Por Maite Durietz (*)
También que nuestra manera de producir, consumir y vivir impacta de forma negativa en el ambiente.
La educación ambiental no trata solamente sobre el cuidado de la naturaleza, sino que también incluye otros pilares como la equidad social, la justicia ambiental y el desarrollo sostenible. Debe fomentar la participación activa de la sociedad en la toma de decisiones sobre temas socioambientales.
Las nuevas tecnologías pueden ser una gran oportunidad. Cada vez contamos con más herramientas y recursos digitales que pueden ayudar a difundir, sintetizar y relacionar información sobre el cuidado del ambiente y la sostenibilidad. Además, lo que se puede medir, se puede mejorar, y la tecnología puede usarse para la medición y el monitoreo del impacto ambiental de las actividades humanas, ayudándonos a corregir y optimizar nuestros procesos.
Pero también hay que mirar la otra cara de la moneda, tenemos que tener en cuenta los desafíos que presenta, por ejemplo, la educación online. Muchas personas en Argentina no tienen acceso a la tecnología necesaria para participar en la educación en este formato y muchas otras tienen dificultades para adaptarse a esta modalidad. Es importante que se tomen medidas desde todos los sectores de la sociedad para garantizar que todas las personas cuenten con un acceso equitativo a la educación en general, independientemente de su situación socioeconómica.
En resumen, la educación ambiental es esencial para enfrentar los desafíos actuales de la sustentabilidad y promover el desarrollo sostenible en Argentina. Las nuevas tecnologías pueden ser una gran oportunidad para impulsar la educación ambiental, pero debemos asegurarnos de que todas las personas tengan acceso a ella. Es hora de que nos tomemos en serio nuestra responsabilidad como ciudadanos del planeta y trabajemos juntos para lograr un futuro sostenible para todos.
Algunos consejos para promover la educación ambiental:
• Muchos temas de sustentabilidad emergentes son demasiado nuevos y algunas veces complejos, entonces solemos reducir su abordaje a una explicación superficial o actividad sin impacto alguno. Es importantísimo hacer el esfuerzo de entender estas problemáticas para saber dónde estamos parados, a dónde queremos llegar y qué historias queremos contar.
• Campañas de sensibilización: En escuelas, universidades, empresas, y en la comunidad en general. Pueden incluir charlas, talleres, actividades prácticas, materiales educativos, etc.
• Fomentar el aprendizaje experiencial: A través de experiencias en la naturaleza, la observación directa de los procesos y fenómenos naturales y el contacto directo con los ecosistemas. Esto permite una mayor comprensión y conciencia de los problemas ambientales y esclarece el camino hacia las soluciones.
• Incorporar la educación ambiental en los planes de estudio: es importante que la educación ambiental esté integrada en los planes de estudio de todas las etapas educativas. Se pueden crear materias específicas, pero es recomendable lograr la transversalidad de los contenidos en otras materias y campos de la vida.
• Hablar de educación ambiental en las redes sociales. Las redes sociales son una herramienta muy efectiva para llegar a una cantidad enorme de personas de distintos contextos y con diferentes intereses muy rápidamente. Se pueden crear perfiles específicos, publicar información relevante y compartir experiencias.
• El storytelling es una herramienta clave. A través de las historias podemos enseñar valores, conocimientos duros y hacer un llamado a la acción. Nuestras palabras y nuestras historias son poderosas, porque construyen realidad.
• Incentivar la participación ciudadana: Es clave fomentar la participación ciudadana en los temas ambientales, para que las personas puedan aportar ideas, soluciones y proyectos. Se pueden crear grupos de trabajo, plataformas de participación, y programas de voluntariado ambiental.
Trabajar en red: La colaboración entre instituciones, organizaciones y grupos es fundamental para lograr más impacto. Trabajar en red, compartir información y coordinar esfuerzos para lograr los objetivos comunes es una gran forma de multiplicar el impacto.
La educación ambiental es la clave para un futuro sostenible y habitable. Nos permite tomar conciencia de nuestra relación con el planeta y de cómo nuestras acciones impactan en el ambiente. Con ella podemos aprender a cuidar y proteger nuestro hogar, la Tierra, para que siga siendo un lugar habitable para las generaciones futuras. Educarnos sobre el ambiente es educarnos para la vida.
(*) Licenciada en gerenciamiento ambiental, especialista en Sustentabilidad y consultora B (@unaovejaverde)