Los misterios de la creatividad

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 La creatividad es uno de los procesos más misteriosos que emprende el cerebro humano. A pesar de haber sito estudiada por todo tipo de personas, desde filósofos hasta neurocientíficos, no estamos todavía ni cerca de entender cómo funciona. 

Las empresas buscan constantemente contratar gente creativa, no solo para trabajar en investigación, desarrollo e innovación, sino como pensadores y solucionadores de problemas capaces de desentrañar las complejidades del management cotidiano.

Pero como consecuencia de esta falta de comprensión sobre qué es creatividad, luego las empresas no logran aprovecharlos bien. Según David Burkus en su libro Los mitos de la creatividad, se ha creado toda una mitología alrededor del concepto creatividad. Los griegos de la antigüedad, por ejemplo, creían que creatividad era una fuerza divina concedida sólo a los pocos favorecidos por los dioses. Esos “creativos” eran entonces admirados por el resto como héroes. Buskus dice que todavía hoy seguimos adscribiendo a esos mitos.

Seguimos creyendo en la “chispa” divina, en el “momento eureka” cuando alguien tiene una gran idea. Seguimos creyendo que los creativos son genuinos talentos, solitarios que sólo pueden dar lo mejor de sí trabajando en solitario. Y seguimos creyendo que las grandes ideas siempre se van a reconocer. Buskus, que es profesor de management de la Oral Roberts University en Tulsa, Oklahoma, dice que nada de esto es cierto.

A lo largo de los 10 capítulos de su libro, hace añicos los mitos de la creatividad. No hay ni chispa ni momento de la verdad, dice. La verdadera creatividad es un proceso iterativo , que suele consistir en pequeños cambios incrementales y desarrollos de una idea existente. Los creativos rara vez florecen en aislamiento. En realidad, los grupos son mejores que los individuos para la creatividad. Las grandes ideas no siempre son reconocidas desde el inicio; a algunas les lleva años lograr ser reconocidas y otras caen en la oscuridad para siempre.

Buskus también destruye la idea de que las empresas pueden incentivar la creatividad. Dice que no existen pruebas de que esos esfuerzos resulten en más innovación. A l os creativos los motiva el trabajo mismo, que suelen encontrar personalmente satisfactorio. Los motivadores extrínsecos juegan un rol relativamente pequeño en sus vidas. La respuesta, según Burkus, es darles el trabajo que quieren hacer, que encuentran satisfactorio.

Según otro mito, la creatividad requiere libertad. Todo lo contrario, dice Burkus, la gente creativa necesita algún obstáculo para patear. Si se les da total libertad, tienden a perder foco. Si se les pone una barrera intentarán derribarla.

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