El Banco Mundial analizó los factores que frenan la fuerza económica del sector empresarial latinoamericano y caribeño, como parte de un informe titulado “El emprendimiento en América Latina: muchas empresas y poca innovación”, mediante un estudio elaborado por la Oficina del economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Augusto de la Torre, y presentado ayer en Miami.
La escasez de innovación alcanza tanto a las empresas exportadoras y las multinacionales –las ‘multilatinas’-, consideradas como ‘las estrellas emprendedoras de la región’.
Entre las razones enumeradas en el informe se cuentan la deficiencia en la formación del capital humano, la baja competitividad de los servicios básicos -como la comunicación, el transporte y la logística- y un entorno económico e institucional desfavorable.
“Aparentemente, los inversores se sienten menos seguros que en otras regiones porque las reglas de juego cambian con demasiada frecuencia y los sistemas judiciales no se han modernizado para tratar temas relacionados como la propiedad empresarial”, explicó el economista Augusto de la Torre.
La suma de estos factores no solo afecta la productividad y el crecimiento de las empresas de la región -que en promedio tienen un tercio del tamaño de las empresas de los países de ingreso mediano de Asia oriental y el Pacífico, en el caso de aquellas con más de 40 años de antigüedad–, sino que incide en su capacidad para generar empleos de calidad que impulsen el desarrollo.
“Incluso las empresas más grandes de América Latina generan menos empleo que las empresas más grandes de otras regiones. Desde el punto de vista de las políticas, es fundamental plantearse cómo abordar la brecha en el crecimiento de las empresas y, para lograrlo, hay que cambiar el paradigma actual que enfatiza el apoyo a las empresas pequeñas por uno que se centre en el respaldo a las empresas jóvenes y de nueva creación”, recomiendan los especialistas del Banco Mundial, en un contexto en el que los Gobiernos han tendido a patrocinar programas de respaldo a pequeñas y medianas empresas, las PYME.
La calidad de la educación es clave para la construcción de un entorno favorable al emprendimiento innovador, además de las leyes claras y fiables y de políticas que promuevan en igual medida la competencia y la investigación
El informe del Banco Mundial refleja que la región carece del tipo de capital humano más propenso a generar emprendimiento innovador y abunda en profesionales dedicados a analizar los problemas más apremiantes de las sociedades latinoamericanas: faltan ingenieros y científicos, mientras cunden los economistas, los abogados, los sociólogos.
Por ejemplo, la cantidad de ingenieros en los países de América Latina y el Caribe se encuentra por debajo de la media a la que se podría aspirar, de acuerdo con el nivel de desarrollo actual de la región; esto ocurre, incluso, en los países más avanzados como Brasil, Chile, Colombia y México.
También en este sentido, el cambio de paradigma es apremiante, sostiene Augusto de la Torre: “El desafío de la reforma educativa debe enfrentarse cuanto antes, no hay que esperar una generación para hacerlo”.