Sus acciones mejoran, pero los bancos siguen poco optimistas

Por un lado, hay signos de mejora en los mercados financieros y especulativos. Por el otro, empero, los bancos siguen entre escépticos y pesimistas respecto de sus futuras ganancias y la suerte del negocio en sí.

21 junio, 2003

Las últimas entidades en reducir personal y formular pronóstico más que cautos han sido Union des Banques Suisses (UBS) y JP Morgan Chase (JPMCh). En ambos casos, también se manifestaron pesimistas respecto de Morgan Stanley Dean Witter (MSDW) y otras firmas de valores que también operan como bancas de inversión. Tanto en Nueva York como en Londres y Zürich.

Precisamente la banca de inversión es el punto más en duda. Al despedir 500 analistas y otros profesionales, UBS confirmó su escepticismo respecto de negocios que involucren emisiones accionarias, fusiones y adquisiciones (F&A). Antes que los suizos o JPMCh, Citigroup y MSDW habían dispuesto o anunciado recortes de planteles en las mismas áreas. Citigroup planea 50 despidos a fines de este mes y está examinando las posibilidades de liquidar su división bursátil, Salomon Smith Barney (SSB). También podría podarle la unidad de banca inversora, con el pretexto de cumplir –finalmente- con recomendaciones de la Securities & Exchange Commission.

Resulta irónico que tantos gestos negativos coincidan con el repunte más pronunciado y prolongado de sus acciones en Wall Street, Chicago, Londres y –casi increíble- Tokio. El fenómeno se frenaba esta semana, pero por tomas de ganancias perfectamente explicables. Algunos ejecutivos de los bancos mencionados admiten que, para la segunda mitad de 2003, pueden reactivarse las emisiones de papeles, pero no creen lo mismo de las F&A.

En lo tocante al repunte iniciado en mayo, Citigroup, Nomura Securities, BNP-Paribas y Deutsche Bank, entre otros, temen que no tenga suficiente sustento en la economía real ni en los resultados empresarios de este trimestre y el próximo. Por otra parte, técnicos de la Comisión Europea, el Banco de Inglaterra y el Fondo Monetario estiman que uno de los motores del repunte –la rebaja de tasas básicas- seguirá influyendo en Europa occidental, pero no en Estados Unidos. Particularmente si, el martes, la Reserva Federal disminuye de 1,25 a 1 o 0,75% anual sus tipos básicos. “Con bases referenciales tan exiguas, cualquier tasa nominal parecerá alta, aunque casi todas fueran negativas en términos reales. Por otro lado –señalaban cuatro analistas del Benelux-, a la RF ya no le quedará margen para nuevas rebajas. Al mismo tiempo, los crecientes déficit en comercio exterior, balanza de pagos y presupuesto federal obligarán, tarde o temprano, a emitir deuda nueva. En ese caso, la propia demanda oficial de fondo presionará para elevar tasas”.

Las últimas entidades en reducir personal y formular pronóstico más que cautos han sido Union des Banques Suisses (UBS) y JP Morgan Chase (JPMCh). En ambos casos, también se manifestaron pesimistas respecto de Morgan Stanley Dean Witter (MSDW) y otras firmas de valores que también operan como bancas de inversión. Tanto en Nueva York como en Londres y Zürich.

Precisamente la banca de inversión es el punto más en duda. Al despedir 500 analistas y otros profesionales, UBS confirmó su escepticismo respecto de negocios que involucren emisiones accionarias, fusiones y adquisiciones (F&A). Antes que los suizos o JPMCh, Citigroup y MSDW habían dispuesto o anunciado recortes de planteles en las mismas áreas. Citigroup planea 50 despidos a fines de este mes y está examinando las posibilidades de liquidar su división bursátil, Salomon Smith Barney (SSB). También podría podarle la unidad de banca inversora, con el pretexto de cumplir –finalmente- con recomendaciones de la Securities & Exchange Commission.

Resulta irónico que tantos gestos negativos coincidan con el repunte más pronunciado y prolongado de sus acciones en Wall Street, Chicago, Londres y –casi increíble- Tokio. El fenómeno se frenaba esta semana, pero por tomas de ganancias perfectamente explicables. Algunos ejecutivos de los bancos mencionados admiten que, para la segunda mitad de 2003, pueden reactivarse las emisiones de papeles, pero no creen lo mismo de las F&A.

En lo tocante al repunte iniciado en mayo, Citigroup, Nomura Securities, BNP-Paribas y Deutsche Bank, entre otros, temen que no tenga suficiente sustento en la economía real ni en los resultados empresarios de este trimestre y el próximo. Por otra parte, técnicos de la Comisión Europea, el Banco de Inglaterra y el Fondo Monetario estiman que uno de los motores del repunte –la rebaja de tasas básicas- seguirá influyendo en Europa occidental, pero no en Estados Unidos. Particularmente si, el martes, la Reserva Federal disminuye de 1,25 a 1 o 0,75% anual sus tipos básicos. “Con bases referenciales tan exiguas, cualquier tasa nominal parecerá alta, aunque casi todas fueran negativas en términos reales. Por otro lado –señalaban cuatro analistas del Benelux-, a la RF ya no le quedará margen para nuevas rebajas. Al mismo tiempo, los crecientes déficit en comercio exterior, balanza de pagos y presupuesto federal obligarán, tarde o temprano, a emitir deuda nueva. En ese caso, la propia demanda oficial de fondo presionará para elevar tasas”.

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