Además de pagar US$ 4.400 millones en metálico, el grupo anglo-holandés asume compromisos financieros por US$ 1.756 millones y deuda por US$ 497 millones en sociedades no consolidadas.
La venta, que ayuda a la petrolera española a reducir su deuda y mejorar su calificación financiera (al borde de la categoría basura luego de la expropiación de YPF en Argentina) otorga a Shell capacidad exportadora en Perú y también en Trinidad Tobago.
Con el acuerdo la petrolera española supera los 5.000 millones de euros de desinversiones en un año y supera los objetivos fijados en su plan estratégico, entre 4.000 y 4.500 millones de euros para el periodo 2012-2016.
Shell se hará cargo de arrendamientos financieros y asumirá deudas, por lo que el valor total de la transacción asciende a US$ 6.700 millones. El acuerdo con Shell no incluye la planta canadiense de Canaport, afectada por la caída de los precios de gas provocada por el auge del gas de esquisto en el mercado estadounidense.
