El glaciar limentaba el río Slims que luego fluía hacia el norte al mar de Bering. Pero se retrajo tanto que el agua cambió de curso, su unió al río Kaskawulsh y luye al sur hacia el golfo de Alaska.
La captura del caudal de un río por otro , como lo documenta un estudio de la Universidad de Washington Tacoma, es el primer caso de piratería de ríos de los tiempos modernos.
“Los geólogos han visto piratería de ríos, pero nadie que se sepa ha documentado que ocurriera en nuestros días” dijo Dan Shugar, un geocientífico de la Universidad de Washington Tacoma.
Shugar y los coautores Jim Best, de la Universidad de Illinois y John Clague, de la Universidad Simon Fraser de Canadá, habían planeado el trabajo de campo el verano pasado en el río Slims, un sistema geológicamente activo que alimenta el lago Kluane en la región canadiense de Yukón. Cuando llegaron, el río ya no fluía. Los indicadores muestran una caída abrupta de su caudal durante cuatro días, entre el 26 y el 29 de mayo de 2016. El río, que tenía 150 metros de ancho en algunas zonas y tres metros de profundidad, había prácticamente desaparecido.
Los datos históricos sugieren que normalmente se necesitan miles de años para que un proceso natural de esta naturaleza se produzca, pero en esta ocasión el cambio climático ha vuelto a cambiar los ritmos naturales. El origen de este episodio se debe a que el calentamiento climático ha provocado la contracción del glaciar Kaskawulsh, en Yukon, el más occidental de los tres territorios del norte de Canadá, y a que el curso del agua procedente de este derretimiento del glaciar se ha orientado en otra dirección. En vez de dirigirse al mar de Bering, el agua procedente del glaciar se ha dirigido hacia el golfo de Alaska y luego al océano Pacífico. Que un río haya sin más desaparecido en pocos días se considera un plazo “geológicamente instantáneo”, con un efecto susceptible de ser permanente.