Desde hoy y hasta el sábado próximo sesionará en la Casa de Ejercicios Espirituales María Auxiliadora, de la localidad bonaerense de San Miguel, la 78ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, que tendrá carácter electivo. En las seis jornadas de deliberaciones, los obispos -unos 90- deberán elegir al presidente, los dos vicepresidentes y al secretario general del cuerpo colegiado que conducirá la Iglesia Católica durante el trienio 1999-2002. En las especulaciones previas se da por descontado que tanto monseñor Estanislao Karlic, como Emilio Bianchi Di Cárcano y Eduardo Mirás permanecerán firmes en la cúpula episcopal que hará entrar a la Iglesia Católica en el nuevo milenio. Para elegir autoridades, además de evaluar lo realizado durante el período anterior por la cúpula encabezada por Karlic, los miembros de la jerarquía tendrán también a la vista el resultado de los recientes comicios nacionales. Aunque este último no es el único punto de discernimiento, es evidente que entre los criterios de la elección estará también la relación de la Iglesia con el nuevo gobierno.
(La Prensa, Página/12)
Desde hoy y hasta el sábado próximo sesionará en la Casa de Ejercicios Espirituales María Auxiliadora, de la localidad bonaerense de San Miguel, la 78ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, que tendrá carácter electivo. En las seis jornadas de deliberaciones, los obispos -unos 90- deberán elegir al presidente, los dos vicepresidentes y al secretario general del cuerpo colegiado que conducirá la Iglesia Católica durante el trienio 1999-2002. En las especulaciones previas se da por descontado que tanto monseñor Estanislao Karlic, como Emilio Bianchi Di Cárcano y Eduardo Mirás permanecerán firmes en la cúpula episcopal que hará entrar a la Iglesia Católica en el nuevo milenio. Para elegir autoridades, además de evaluar lo realizado durante el período anterior por la cúpula encabezada por Karlic, los miembros de la jerarquía tendrán también a la vista el resultado de los recientes comicios nacionales. Aunque este último no es el único punto de discernimiento, es evidente que entre los criterios de la elección estará también la relación de la Iglesia con el nuevo gobierno.
(La Prensa, Página/12)