<p>En el futuro de la publicidad no hay nuevas reglas, ni innovación ni nuevas definiciones de conducta del consumidor ni el concepto de que estamos ante nuevos consumidores a causa de la tecnología. Sólo se tiene que dedicar a decir la verdad.</p>
<p>Lo dice Jonathan Salem Baskin, un publicitario norteamericano de los de antes, convencido de que los publicitarios deben reconocer la única razón por la cual las empresas siempre gastaron dinero en comunicaciones, que es vender cosas. Y la mejor manera de vender cosas es decir la verdad. Creativamente, dramáticamente, persuasivamente, pero siempre la verdad y de forma de asegurar que la gente comprenda y confíe. <br />
<br />
La verdad es la razón por la cual la gente decide comprar cosas, está satisfecha con sus compras y se convierte en cliente leal. Es por eso que funcionaban los avisos hace 50 años que funcionarán dentro de 50 años. La verdad es la clave para hacer publicidad, toda la publicidad, en cualquier canal, es otra vez el denominador común en la relación con los clientes <br />
<br />
¿Por qué es la clave? Porque hoy muchos consumidores no le creen a la publicidad, o sea, ese discurso por el que las marcas pagan. <br />
<br />
“La verdad es que de cualquier manera que les hablemos, lo hacemos porque queremos venderles cosas, no porque queremos ser sus amigos, o entretenerlos o cambiar el mundo. ¿Y saben qué? Los consumidores lo saben. Seguro que les gusta reírse o apreciar una opinión bien argumentada, pero fundamentalmente buscan la verdad de las marcas, que se reduce al quién, qué, dónde, cuándo y por qué de los productos y servicios. Tenemos la oportunidad de usar la publicidad para contribuir a esa comprensión. Sólo que a veces somos demasiado inteligentes para eso”. <br />
<br />
El problema es que lo opuesto de la verdad en publicidad no es falsedad, es la ausencia de verdad. Es algo lindo, gracioso, sexy, es neutral en significado. <br />
<br />
El argumento a favor de la verdad no requiere un debate filosófico. Ocurre que la verdad tiene cualidades específicas, como reconocer la realidad y narrar acciones reales. La verdad tiene dimensiones, como su utilidad inmediata y su confiabilidad en el tiempo. Hay muchas marcas en el mundo enviando publicidad verídica, aunque no hablen de la verdad en sí. Hay que copiarlas y avanzar por el camino básico que combina arte y ciencia para informar e inspirar a la gente. Se gasta demasiado dinero para no hacer eso. <br />
<em>El autor publicó su columna en forma de carta en Advertising Age.</em></p>
Publicidad, con la verdad en la mano
La mejor manera de hacer publicidad es decir la verdad. Los consumidores responden a la verdad. Esa es la razón por la cual la gente decide comprar cosas.