Una buena noche de sueño es increíblemente buena para la salud, tanto como una dieta balanceada y hacer ejercicio. También tiene otros beneficios que van más allá de no tener ojeras y sentirse descansado. Lamentablemente nuestra cultura no apoya ni promueve la importancia de dormir como corresponde. Quizás podamos cambiar las cosas si nombramos estos innegables cinco beneficios de tener una buena noche de sueño.
Dormir mal nos hace engordar
Los estudios médicos indican que dormir mal está relacionado con el sobrepeso. La gente que duerme poco por ejemplo tiende a ganar significativamente más peso que los que duermen alrededor de 8 horas diarias. Lo que es más, las noches que pasamos en vela son uno de los mayores factores de riesgo para la obesidad. En un masivo estudio se descubrió que los niños y adultos que duermen poco y mal son entre un 89% y un 55% más proclives a ser obesos. Se supone que la falta de sueño interfiere con algunos procesos hormonales y además desmotiva a las personas a hacer ejercicio.
Los que duermen bien consumen menos calorías
De acuerdo a los estudios científicos, los individuos que se ven privados del sueño tienden a consumir más calorías. Al dormir poco y mal, se trastocan las fluctuaciones diarias normales entre el apetito y la saciedad y algunos procesos hormonales. Esto incluye mayores niveles de grelina, una hormona que estimula el apetito, y niveles reducidos de la leptina, la hormona que suprime el apetito
Dormir bien mejora la concentración y la productividad
Como dormir es importante para varias funciones mentales como la cognición, la concentración una buena noche de sueño mejor la productividad y la performance intelecutal. Un estudio demostró que los internos de un hospital cometían hasta un 36% más de errores médicos graves cuando estaban privados del sueño que sus contrapartes que habían dormido bien. Lo que es más, otro estudio encontró que dormir mal impacta negativamente en el cerebro y sus funciones casi de la misma forma que lo hace un intoxicación con alcohol.
Dormir mal aumenta el riesgo cardíaco
Las personas que duerman mal, ya sea por que duermen poco o con un sueño interrumpido, tiene mayores riesgos de padecer enfermedades cardíacas incluidos los infartos. Una reseña de quince estudios al respecto concluyó que dormir entre 7 y 8 horas por día evita este factor de riesgo.
Dormir mal está relacionado con la depresión
No sólo la depresión sino varias otras enfermedades y trastornos mentales están relacionados con un sueño de baja calidad. Se estima que hasta un 90% de los pacientes con depresión se queja de su falta de sueño y, lo que es peor, otro estudio relaciona la falta de sueño con tendencias suicidas. La relación también se ve cuando notamos que las personas con desordenes del sueño, como insomnio o apnea, también son más proclives a estar deprimidos.