<p>Bodega Del Fin del Mundo, el emprendimiento vitivinícola neuquino, celebra siete años desde su apertura en 2003.<br />
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En 1996, Julio Viola adquirió un campo de 3.200 hectáreas en San Patricio del Chañar, Neuquén. Esta tierra, virgen y considerada marginal, no estaba irrigada por el Río Neuquén. No obstante, el clima de la región era muy propicio para el cultivo de la vid, no solo por su gran amplitud térmica (20º) sino también por la baja cantidad de precipitaciones. Viola armó el sistema de riego que permitió transformar el desierto en zona cultivable. Para ello, se debió construir un canal de riego de 20 Km. de longitud para que el agua del Río Neuquén abastezca la zona.<br />
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Luego de tres años, se plantaron los primeros viñedos y gracias a los resultados obtenidos nació un nuevo polo vitivinícola en la región. La bodega se quedó con 870 hectáreas y vendió lotes llave en mano, a varios inversionistas que desarrollaron sus propios emprendimientos vitivinícolas. De ese modo, las bodegas que se encuentran en la actualidad en San Patricio Del Chañar nacieron de este proyecto.<br />
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Durante 2002, comenzó la construcción de la bodega propiamente dicha. Esta se realizó en etapas para adaptarse al crecimiento de la producción y las ventas. En la etapa inicial, inaugurada oficialmente el 12 de abril de 2003, se elaboró la primera cosecha comercial.</p>
<p>Hoy en día produce 10 millones de litros por año y cultiva 1.000 hectáreas de viñedos y frutas finas en Neuquén. Su gran preocupación es la excelencia en la calidad. Para ello se encarga de certificar todos los procedimientos y productos, siguiendo las normas de calidad internacionales más exigentes.<br />
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En abril de 2009, el empresario Eduardo Eurnekian adquirió 50% de la firma, asociándose con la familia Viola. Casi un año después, gracias al arduo trabajo en conjunto, Bodega Del Fin del Mundo presenta “Experiencia Del Fin del Mundo”, ubicado en pleno corazón de Palermo Hollywood. Este lugar propone generar un ambiente íntimo y cálido para agasajar a clientes y amigos, y a todas las personas que quieran experimentar la Patagonia, a través de sus vinos. Aquí, se ofrece también la posibilidad de presentar catas guiadas, charlas dictadas por expertos sobre el mundo vitivinícola, eventos especiales desarrollados por chefs invitados; pero por sobre todo se pueden disfrutar momentos únicos e irrepetibles.<br />
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Durante 2009, creció 30%, y en la actualidad, Julio Viola, junto a su nuevo socio, Eduardo Eurnekian, planean ampliar la capacidad productiva de la bodega, desarrollar un proyecto turístico, abrir nuevos mercados y analizar proyectos productivos en Estados Unidos, Italia y Armenia.</p>
Bodega del Fin del Mundo celebra su 7mo aniversario
El emprendimiento vitivinícola neuquino está presente desde 2003 en los mercados interno y externo.