Bernanke se opone a asistir automotrices sin intervención del congreso

Contra lo que se suponía, el presidente de la Reserva Federal no quiere inyectar fondos a Detroit sin acciones complementarias de los legisladores. Si ello no ocurre, Benjamín Bernanke no descarta restructuraciones previas bancarrotas.

9 diciembre, 2008

La entidad “sería muy renuente si el congreso, tras aprobar ayudas a esas empresas, no se involucrase en forma directa”, sostiene Bernanke en una carta al jefe del comité bancario senatorial, Christopher Dodd. Fechada el viernes 5, recién este martes llegó a los medios.

No obstante, la RF ha estado empleando facultades de emergencia para asistir a firmas de valores, bancas de inversión, fondos jubilatorios y otros actores financieros, so pretexto de mantener estabilidad en la economía real. En la misiva, Bernanke intenta defender su contradictoria postura en la materia.

El funcionario diferencia, sin mucho asidero, entre los sectores financiero e industrial. En el inglés gerencia eso suena aún más extraño, pues califica de “industrias” a ambas actividades. Además, afirma que el congreso “se halla mejor calificado para asistir industrias específicas”.

Aun si las automotrices tuviese avales suficientes, “prestar a una significaría apartarse de nuestra política monetaria. Vale decir, nos llevaría a un terreno desconocido”. Curiosa trepidaciones en quien, como universitario, se especializaba en crisis como la actual.

Por otra parte, Bernanke teme que “nuestra intervención pondría en tela de juicio a un banco central implicado en política industrial. Eso siempre ha estado lejos de sus atribuciones”. Este lenguaje llamaría la atención de los emisores europeos y orientales. Olvidando el papel activo de la RF en los colapsos de 1929/32, 1987 o 1997/8, verbigracia, estos comentarios son los primeros formulados por la máxima autoridad monetaria –una de las que no cambia con el gobierno-y no augura nada bueno para Detroit.

General Motors, Ford Motor y Chrysler (o sea Cerberus Capital Management) han solicitado agregar US$ 34.000 millones a los 25.000 millones ya otorgados para reconversión automotriz. En ese caso, provenían del departamento de energía y combustibles. Sin embargo, lo que el congreso remitió este martes a la Casa Blanca es una propuesta de emergencia por apenas US$ 15.000 millones, contra la toma de 20% en nuevas acciones por parte del estado.

La entidad “sería muy renuente si el congreso, tras aprobar ayudas a esas empresas, no se involucrase en forma directa”, sostiene Bernanke en una carta al jefe del comité bancario senatorial, Christopher Dodd. Fechada el viernes 5, recién este martes llegó a los medios.
<p>No obstante, la RF ha estado empleando facultades de emergencia para asistir a firmas de valores, bancas de inversi&oacute;n, fondos jubilatorios y otros actores financieros, so pretexto de mantener estabilidad en la econom&iacute;a real. En la misiva, Bernanke intenta defender su contradictoria postura en la materia.</p>
<p>El funcionario diferencia, sin mucho asidero, entre los sectores financiero e industrial. En el ingl&eacute;s gerencia eso suena a&uacute;n m&aacute;s extra&ntilde;o, pues califica de &ldquo;industrias&rdquo; a ambas actividades. Adem&aacute;s, afirma que el congreso &ldquo;se halla mejor calificado para asistir industrias espec&iacute;ficas&rdquo;. Aun si las automotrices tuviese avales suficientes, &ldquo;prestar a una significar&iacute;a apartarse de nuestra pol&iacute;tica monetaria. Vale decir, nos llevar&iacute;a a un terreno desconocido&rdquo;. Curiosa trepidaciones en quien, como universitario, se especializaba en crisis como la actual.</p>
<p>Por otra parte, Bernanke teme que &ldquo;nuestra intervenci&oacute;n pondr&iacute;a en tela de juicio a un banco central implicado en pol&iacute;tica industrial. Eso siempre ha estado lejos de sus atribuciones&rdquo;. Este lenguaje llamar&iacute;a la atenci&oacute;n de los emisores europeos y orientales. Olvidando el papel activo de la RF en los colapsos de 1929/32, 1987 o 1997/8, verbigracia, estos comentarios son los primeros formulados por la m&aacute;xima autoridad monetaria &ndash;una de las que no cambia con el gobierno-y no augura nada bueno para Detroit.</p>
<p>General Motors, Ford Motor y Chrysler (o sea Cerberus Capital Management) han solicitado agregar US$ 34.000 millones a los 25.000 millones ya otorgados para reconversi&oacute;n automotriz. En ese caso, proven&iacute;an del departamento de energ&iacute;a y combustibles. Sin embargo, lo que el congreso remiti&oacute; este martes a la Casa Blanca es una propuesta de emergencia por apenas US$ 15.000 millones, contra la toma de 20% en nuevas acciones por parte del estado.</p>
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