Resultados de la Undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe

Un nuevo pacto social es necesario para lograr igualdad en el trabajo entre mujeres y hombres. Las mujeres no sólo dedican más tiempo que los hombres al trabajo doméstico no remunerado o de cuidado, sino que su carga de trabajo total –incluyendo las actividades remuneradas- es mayor. Sin embargo, siguen siendo discriminadas en el mercado laboral y reciben salarios inferiores.

13 julio, 2010

<p>Esta realidad se analiza en el documento &iquest;Qu&eacute; Estado para qu&eacute; igualdad?, que fue presentado por Cepal en la Und&eacute;cima Conferencia Regional sobre la Mujer de Am&eacute;rica Latina y el Caribe, que se realiza del 13 al 16 de julio en Brasilia, Brasil.<br />
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El informe examina los logros y desaf&iacute;os que enfrentan los gobiernos de la regi&oacute;n en materia de igualdad de g&eacute;nero. &ldquo;No ser&aacute; posible lograr igualdad laboral para las mujeres mientras no se resuelva la carga de trabajo no remunerado y de cuidado que recae hist&oacute;ricamente sobre ellas. En este sentido, es necesario buscar una nueva ecuaci&oacute;n virtuosa que incluya al Estado, al mercado y a las familias&rdquo;, se&ntilde;al&oacute; Alicia B&aacute;rcena, secretaria ejecutiva de Cepal, al presentar el documento.<br />
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De acuerdo con&nbsp; la recopilaci&oacute;n de estudios en los que se mide la carga de trabajo total (remunerado y no remunerado) de varones y mujeres en varios pa&iacute;ses de la regi&oacute;n, existen dos tendencias fundamentales: en todos los casos, el tiempo de trabajo total es mayor para las mujeres que para los varones y, en todos los casos, las mujeres son quienes dedican la mayor parte de su tiempo al trabajo no remunerado.<br />
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En Brasil, por ejemplo, las mujeres dedican 56,6 horas semanales al trabajo total, mientras que los hombres ocupan 52 horas. En M&eacute;xico, en tanto, las mujeres dedican 76,3 horas, contra s&oacute;lo 58,4 de los hombres.<br />
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Cifras de 2008 muestran que 31,6% de las mujeres de 15 a&ntilde;os o m&aacute;s en la regi&oacute;n no ten&iacute;a ingresos propios, mientras que s&oacute;lo 10,4% de los hombres estaba en esa condici&oacute;n. Asimismo, las mujeres superan a los hombres en materia de desempleo (8,3% contra 5,7%) y aunque la brecha salarial entre los g&eacute;neros ha disminuido &ndash;el ingreso medio de las mujeres pas&oacute; de 69% del de los hombres en 1990 a 79% en 2008-, las mujeres siguen estando sobrerrepresentadas en ocupaciones con menor nivel de remuneraci&oacute;n, subrepresentadas en posiciones de alto nivel jer&aacute;rquico y a&uacute;n reciben salarios menores para un trabajo de igual valor que el de los hombres.<br />
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El documento de la Cepal recalca que el trabajo es la base de la igualdad entre los g&eacute;neros y para ello es fundamental el logro de la autonom&iacute;a econ&oacute;mica, f&iacute;sica y pol&iacute;tica de las mujeres. La autonom&iacute;a econ&oacute;mica implica tener el control sobre los bienes materiales y recursos intelectuales, y la capacidad de decidir sobre los ingresos y activos familiares.<br />
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La autonom&iacute;a f&iacute;sica es tambi&eacute;n un requisito indispensable para superar las barreras que existen en el ejercicio de la sexualidad, la integridad f&iacute;sica de las mujeres y la reproducci&oacute;n, mientras que la autonom&iacute;a pol&iacute;tica involucra la representaci&oacute;n paritaria en los espacios de toma decisiones, especialmente en los Gobiernos y parlamentos.<br />
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Estas tres autonom&iacute;as se encuentran retratadas en el Observatorio de Igualdad de G&eacute;nero de Am&eacute;rica Latina y el Caribe, cuyos resultados a la fecha se vuelcan en el informe de Cepal presentado en la XI Conferencia Regional de Brasilia.<br />
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El documento enfatiza la necesidad de visibilizar el valor econ&oacute;mico y social del trabajo no remunerado y de cuidado que realizan las mujeres de la regi&oacute;n, as&iacute; como la importancia de otorgarles poder para que puedan ejercer su leg&iacute;timo derecho de elecci&oacute;n y as&iacute; participar en igualdad de condiciones en el mundo del trabajo y en las instancias de toma de decisiones.<br />
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Propone un camino para esta igualdad a partir de tres ejes principales:<br />
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&bull;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Un Estado garante de la titularidad de derechos<br />
&bull;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Igualdad en lo p&uacute;blico y privado<br />
&bull;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Redistribuci&oacute;n del trabajo total<br />
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De esta forma, se hacen necesarias pol&iacute;ticas p&uacute;blicas que reformen los v&iacute;nculos entre las tres instituciones fundamentales de la sociedad: Estado, familia y mercado, para articular un nuevo pacto social de redistribuci&oacute;n del trabajo total entre hombres y mujeres, a fin de facilitar el acceso de estas al mercado laboral como parte de sus derechos humanos.<br />
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Asimismo, es imprescindible que el Estado tome todas las medidas necesarias, ya sean legislativas, institucionales, educativas, de salud, fiscales o de participaci&oacute;n de las mujeres en la toma de decisiones para as&iacute; eliminar los sesgos de g&eacute;nero en el mercado laboral, superar la brecha salarial, la segmentaci&oacute;n y la discriminaci&oacute;n.<br />
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Adem&aacute;s, se deben garantizar los derechos de las mujeres en el mercado laboral y las familias, para que cuenten con las herramientas adecuadas para conquistar las autonom&iacute;as antes mencionadas, y generar una institucionalidad s&oacute;lida y con capacidad normativa que haga valer estos derechos.<br />
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Algunos pa&iacute;ses han dado ejemplo de buenas pr&aacute;cticas para reconocer el valor del trabajo no remunerado y de cuidado de las mujeres, ya sea mediante reformas constitucionales (Venezuela, Ecuador, Bolivia y Rep&uacute;blica Dominicana), as&iacute; como a trav&eacute;s de leyes o pol&iacute;ticas espec&iacute;ficas que incentivan la igualdad de g&eacute;nero en el mundo del trabajo (Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Espa&ntilde;a, M&eacute;xico y Uruguay). </p>

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