Parece que la idea es vender online y offline, como una especie de reconocimiento a la realidad que los productos frescos pertenecen, fundamentalmente, al ámbito offline. Por ahora está haciendo una cadena de pequeños supermercados offline que, al menos al principio, sólo venderán productos perecederos.
También está pensando en “drive-ins”, donde los que los clientes puedan detener un minuto sus autos y recoger compras que ya hayan hecho en Internet. En realidad el gigante online ya está activo en la distribución de alimentos, al menos en ciudades norteamericanas y Londres, donde lleva alimentos frescos hasta la puerta de los consumidores con Amazon Fresh por una suscripción mensual de US$ 14,99 a Amazon Prime. Pero los supermercados físicos serán un complemento de ese servicio y además tendrán sus propios sistemas de entrega a domicilio.