Tomó la decisión al advertir que el contrato podría violar los principios que se fijó sobre el uso ´tico de la inteligencia artificial.
Una protesta de su propio personal en abril hizo que el motor de búsqueda pusiera límites al uso militar de su tecnología de inteligencia artificial. El Pentágono usaba sus servicios para identificar imágenes tomadas por drones.
Bajarse de esta licitación significa también que no podrá aspirar a un contrato mucho mayor para la próxima década. El Pentágono proyecta pasar gran parte de su almacenamiento interno de datos y capacidad de procesamiento a la nube, con miras a ayudar a sus comandantes militares a tomar mejores y más rápidas decisiones en el campo de batalla.
Esta decisión de Google pone de manifiesto el creciente malestar de los empleados de las grandes tecnológicas sobre la forma en que su tecnología es usada por los militares o para sostener las políticas controvertidas de la administración Trump.
Los empleados de Microsoft y de Salesforce protestaron este año por el trabajo de sus empleadores con las autoridades de inmigración.