<p>Naturalmente, la Unión Europea se comprometió a afrontar sus problemas fiscales “con determinación”. Por su parte, el presidente norteamericano, Barack Obama, anunció “una estrategia clara y creíble para reducir el déficit federal. Por el contrario, se le permitirá postergar medidas de ahorro, hasta que la economía reaccione de las catástrofes iniciadas con los sismos, el tsunami y los derrames en reactores nucleares, en marzo y abril.<br />
<br />
No obstante, el documento final de la reunión muestra un optimismo algo excesivo. El grupo de los 8 sostiene que “la recuperación global se torna más sostenida”. Pero sucede que la crisis se limitaba a Occidente. Seguramente ese “déficit de globalidad” explica que los jefes de estado y gobierno eludieran definir objetivos concretos.<br />
<br />
Sólo señalaron que “el G-8 seguirá enfocándose en acciones requeridas para aumentar la sustentabilidad de las finanzas públicas”. La peor crisis desde la depresión de 1933/8 golpea, particularmente a la Eurozona, deteriorando el producto bruto interno de las economías centrales. A punto tal que el econometrista Kenneth Rogoff estima que sus efectos pesarán en el largo plazo.<br />
<br />
Tras mencionar Grecia, Portugal e Irlanda, la Organización de Cooperación y Desarrollo (OCDE o club de treinta países ricos) advirtió –el 25- que “los crecientes huecos en las cuentas públicas pueden retrasar la recuperación general”. La entidad pronostica un alza de 4,2% en el PB mundial este año y 4,6% en 2012”.<br />
<br />
Con el desempleo en 9% de la población activa en Estados Unidos o 9,9% de promedio en la Eurozona (España no cede de 21/22%), resulta poco plausible que el grupo no sea más severo. Máxime con sólo tres integrantes (Alemania, Canadá, Rusia) en buena situación y el resto rezagado (EE.UU., Gran Bretaña, Japón, Francia e Italia).<br />
<br />
Por omisión, ese documento de cierre deja en claro que la iniciativa ha abandonado el G-8 y pasó al G-20. Vale decir, el dominios de China, India, Brasil, Rusia, Sudáfrica, Turquía, etc. Su próximo, empero, será en noviembre y en Cannes. <br />
</p>
G-8: sólo el crecimiento puede reducir deudas
En la reunión de Deauville se reactualizó una vieja idea desarrollista: fortalecer las economías del mundo allanará el camino a la licuación de deudas. Se trata de las generada especialmente en la Eurozona- tras la crisis sistémica de 2007/09.