Análisis semanal de Wall Street

La caída de Intel, la intervención del G-7 sobre el euro y la actuación de EE.UU. para bajar el precio del petróleo fueron algunos de los hechos que determinaron la tendencia alcista del Nasdaq y las bajas del Dow Jones.

25 septiembre, 2000

Los mercados transcurrieron la semana sin tendencia a pesar de los datos favorables sobre la inflación en Estados Unidos (CPI y PPI) publicados a fin de la semana pasada que confirman que la economía estadounidense comenzó un aterrizaje muy suave.

De la observación de las curvas semanales surge que existió una fuerte rotación de activos con el Nasdaq subiendo y el Dow Jones bajando y viceversa.

Una muestra de la incertidumbre del mercado la da el hecho que el Bank of America bajo la calificación de Intel de comprar (buy) a mejor que el mercado (outperformed) la semana pasada para revertirla a comienzos de la semana antes del derrumbe de su precio el jueves 21.

En este contexto, durante la semana se destacó la caída de valor de la acción de Intel –analizada en la acción de la semana–.

Otro de los hechos relevantes fue la intervención del G-7 para sostener el valor del euro. Estados Unidos, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá utilizaron un fondo de US$ 10.000 millones para estabilizar el valor del euro que cayo de 1,18 cuando fue lanzado en enero de 1999, a US$ 0,84 por euro el 21 de septiembre.

El peligro de este desbalance fue anticipado por el autor de esta nota, en la carta del lector publicada en Business Week del 12 de junio de este año al advertir que no seria necesario un aumento de tasas para contener la suba de los índices de inflación en Estados Unidos y fue acelerado por el aumento de tasa de descuento de 500 puntos básicos establecida por la Reserva Federal a fines de Junio de este año.

La intervención hizo subir el valor del euro de 0,84 a 0,88 para luego bajar a 0,87 al final de la rueda. El éxito de esta intervención aun esta en duda. Los próximos días servirán para aclarar el panorama.

También se destacó en la semana la intervención del la Secretaria de Energía de Estados Unidos para bajar el precio del petróleo. La Secretaria de Energía utilizara 30 millones de barriles de petróleo (Bbl) de la reserva estratégica de 570 millones Bbl en entregas de un millón diario para bajar el precio del petróleo. Las empresas que lo utilicen deberán retornar el producto a la reserva estratégica en el futuro.

Estados Unidos consume aproximadamente 19 millones de Bbl diarios por lo que el monto previsto de la intervención alcanza a un día y medio de consumo. El petróleo WTI bajo de un pico de US$ 37 a 32.68 por barril al final de la semana.

A mediano plazo, el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos continua con su impacto en la economía mundial produciendo desequilibrios en el valor de las monedas. Se comienzan a escuchar algunas voces que predicen que la próxima movida de la Reserva Federal seria hacia un descenso de tasas. Algunos analistas económicos están comenzando a atribuir el boom bursátil y el leve aumento del CPI-PPI de comienzos del año a un aumento del circulante motivado por la histeria del Y2K por lo que los aumentos de tasas de interés no hubiesen sido necesarias una vez reabsorbido dicho aumento.

El mercado continúa exigiendo a las empresas de la nueva economía resultados comparables a las empresas tradicionales fundamentalmente un buen nivel de ganancias crecientes. Continua la susceptibilidad a los alertas sobre ganancias. Se consolida la creencia de que los resultados de las empresas de tecnología se verán afectadas por el ciclo económico.

La Reserva Federal reconoce el impacto de las inversiones en tecnología como generadoras de un aumento de la productividad en la tecnología y el impacto de ese hecho en moderar el crecimiento de los precios manteniendo al mismo tiempo una alta ocupación de mano de obra.

A corto plazo, el aumento del precio del petróleo, la desvalorización del resto de las monedas respecto del dólar y las ganancias del tercer trimestre están pesando sobre el mercado impidiendo la toma de un rumbo cierto. Lo anterior, sumado a una caída en el rendimiento de las inversiones bursátiles durante el año hace que los operadores actúen con gran susceptibilidad ante la posibilidad de un descenso en los valores accionarios produciendo grandes oscilaciones en los precios ejemplificado por los casos de Agilent, E.Lilly, e Intel.

Es probable que durante esta semana las acciones del G-7 y la Reserva Estratégica provoquen un aumento de los índices Dow y Nasdaq.

La tendencia a mediano plazo estará determinada por los niveles de ganancia del tercer trimestre a ser reportados durante en mes de octubre. Continuara la volatilidad y la sensibilidad hacia alertas por ganancias.

D. H. Carranza

Los mercados transcurrieron la semana sin tendencia a pesar de los datos favorables sobre la inflación en Estados Unidos (CPI y PPI) publicados a fin de la semana pasada que confirman que la economía estadounidense comenzó un aterrizaje muy suave.

De la observación de las curvas semanales surge que existió una fuerte rotación de activos con el Nasdaq subiendo y el Dow Jones bajando y viceversa.

Una muestra de la incertidumbre del mercado la da el hecho que el Bank of America bajo la calificación de Intel de comprar (buy) a mejor que el mercado (outperformed) la semana pasada para revertirla a comienzos de la semana antes del derrumbe de su precio el jueves 21.

En este contexto, durante la semana se destacó la caída de valor de la acción de Intel –analizada en la acción de la semana–.

Otro de los hechos relevantes fue la intervención del G-7 para sostener el valor del euro. Estados Unidos, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá utilizaron un fondo de US$ 10.000 millones para estabilizar el valor del euro que cayo de 1,18 cuando fue lanzado en enero de 1999, a US$ 0,84 por euro el 21 de septiembre.

El peligro de este desbalance fue anticipado por el autor de esta nota, en la carta del lector publicada en Business Week del 12 de junio de este año al advertir que no seria necesario un aumento de tasas para contener la suba de los índices de inflación en Estados Unidos y fue acelerado por el aumento de tasa de descuento de 500 puntos básicos establecida por la Reserva Federal a fines de Junio de este año.

La intervención hizo subir el valor del euro de 0,84 a 0,88 para luego bajar a 0,87 al final de la rueda. El éxito de esta intervención aun esta en duda. Los próximos días servirán para aclarar el panorama.

También se destacó en la semana la intervención del la Secretaria de Energía de Estados Unidos para bajar el precio del petróleo. La Secretaria de Energía utilizara 30 millones de barriles de petróleo (Bbl) de la reserva estratégica de 570 millones Bbl en entregas de un millón diario para bajar el precio del petróleo. Las empresas que lo utilicen deberán retornar el producto a la reserva estratégica en el futuro.

Estados Unidos consume aproximadamente 19 millones de Bbl diarios por lo que el monto previsto de la intervención alcanza a un día y medio de consumo. El petróleo WTI bajo de un pico de US$ 37 a 32.68 por barril al final de la semana.

A mediano plazo, el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos continua con su impacto en la economía mundial produciendo desequilibrios en el valor de las monedas. Se comienzan a escuchar algunas voces que predicen que la próxima movida de la Reserva Federal seria hacia un descenso de tasas. Algunos analistas económicos están comenzando a atribuir el boom bursátil y el leve aumento del CPI-PPI de comienzos del año a un aumento del circulante motivado por la histeria del Y2K por lo que los aumentos de tasas de interés no hubiesen sido necesarias una vez reabsorbido dicho aumento.

El mercado continúa exigiendo a las empresas de la nueva economía resultados comparables a las empresas tradicionales fundamentalmente un buen nivel de ganancias crecientes. Continua la susceptibilidad a los alertas sobre ganancias. Se consolida la creencia de que los resultados de las empresas de tecnología se verán afectadas por el ciclo económico.

La Reserva Federal reconoce el impacto de las inversiones en tecnología como generadoras de un aumento de la productividad en la tecnología y el impacto de ese hecho en moderar el crecimiento de los precios manteniendo al mismo tiempo una alta ocupación de mano de obra.

A corto plazo, el aumento del precio del petróleo, la desvalorización del resto de las monedas respecto del dólar y las ganancias del tercer trimestre están pesando sobre el mercado impidiendo la toma de un rumbo cierto. Lo anterior, sumado a una caída en el rendimiento de las inversiones bursátiles durante el año hace que los operadores actúen con gran susceptibilidad ante la posibilidad de un descenso en los valores accionarios produciendo grandes oscilaciones en los precios ejemplificado por los casos de Agilent, E.Lilly, e Intel.

Es probable que durante esta semana las acciones del G-7 y la Reserva Estratégica provoquen un aumento de los índices Dow y Nasdaq.

La tendencia a mediano plazo estará determinada por los niveles de ganancia del tercer trimestre a ser reportados durante en mes de octubre. Continuara la volatilidad y la sensibilidad hacia alertas por ganancias.

D. H. Carranza

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