“Ya no es posible hacer negocios allá como antes. Las operaciones allá nunca fueron rentables, pero ahora la paciencia de los accionistas acabó”, afirmó en San Pablo el director financiero, Luiz Murat, informó la agencia ANSA.
Sadia había desembarcado a la Argentina en 1992 con una inversión de 20 millones de dólares para la instalación de una planta distribuidora en la localidad bonaerense de Garín.
La estrategia del frigorífico, cuya principal producción son los pollos y los embutidos, consistía en exportar a la Argentina desde su país de origen.
A pesar de que la diferencia cambiaria siempre le jugó a favor a lo largo de la década, en menor o en mayor medida, el negocio se tornó complicado debido a la innata desconfianza del consumidor argentino por los fiambres.
Fuente: Diarios y Noticias
“Ya no es posible hacer negocios allá como antes. Las operaciones allá nunca fueron rentables, pero ahora la paciencia de los accionistas acabó”, afirmó en San Pablo el director financiero, Luiz Murat, informó la agencia ANSA.
Sadia había desembarcado a la Argentina en 1992 con una inversión de 20 millones de dólares para la instalación de una planta distribuidora en la localidad bonaerense de Garín.
La estrategia del frigorífico, cuya principal producción son los pollos y los embutidos, consistía en exportar a la Argentina desde su país de origen.
A pesar de que la diferencia cambiaria siempre le jugó a favor a lo largo de la década, en menor o en mayor medida, el negocio se tornó complicado debido a la innata desconfianza del consumidor argentino por los fiambres.
Fuente: Diarios y Noticias