Talento: consejos del chino más rico

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Ver los errores como necesarios en el crecimiento personal y no como algo a penalizar.

Circula en las redes una entrevista que le hicieron a Jack Ma, dueño del sitio Alibaba.com, delante de un centenar de jóvenes. Sus consejos, tan sensatos como disruptivos, ponen en “jaque” muchos preconceptos y creencias que tienen las empresas sobre lo que deben hacer para motivar a sus empleados como así también para retenerlos.

 

Por Mario A. Julio (*)

 

Entre ellas, “alentar a los jóvenes de entre 20 a 30 años a cometer errores”; “no sólo la tolerancia sino el incentivo a cometer errores”. Todo ello representa un desafío poco experimentado por las empresas hoy en día.

Ma destaca que, para las personas de entre 20 a 30 años, no es importante la empresa en la que se trabaja sino el jefe al que uno sigue. Las nuevas generaciones se identifican no solo con su empresa, sino probablemente y, en mayor medida, con su líder. Es por eso que un buen jefe, que se ocupa de hacer crecer, madurar y mejorar a su gente, suele tener índices bajos de rotación de personal. Los verdaderos líderes entablan vínculos de confianza duraderos.

Los departamentos de Recursos Humanos deben no solo desarrollar herramientas para que las personas se identifiquen con la empresa, sino también deben trabajar para tener mejores jefes, mejores gerentes, ya que los jóvenes se identificarán con ellos dependiendo de sus características personales. Lo importante es saber que no hay una política de recursos humanos que pueda compensar la desmotivación que siente un joven trabajando con un mal jefe. No hay identificación posible con una empresa cuando primero no hubo identificación con el líder. Por ende, los jefes, aparte de ejercer la autoridad inherente a su cargo, deberán poner el foco en las relaciones interpersonales y el crecimiento de su gente y también generar resultados.

 

Generar consenso

 

El líder debe mostrarse positivo, optimista y habilitador, aspectos que deberán equilibrarse con la necesidad de generar acción y resultados concretos en el corto plazo. Debe generar consenso y contener, que deberá equilibrarse con el coraje que muchas veces es necesario para tomar decisiones que pueden ser “impopulares”. Los verdaderos líderes comprenden cómo estas fuerzas opuestas tensionan. El sano equilibrio pasará por tener la capacidad de identificar lo necesario en cada momento, y ejecutarlo siempre dentro de un contexto de responsabilidad y con miras a “hacer lo correcto”.

En este proceso, los errores serán muchos y necesarios. Un adecuado equilibrio entre aceptar y dejar que las cosas fluyan, versus interceder y actuar es, creo, el mayor desafío que deberá aprender a transitar todo líder de una organización. El equilibrio entre autoridad, excelente relacionamiento, habilidad para poner límites, motivar y generar resultados, es lo que hará que ese líder sea como un imán para su gente. Eso es lo que las nuevas generaciones buscan en las empresas.

(*) Socio de PwC Argentina y Gerente General del Service Delivery Center.

 

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