El súbito activismo responde, en efecto, a varias acciones y presentaciones radicadas por Advanced Micro Devices en su enfrentamiento jurídico internacional con el gigante de los chips. Por otra parte, técnicos que trabajan con la comisionada de Competencia, Nellie Kroes, admiten que el enorme peso de Intel en su segmento (vende 90% de los microprocesadores para PC que corren Windows de Microsoft y Linux) torna creíbles los reclamos de AMD.
“Funcionarios de Competencia, acompañados por autoridades locales en esa materia y oficiales de justicia han iniciado una serie de allanamientos e inspecciones. Éstas abarcan –explicaba Jonathan Tood, portavoz de la CE- oficinas y plantas europeas de Intel. También a firmas que producen o venmden computadoras, a las cuales provee la empresa mencionada. Se trata de medidas adoptadas en el marco de un caso específico”. Vale decir, AMD.
Intel confirmó los allanamientos. “Como es habitual, cooperamos totalmente con las autoridades. Pero no formularemos comentarios sobre el tema, aunque isnsitimos en que nuestras prácticas de negocios son legales y justas”. Así dijo desde California Charles Malloy, vocero de la empresa.
Fuentes allegadas a la compañía admitieron que los allanamientos incluían las instalaciones de Intel en Swindon (Inglaterra) y Múnich (Alemania).Poco antes, también Japón accionaba contra la firma, a raíz de la causa abierta en Tokio por AMD.
Por el contrario, Washington no parece interesada en el asunto. “Los problemas de dominancia, oligo o monopolio tienen para nosotros aún menos entidad que los atinentes a cartelización, fusiones y adquisiciones”, confesó un funcionario de la Comisión Federal de Comercio, donde una demanda de AMD dormía desde 2001, hasta que la reactivó la empresa. Detalle sugestivo: ambas litigantes son norteamericanas.
La casi escandalosa postura de la CFC la expone a demandas judiciales de AMD y otros intereses que se sientan afectados por tan paladina indiferencia ante la ley. Los abogados de la litigante no tienen nada que perder, aun si las acciones de Bruselan no pasan de los allanamientos: la imagen internacional de Intel ha sido vapuleada y la de AMD no precisa mejor publicidad que la actual.
El súbito activismo responde, en efecto, a varias acciones y presentaciones radicadas por Advanced Micro Devices en su enfrentamiento jurídico internacional con el gigante de los chips. Por otra parte, técnicos que trabajan con la comisionada de Competencia, Nellie Kroes, admiten que el enorme peso de Intel en su segmento (vende 90% de los microprocesadores para PC que corren Windows de Microsoft y Linux) torna creíbles los reclamos de AMD.
“Funcionarios de Competencia, acompañados por autoridades locales en esa materia y oficiales de justicia han iniciado una serie de allanamientos e inspecciones. Éstas abarcan –explicaba Jonathan Tood, portavoz de la CE- oficinas y plantas europeas de Intel. También a firmas que producen o venmden computadoras, a las cuales provee la empresa mencionada. Se trata de medidas adoptadas en el marco de un caso específico”. Vale decir, AMD.
Intel confirmó los allanamientos. “Como es habitual, cooperamos totalmente con las autoridades. Pero no formularemos comentarios sobre el tema, aunque isnsitimos en que nuestras prácticas de negocios son legales y justas”. Así dijo desde California Charles Malloy, vocero de la empresa.
Fuentes allegadas a la compañía admitieron que los allanamientos incluían las instalaciones de Intel en Swindon (Inglaterra) y Múnich (Alemania).Poco antes, también Japón accionaba contra la firma, a raíz de la causa abierta en Tokio por AMD.
Por el contrario, Washington no parece interesada en el asunto. “Los problemas de dominancia, oligo o monopolio tienen para nosotros aún menos entidad que los atinentes a cartelización, fusiones y adquisiciones”, confesó un funcionario de la Comisión Federal de Comercio, donde una demanda de AMD dormía desde 2001, hasta que la reactivó la empresa. Detalle sugestivo: ambas litigantes son norteamericanas.
La casi escandalosa postura de la CFC la expone a demandas judiciales de AMD y otros intereses que se sientan afectados por tan paladina indiferencia ante la ley. Los abogados de la litigante no tienen nada que perder, aun si las acciones de Bruselan no pasan de los allanamientos: la imagen internacional de Intel ha sido vapuleada y la de AMD no precisa mejor publicidad que la actual.