<p> En el lapso abril-junio, efectivamente, los ingresos netos sumaron US$ 2.260 millones, en parte merced al superávit contable. La acción, pues, subió el mayor margen desde marzo. En ese momento, las pérdidas operativas eran US$ 638 millones.</p>
<p>Eludir un salvamento fiscal recortó bajas de ventas que General Motors o Chrysler no lograron eludir. Por cierto, Mulally capeó las peores turbulencias sufridas en Detroit desde principios de los 80. Le bastó un colchón de efectivo por US$ 23.000 millones armado hace casi tres años.</p>
<p>En cierto modo, Ford logró, sin la bancarrota, ventajas similares a las obtenidas vía convocatorias por GM y Chrysler. Por supuesto, eso implicó achicar la empresa, especialmente en lo laboral y gracias a la llamativa tolerancia de United Auto Workers.</p>
<p>Ford redujo de US$ 3.700 millones a mil millones entre el primero y el segundo trimestres del año. Esto dejó US$ 21.000 millones para financiar operaciones y recortó el endeudamiento de US$ 32.100 a 26.100 millones. <br />
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Estas cifras indican, estima la compañía, liquidez suficiente para el resto de 2009 y parte de 2010. Los dos anteriores balances positivos bajo Mulally –primer director ejecutivo ajeno al clan en 106 años de existencia- fueron US$ 70 millones (primer trimestre de 2008) y 750 en el siguiente.<br />
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Ford Motor gana bajando deuda y costos laborales
La única automotriz en Estados Unidos que no precisó rescate estatal obtuvo utilidades por tercer trimestre en la gestión de Alan Mulally. Amén de disminuir gastos y carga laboral, la firma recobró parte de la porción de mercado.