Se renueva el gran debate: ¿fin de la globalización?
Tras la crisis financiera mundial de 2007, una tendencia a la globalización que llevaba décadas manifestándose empezó a invertir su curso.
Ahora, después de que la pandemia de COVID-19 colapsara las cadenas de suministro algo ha cambiado.
(Por no mencionar la invasión de Rusia en Ucrania y una incipiente guerra fría entre Estados Unidos y China). El mundo parece estar apostando por la política industrial. Además, los países están mirando hacia dentro en lugar de dar prioridad al comercio.¿Qué significa esta nueva era para el mundo?
Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional, asegura que aislarse del mundo tiene consecuencias. Este enfoque político, defendido por el presidente estadounidense Joe Biden y su predecesor, Donald Trump, se basa en “cuatro profundas falacias analíticas”, dice Posen, y es malo para todo, desde la prosperidad global hasta la búsqueda de la descarbonización.
Eswar Prasad, profesor de política comercial en la Escuela Dyson de Cornell, está de acuerdo y afirma que los países más pobres se llevarán la peor parte de la retracción de los más ricos. En una conversación con el redactor jefe de FP, Ravi Agrawal, la Representante de Comercio de EE.UU., Katherine Tai, refuta las críticas a la política industrial de la Administración, señalando que es en parte resultado de la propia política, formulada en “interés de toda América”.
