Para los mercados especulativos a término (Nueva York, Londres), el problema es político. Desde el mar Caspio hasta Sudamérica, las empresas tradicionales están siendo excluidas de zonas con potencial real o probable. Se las fuerza a renegociar contratos en condiciones menos propicias y pierden batalla contra competidoras estatales. En cierto modo, pagan por viejos pecados.
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<p>No obstante, la clave reside en que gran parte de su producción actual proviene de zonas pasadas de sazón o sobrexplotadas. En verdad, esos gigantes que solían dominar el mercado mundial han perdido influencia y continúan perdiéndola. Motivo: ya no pueden aumentar su oferta de hidrocarburos.</p>
<p>Un experto tras otro admite que la actividad privada está en crisis. Como señalan en una institución tejana, “es una crisis de liderazgo, estrategia, management y perspectivas. Las compañías saben que deben hacer algo, pero no dan con la tecla”. Para colmo, el marcado retroceso de productos primarios (20%) en cuatro semanas –ahora un poco frenado- refleja menor crecimientos económico y, por ende, contracción en la demanda de hidrocarburos. Por supuesto, son fenómenos de corto plazo, pero pesan. Fuera ese contexto, en 2009/2018 el mundo precisará más petróleo. Economías como China, India, Brasil, Vietnam e Indonesia (en suma, unos 2.800 millones de habitantes este año) no podrán ser cubiertas con substitutos de combustibles fósiles, hidroelectricidad, etc.</p>
<p>Sin duda, la oferta petrolera viene quedando tras la demanda desde hace años y eso explica la seguidilla de récords absolutos este mismo año. Aun después de la reciente baja, el barril no cede de US$ 110/115. El asunto queda subrayado en los últimos balances trimestrales de las cinco mayores compañías cotizantes en bolsa. Su producción en abril-junio cedió un total de 614.000 barriles diarios, aunque hayan acumulado utilidades por US$ 44.000 millones.</p>
<p>Lo anterior revela que, desde hace dos decenios, surge un nuevo orden internacional en la materia, en desmedro de las gigantes privadas. A fines de los años 70, las empresas occidentales controlaban casi la mitad de la producción mundial. Ese grupo (Exxon Mobil, British Petroleum, Royal Dutch/Shell, ChevronTexaco, ConocoPhillips, Total, ENI) representa ahora apenas 13%. Hoy, los diez líderes sectoriales son públicos, comenzando por Gazprom.</p>
Mientras las viejas gigantes retroceden, surgen problemas de oferta
Más allá de vaivenes y cierto repliegue de precios, la producción de crudos empieza a aflojar en el sector privado occidental. En general, les cuesta cada vez más hallar reservas, aunque estén repletas de caja y necesiten expandirse.