Por Marina Rojo (*)
Las Naciones Unidas, estiman que más del 50% del gasto de una persona en el sistema se realiza durante sus últimos 5 a 10 años de vida, en muchos casos transitando enfermedades crónicas o de alta complejidad que implican tratamientos prolongados y de alto costo.
Se trata de maximizar el valor para los pacientes en cualquier decisión a tomar, logrando los mejores resultados con el mínimo costo posible. Esto requiere pasar de un sistema enfocado en la oferta a uno centrado en los pacientes; cambiando el funcionamiento de los incentivos desde el volumen y la rentabilidad hacia los resultados a nivel individual o población.
El primer paso es adoptar el enfoque de SBV a nivel de la alta dirección.
El segundo paso es medir los resultados y los costos de cada paciente. Actualmente, pese a la implementación de sistemas de información avanzada que algunos prestadores o financiadores poseen, la medición de ambas variables es escasa. Las medidas de calidad adecuadas deberían ser las que importan a los pacientes, por los que debe tenerse en cuenta a nivel general y no la especialidad o servicio.
Contando con información sobre costos y resultados, el tercer paso es pasar a un modelo de pago combinado por ciclo de atención y problema de salud. El ciclo de atención suele ser la atención de un episodio agudo, un período definido en problemas crónicos (un año, por ejemplo) o la atención preventiva en grupos de pacientes “sanos”. Un buen punto de partida para los prestadores es analizar las líneas de cuidado en las que puede brindar un alto valor, para potenciarlas y descartar aquellas en las que no es posible obtenerlo, estableciendo alianzas con otros prestadores si fuera necesario. También es importante analizar la ubicación de los servicios que maximicen el valor y expandirlos geográficamente.
Existen seis elementos esenciales que deberán contemplar las plataformas tecnológicas que apalanquen la transformación. ya sea como funcionalidad propia o como integración con los sistemas de información en salud existentes:
- Centrada en las personas: siguiendo a cada paso el recorrido del paciente y agregando datos por paciente;
- Definiciones: Utiliza definiciones de datos comunes;
- Datos: Abarca todos los tipos de datos de los pacientes;
- Acceso: Todas las partes que participan en la atención pueden acceder al registro de salud;
- Expertise: El sistema incluye plantillas y sistemas expertos para cada problema de salud;
- Extracción de información: La arquitectura del sistema facilita la extracción de información con el nivel de agregación necesario.
La actividad de la salud está atravesando un momento clave en su camino de transformación. La incorporación del modelo SBV puede ser un gran disparador para fomentar la adopción de nuevas herramientas digitales que agilicen el proceso y faciliten la obtención de mejores resultados para todo el sistema.
(*) Health Specialist en Osana, experta en salud digital.