Las CGT estudian unirse

Frente a la inminente firma del decreto desregulatorio de las obras sociales, las centrales obreras planean unificarse y encarar una estrategia de lucha.

27 noviembre, 2000

Los líderes de la CGT “oficial” y la “rebelde” están en pleno proceso de negociación con el fin de unificarse y atacar al gobierno por la desregulación de las obras sociales.

La intención de Chrystian Colombo es que mañana (martes 28) en la reunión de gabinete, se firme el decreto que completa la desregulación.

Los sindicatos, por su parte, preparan una marcha sobre Plaza de Mayo para el 9 ó el 12 de diciembre.

El paro de 36 horas del jueves y viernes pasados fue decisivo para determinar el curso que tomarían los hechos.

Fortaleció al ala más dura del gobierno frente a los sindicatos, que para la desregulación de las obras sociales estuvo representada por Pablo Gerchunoff.

Retrocedió, en cambio, el sector que buscó durante meses un acuerdo con los gremios «dialoguistas», es decir, el ministro de Salud Héctor Lombardo, y el superintendente del Sistema de Salud, Rubén Cano.

Si Gerchunoff presionó porque la desregulación sea completa, Lombardo y Cano quisieron limitarla a la franja de aportantes de mayores ingresos, agrupados en las obras sociales de personal de dirección.

Con el paro debajo de su ventana, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, zanjó la discusión en favor de Gerchunoff y anunció: la desregulación va a ser completa.

La duda es cuántas empresas de medicina privada se inscribirán para captar afiliados con una grantía de $ 20 mensuales per capita, para el programa básico.

El otro aspecto que se regulará con el nuevo decreto tiene que ver con la afiliación que deben realizar quienes acceden a su primer trabajo.

Será decidido en favor de los sindicalistas, ya que el decreto dispondría que quien ingresa a su primer empleo debe afiliarse por un período limitado (casi seguramente 6 meses) a la obra social de su propio gremio.

La nueva reglamentación no impide las asociaciones entre obras sociales y prepagas; condición atractiva para ambos protagonistas del sistema.

Para los gremialistas, porque la competencia no se hará sobre la base de su extinción como empresarios de la salud; para los privados, porque no deberán captar afiliados individualmente.

Los líderes de la CGT “oficial” y la “rebelde” están en pleno proceso de negociación con el fin de unificarse y atacar al gobierno por la desregulación de las obras sociales.

La intención de Chrystian Colombo es que mañana (martes 28) en la reunión de gabinete, se firme el decreto que completa la desregulación.

Los sindicatos, por su parte, preparan una marcha sobre Plaza de Mayo para el 9 ó el 12 de diciembre.

El paro de 36 horas del jueves y viernes pasados fue decisivo para determinar el curso que tomarían los hechos.

Fortaleció al ala más dura del gobierno frente a los sindicatos, que para la desregulación de las obras sociales estuvo representada por Pablo Gerchunoff.

Retrocedió, en cambio, el sector que buscó durante meses un acuerdo con los gremios «dialoguistas», es decir, el ministro de Salud Héctor Lombardo, y el superintendente del Sistema de Salud, Rubén Cano.

Si Gerchunoff presionó porque la desregulación sea completa, Lombardo y Cano quisieron limitarla a la franja de aportantes de mayores ingresos, agrupados en las obras sociales de personal de dirección.

Con el paro debajo de su ventana, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, zanjó la discusión en favor de Gerchunoff y anunció: la desregulación va a ser completa.

La duda es cuántas empresas de medicina privada se inscribirán para captar afiliados con una grantía de $ 20 mensuales per capita, para el programa básico.

El otro aspecto que se regulará con el nuevo decreto tiene que ver con la afiliación que deben realizar quienes acceden a su primer trabajo.

Será decidido en favor de los sindicalistas, ya que el decreto dispondría que quien ingresa a su primer empleo debe afiliarse por un período limitado (casi seguramente 6 meses) a la obra social de su propio gremio.

La nueva reglamentación no impide las asociaciones entre obras sociales y prepagas; condición atractiva para ambos protagonistas del sistema.

Para los gremialistas, porque la competencia no se hará sobre la base de su extinción como empresarios de la salud; para los privados, porque no deberán captar afiliados individualmente.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades