<p> ¿Quién hubiera dicho que una agencia calificadora de crédito se animaría a quitarle a Estados Unidos la máxima calificación crediticia? Eso es exactamente lo que ha hecho Standard & Poor's citando incertidumbres en Washington y falta de planes para resolver los problemas fiscales.</p>
<div>¿Quién hubiera dicho que el país más famoso por flexibilidad en el mercado laboral sufriría de alto desempleo crónico? Es el caso de Estados Unidos, con una tasa de desempleo joven de 14,5%. <br />
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<div>Todo esto junto habla de grandes reacomodamientos que están cambiando el carácter de la economía global y la forma en que funciona. Hay tres elementos fundamentales que seguirán cambiando el mundo que vivimos por varios años.<br />
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<div>Primero, hay muchas economías avanzadas con problemas estructurales en sus economías. No se trata sólo de crisis de desempleo o de deterioro de las finanzas públicas que, como en el caso de Grecia, llegó a niveles alarmantes. También hay desmanejo en los mercados inmobiliarios, crisis continuada en la intermediación del crédito bancario y débil liderazgo político. Segundo, en lugar de ocuparse de estos problemas estructurales, los políticos prefirieron patear la pelota para adelante. Y así, los problemas crecieron y se profundizaron, llegando al punto de posible contagio universal.<br />
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<div>Tercero, varias economías emergentes viven una etapa de gran desarrollo económico y hasta ahora son inmunes a las desgracias del mundo desarrollado. Esto se ve en Brasil, China, Indonesia y varios países más. De hecho, varias de esas economías han comenzado a recalentarse mientras los países centrales van de penuria en penuria. <br />
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<div>Este es territorio nuevo para el mercado global, un lugar donde los países menos maduros son más fuertes y resistentes que sus colegas más avanzados y pueden crecer sostenidamente a altos niveles mientras se fortalecen también sus balances comerciales. <br />
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<div>Tomará varios años hasta que las economías hoy avanzadas normalicen sus balances y restauren las condiciones para crecer y crear empleo.<br />
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<div> Para lograr ambas cosas, optarán por una combinación de métodos. Algunos, como Gran Bretaña, elegirán años de austeridad presupuestaria. Otros, como Grecia, sucumbirán a la reestructuración de la deuda. Luego está Estados Unidos, una economía donde se encuentra el corazón de los sistemas financieros y económicos del planeta. Al principio optará por la represión financiera – un impuesto escondido a acreedores y depositantes – y recurrirá a la alta inflación para resolver sus problemas de balanza de crédito. <br />
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<div>Cuanto más desprolijamente haga su transición, mayor será el riesgo de debilitar la posición internacional de los productos públicos globales de Estados Unidos. Eso, a su vez, pondrá en jaque el sistema monetario global construido sobre el entendimiento de que su núcleo, Estados Unidos, se mantiene económicamente fuerte. </div>
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Tres factores del cambio en la economía global
El mundo está patas arriba. ¿Quién hubiera dicho un año y medio atrás que un miembro de la eurozona tendría peor crédito que Pakistán? Tal es el caso de Grecia, al borde de una reestructuración total de su deuda. Hay grandes reacomodamientos.