Petrobrás surgió hace algo más de cincuenta años como empresa testigo. El modelo era, como en Bolivia, la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Pero YPF fue malvendida durante el régimen de Carlos S. Ménem y, paradójicamente, Petrobrás a veces cumple esa función en el vecino meridional. <br />
<br />
<p>Pasó el tiempo y, hoy, Brasil es potencia mundial en materia de hidrocarburos. Mientras Petrobrás tiene más de 60% en manos privadas, la futura compañía –Petrosal- tendrá mayoría pública: gobierno central y algunos estados de la federación. Su objeto son los inmensos yacimientos submarinos detectados en los últimos meses frente a las costas sudorientales del país.</p>
<p>En realidad, Petrobrás ejerció virtual monopolio hasta 1997, cuando un presidente adicto al mercado, Henrique Cardoso, instituyó un sistema de concesiones. Ello permite a firmas extranjeras asociarse con la empresa testigo y adquirir derechos de cateo o explotación; por lo general, en áreas “<em>off shore</em>”. A cambio de compartir riesgos, obtienen derechos y abonan regalías.</p>
<p>Hasta ahora, se trata de yacimiento detectados bajo una gruesa capa salina, depositada en el lecho, casi siempre fuera del angosto mar epicontinental brasileño. En rigor, la plataforma recién se ensancha a la altura del Plata y alcanza el máximo en Malvinas.</p>
<p>Hasta el momento, una vez superada la capa salina, hay casi 100% de posibilidades de encontrar hidrocarburos, por lo cual Brasil calcula de 33.000 a 33.000 millones de barriles de reservas. Sólo el mar Ártico y el Atlántico sudoccidental podrían albergar un potencial mayor, aunque a costos altos.</p>
Brasil proyecta una segunda Petrobrás, pero totalmente estatal
Según el Financial Times, Luiz Inácio da Silva fomenta la creación de una petrolera bajo control federal y con participación de algunos estados. Claro, la idea disgusta a Petrobrás, al sector privado y a grandes compañías internacionales.