a trabajar a la organización y nos sugirió conocerla para que Bain ayudara.
También en ese momento, había leído un diario chileno que hablaba de Enseña Chile y de que Enseñá por Argentina estaba arrancando. En una foto, aparecía Edith Haynal, que trabaja en la asignación de los profesores a los colegios en Enseñá y que reconocí porque manda a sus chicos al mismo colegio al que van los míos. Entonces confluyeron varias cuestiones que me hicieron conocer de a poco la organización y sumarme al proyecto.
–¿Qué actividades realizan para Enseñá?
–Siempre nos quedó claro que la manera que tenemos de ayudar a Enseñá es desde nuestra expertise en idear estrategias. Es lo mismo que hacemos con compañías grandes, ayudamos a pensar sus organizaciones o mejorar sus operaciones para lograr agregarles valor.
Hoy el aporte tiene tres patas. Por un lado, planificamos cómo crecer. Enseñá por Argentina debe pensar dónde quiere jugar y cómo hacerlo para ganar. El dónde jugar pasa por focalizarse en las escuelas más vulnerables del país, en secundarios, que es donde la regulación permite a los egresados universitarios educar, y en esos lugares donde se compartan los mismos objetivos.
El cómo ganar pasa, por ejemplo, en cómo captar talento universitario, cómo comunicar el esfuerzo que significa el proyecto, cómo formar bien a los graduados o medir sus impactos en los alumnos. Un segundo punto es ayudar a la organización con un consejo fuerte que colabore en la toma de decisiones. Es pensar en personas con miradas diferentes sobre la educación, para que integren el board desde la pedagogía, lo institucional, la gestión pública o una más emprendedora. La tercera tarea es aportar contactos de empresas y CEO, no solamente para que apoyen económicamente sino también para que den clases y vivan el proyecto. Es un impacto enorme para ellos ir a las escuelas y conocer sus realidades.
–¿Hay interés en las empresas en apoyar el proyecto?
–Hay una recepción muy buena. Hay algunas organizaciones que se interesan cada vez más en apoyar la educación. De hecho, cuando comenzamos a convocar gerentes generales para que enseñen en clases, vinieron 35. Les queda claro que es un desafío a largo plazo y ayudan porque sienten que no todo debe cambiarse desde el Estado, y porque cada uno quiere aportar su grano de arena.
Además ven en Enseñá una fuente de talento espectacular. Canaliza la capacidad de jóvenes que jamás hubieran elegido enseñar, les cambia la cabeza y crea líderes. En 10 años, cuando estén en otras posiciones, van a ser mejores personas y profesionales gracias a ese impacto. De hecho, creo más en el efecto del desarrollo de los profesores que en el del alumno per se. Las empresas también valoran ese potencial, por eso Enseñá les parece una gran idea y se suman a mejorar el país.
DHL, elección lógica por una educación de calidad
Leonardo Sanabria
Foto: Gabriel Reig
32 son las empresas que día a día colaboran de distintas maneras, con diferentes alianzas de acuerdo a sus especialidades, con Enseñá por Argentina. Uno de los patrocinadores más grandes es esta empresa líder en el mercado mundial de la actividad express y logística internacional, que hace cuatro años que ayuda para el desarrollo y expansión de una educación de calidad.
“Realizamos juntos varias actividades. Nuestra misión es no solo contribuir económicamente, sino que nuestros líderes se comprometan con el tema. Empleados de la compañía hacen voluntariado en algunas de las instituciones donde Enseñá trabaja, diferentes directivos dieron clases, dos veces trajimos a chicos a conocer la compañía y a hacer un taller laboral, y también vinieron profesores a hablarles a nuestros empleados sobre la realidad educativa en la Argentina y el liderazgo”, cuenta Leonardo Sanabria, gerente de Recursos Humanos de DHL Argentina.
La marca local de la Deutsche Post DHL participa en el marco de la estrategia de responsabilidad social global de la compañía, uno de cuyos pilares es la educación. “Hay muchísimas empresas que hacen voluntariado, es lo más común. Con respecto a invertir en educación, he visto muy poco. Es una pena porque es una apuesta que, a largo plazo, tiene un impacto más grande. Además, sirve si se quiere subsistir como empresa dentro de muchos años, porque los alumnos a los que ayudemos son los que vamos a recibir después como empleadores”.
A escala mundial, la empresa también eligió a Teach for All desde 2010 para trabajar con ellos en todos los países donde están. En la Argentina, de acuerdo a lo que cuenta Sanabria, la colaboración promete seguir. “DHL renovó el compromiso con Enseñá hasta 2015. Vamos a continuar con una inversión en educación muy grande y eso, en un contexto de crisis a escala mundial, que no es el mejor para la actividad logística tampoco, es una señal de liderazgo consciente de la empresa por el cuidado de la cultura y un compromiso con toda la sociedad”.