Si los chinos ahorraran menos y gastasen más, no habría problemas

Eso sostienen algunos funcionarios que van esta semana a Beijing junto con el secretario de hacienda, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Benjamin Bernanke. Pero pocos lo ven factible.

13 diciembre, 2006

Tampoco es fácil que un llamado a consumir más gastar domine los contactos entre norteamericanos y chinos, dentro de pocos días, y ponga en segundo plano las usuales presiones para dejar revaluarse al yüan. No ya sólo contra el dólar, sino contra una canasta q ue incluye desde 2005 el euro y el yen.

No obstante, es muy cierto que “los chinos actualmente ahorran un equivalente a casi la mitad del producto bruto interno. Esto es tan poco necesario como poco saludable para el comercio”, sostiene Albert Hubbard, asistente en temas económicos de George W.Bush, que viaja con Paulson. En un debate con funcionarios chinos, la semana pasada en Washington, el técnico insistía en la conveniencia de bajar la tasa de ahorro interno. “Ssomos expertos en la materia, porque la nuestra es por demás exigua”, acotó unanalista de la RF en esa ocasión.

En esta fase, la economía china se base en exportaciones, como la japonesa en los años 60 o la surcoreana desde entonces. En ambos casos, Estados Unidos no ha podido forzar cambios de curso. Sea como fuere, Beijing le vende a Washington por año US$ 200.000 millonea más de cuanto le compra. Hubbard cree que Bernanke tocará la cuestión del ahorro interno. Pero, en realidad, “la clave reside en las compras norteamericanas, no en las ventas chinas”, creen dos directores de la RF.

La visita de Paulson coincide con el quinto aniversario del ingreso chino a la Organización Mundial de Comercio. También es primer viaje del secretario luego del triunfo opositor en las elecciones parlamentarias. Amén del control de ambas cámaras, sus nuevas cabezas demócratas (la diputada Nancy Pelosi, el senador Henry Reid) son fuertes críticos de Beijing en lo tocante a derechos civiles y tienden a ser proteccionistas en materia de intercambio.

El diputado demócrata Thomas Lantos (California), nuevo jede del comité de relaciones internacionales, también preocupa a China, por su posición contraria a los juegos olímpicos estivales de 2008 en Beijing, en razón de las políticas represivas del régimen. Volviendo a temas económicos, sorprende allá que esta misión no incluya ningún demócrata. Según el “Wall Street journal” en la web, ello “sólo refleja falta de gimnasia política en Paulson y Bernanke”.

Pese a todo, existen posibilidades de mejorar un poco las relaciones económicas. La mayoría de expertos admite han ido avanzando desde diciembre de 2001, cuando China entró en la OMC. Pero Stephen Roach, analista principal de Morgan Stanley, señala que los legisladores han presentado veintisiete proyectos, en los últimos dos años, pidiendo sanciones comerciales a Beijing. Esto refleja el clima entre votantes a cuyo juicio el intercambio con oriente es demasiado costoso. Miles de puestos industriales, textilesa en particular, se han perdido a causa de la mano de obra barata .nno sólo china- y la piratería de patentes.

En general, los empresarios norteamericanos sostiene que, en vez de fijarla paridad a una canasta de monedas, Beijing debiera dejar que los mercados la definieran. Esta “distorsión”, afirman, da a los chinos una ventaja de 20% en precios. Muchos apoyan un proyecto del senador demócrata Charles Schumer (Nueva York), que busca imponer altos gravámenes a importaciones desde ese país, si éste pronto no deja fluctuar libremente el yüan.

Beijing tiene motivos para no querer una repreciación de su moneda tan drástica como pretende Schumer. Semejante medida provocaría una repentina pérdída de empleo, que emigraría a India, Vietnam, Tailandia y otros países con salarios aún más bajos. Eso promovería un malestar social generalizado.

Sin duda, Paulson y los demás abordarán otro tópicos. Por ejemplo, consumo de combustibes fósiles, efecto invernadero y transgresión sistemática de derechos intelectuales. Entretanto, si los desequilibrios comerciales se agravan, el proteccionismo podrá ser un tema en la campaña presidencial de 2008. Al coincidir con los juegos olímpicos estivales, ese tipo de disputas será amplificado.

Tampoco es fácil que un llamado a consumir más gastar domine los contactos entre norteamericanos y chinos, dentro de pocos días, y ponga en segundo plano las usuales presiones para dejar revaluarse al yüan. No ya sólo contra el dólar, sino contra una canasta q ue incluye desde 2005 el euro y el yen.

No obstante, es muy cierto que “los chinos actualmente ahorran un equivalente a casi la mitad del producto bruto interno. Esto es tan poco necesario como poco saludable para el comercio”, sostiene Albert Hubbard, asistente en temas económicos de George W.Bush, que viaja con Paulson. En un debate con funcionarios chinos, la semana pasada en Washington, el técnico insistía en la conveniencia de bajar la tasa de ahorro interno. “Ssomos expertos en la materia, porque la nuestra es por demás exigua”, acotó unanalista de la RF en esa ocasión.

En esta fase, la economía china se base en exportaciones, como la japonesa en los años 60 o la surcoreana desde entonces. En ambos casos, Estados Unidos no ha podido forzar cambios de curso. Sea como fuere, Beijing le vende a Washington por año US$ 200.000 millonea más de cuanto le compra. Hubbard cree que Bernanke tocará la cuestión del ahorro interno. Pero, en realidad, “la clave reside en las compras norteamericanas, no en las ventas chinas”, creen dos directores de la RF.

La visita de Paulson coincide con el quinto aniversario del ingreso chino a la Organización Mundial de Comercio. También es primer viaje del secretario luego del triunfo opositor en las elecciones parlamentarias. Amén del control de ambas cámaras, sus nuevas cabezas demócratas (la diputada Nancy Pelosi, el senador Henry Reid) son fuertes críticos de Beijing en lo tocante a derechos civiles y tienden a ser proteccionistas en materia de intercambio.

El diputado demócrata Thomas Lantos (California), nuevo jede del comité de relaciones internacionales, también preocupa a China, por su posición contraria a los juegos olímpicos estivales de 2008 en Beijing, en razón de las políticas represivas del régimen. Volviendo a temas económicos, sorprende allá que esta misión no incluya ningún demócrata. Según el “Wall Street journal” en la web, ello “sólo refleja falta de gimnasia política en Paulson y Bernanke”.

Pese a todo, existen posibilidades de mejorar un poco las relaciones económicas. La mayoría de expertos admite han ido avanzando desde diciembre de 2001, cuando China entró en la OMC. Pero Stephen Roach, analista principal de Morgan Stanley, señala que los legisladores han presentado veintisiete proyectos, en los últimos dos años, pidiendo sanciones comerciales a Beijing. Esto refleja el clima entre votantes a cuyo juicio el intercambio con oriente es demasiado costoso. Miles de puestos industriales, textilesa en particular, se han perdido a causa de la mano de obra barata .nno sólo china- y la piratería de patentes.

En general, los empresarios norteamericanos sostiene que, en vez de fijarla paridad a una canasta de monedas, Beijing debiera dejar que los mercados la definieran. Esta “distorsión”, afirman, da a los chinos una ventaja de 20% en precios. Muchos apoyan un proyecto del senador demócrata Charles Schumer (Nueva York), que busca imponer altos gravámenes a importaciones desde ese país, si éste pronto no deja fluctuar libremente el yüan.

Beijing tiene motivos para no querer una repreciación de su moneda tan drástica como pretende Schumer. Semejante medida provocaría una repentina pérdída de empleo, que emigraría a India, Vietnam, Tailandia y otros países con salarios aún más bajos. Eso promovería un malestar social generalizado.

Sin duda, Paulson y los demás abordarán otro tópicos. Por ejemplo, consumo de combustibes fósiles, efecto invernadero y transgresión sistemática de derechos intelectuales. Entretanto, si los desequilibrios comerciales se agravan, el proteccionismo podrá ser un tema en la campaña presidencial de 2008. Al coincidir con los juegos olímpicos estivales, ese tipo de disputas será amplificado.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades