Hay una suerte de reinvidicación para los ex niños molestos por todas partes: los estudios muestran que los niños con rasgos más problemáticos se convierten en adultos más exitosos. Para muchos, los años de la niñez que pasaron teniendo malas actitudes y el mal comportamiento podrían convertirlos en mejores empresarios en el día de hoy. Por supuesto que la transición no es automática y depende en gran medida en cómo los niños canalicen los problemas de la niñez. Pero hay por lo menos tres cosas que algunos hicieron como niños o adolescentes y que podrían ayudarlos hoy a ser mejores hombres y mujeres de negocios.
Responder a los padres y discutirles
Una investigación de la Universidad de Virginia encontró que los niños y adolescentes que regularmente discutían con sus padres estaban mejor equipados para hacer frente a los desacuerdos fuera del hogar. El estudio preguntó a más de 150 niños de 13 años que describan una gran pelea que hayan tenido con un padre o una madre. Dos años más tarde se comparó cómo los participantes discutieron con los padres a la forma en que reaccionaron a la presión de grupo en otras situaciones. Los niños que aprendieron que era aceptable no estar de acuerdo con los padres, mientras se mantenga la calma, eran más capaces de hacer frente a la presión de grupo en el mundo real.
La hipótesis es que los niños que hablan y enfrentan a sus padres aprenden a ser mejores y tiene más confianza en el establecimiento de límites. Mientras que los que no aprenden cómo argumentar eficazmente con los demás son más propensos a dar marcha atrás cuando se enfrentan a las personas que los desafían. La persuasión y la argumentación son herramientas clave en la vida de cualquier emprendedor que busca constantemente convencer a otros de que su idea vale la pena. }
Los habladores son mejores estudiantes
Un estudio de la Universidad de Miami, encontró que los niños habladores de pre-escolar están más preparados y tiene mejores resultados una vez que ingresan al jardín que los que no son. Incluso los niños que hablan hasta el punto de perturbar el resto de la clase, porque están más comprometidos con el proceso de aprendizaje y reciben más atención. Los niños tímidos, por el contrario, tienden a estar desconectados de las actividades y son pasados por alto por los profesores. También se sabe que los niños que hablan mucho practican y desarrollan habilidades comunicativas como la persuasión, la detección de mentiras o sarcasmo, el debate y la discusión.
Los rebeldes se vuelven adultos exitosos
Según varias investigaciones publicadas en el jornal Psicología del Desarrollo, la forma en que se comportan los niños y adolescentes rebeldes influye el éxito profesional en la edad adulta. Los investigadores observaron por primera vez a los participantes cuando tenían 12 años de edad y luego de nuevo pero 40 años después. Encontraron que los niños que rompían las reglas, de la casa o el colegio por ejemplo, era el predictor no cognitivo con mayor relevancia a la hora predecir la distribución del ingreso en la edad adulta. Estos rebeldes ganaron más dinero que los demás.
Aunque los investigadores no saben con certeza por qué los niños que desafían la autoridad terminan siendo más exitos cuando crecen. Una hipótesis es que este rasgo también aparece en conjunto con ser más competitivos y asertivos. Lo que a su vez les hace ser mejores negociadores salariales y más propensos a pedir aumentos.
