El temor es el común denominador en la sociedad actual. Muchos especialistas en marketing apuestan a una creciente sensación de vulnerabilidad. El sentido de que el peligro acecha a la vuelta de la esquina genera ganancias para algunos, provoca cambios de diseño para otros y crea nuevas oportunidades de negocios para los empresarios emprendedores.
Los productos destinados a proteger de toda forma de peligro, real o imaginario, continuarán vendiéndose como pan caliente.
Las empresas de limusinas están disfrutando de un boom que deriva del miedo de muchas mujeres ejecutivas que temen por su seguridad mientras viajan. Mujeres que ya no toman un taxi en una ciudad extraña porque se sienten más seguras si alguien las va a buscar al aeropuerto y las acompaña hasta su lugar de destino.
Una de las últimas olas de tiroteos en las escuelas de Estados Unidos no sólo ha generado reclamos de mayor seguridad sino que ha producido un aumento de entre 15 y 20% en la cantidad de chicos que hoy estudian en su casa.
En California, una consultora gana más de US$ 100.000 al año por ir a la casa de sus clientes y gatear como bebé para identificar los potenciales peligros que podrían afectar su salud.
Mientras tanto, cada vez son más los ciudadanos y ciudadanas que llevan puesto un desfibrilador portátil para evitar la remotísima posibilidad de sufrir un ataque cardíaco súbito.
En campaña por el bien común
Shell Oil quiere que todos los conductores se sientan un poco más seguros en las rutas. Su primera campaña publicitaria en 15 años estuvo integrada por comerciales de televisión y folletos gratuitos con instrucciones para saber manejar situaciones peligrosas.
Lo interesante es que la campaña no menciona los productos Shell. Pero la empresa considera que fue exitosa, a juzgar por las 5.000 comunicaciones no pedidas que recibió de conductores que dijeron haber seguido sus consejos para salir de situaciones peligrosas. Shell proyecta utilizar la misma campaña en los 12 países donde opera.
Fortalezas sobre ruedas
La industria automotriz está lanzando una campaña de seguridad, basada en cambios de diseño. Si los autos de hoy vienen repletos de dispositivos de seguridad, los del futuro serán invulnerables. Acura tiene un nuevo control de crucero adaptable capaz de detectar objetos en la trayectoria del auto y ajustar su velocidad conforme a ello.
Para fin de año, las automotrices esperan introducir airbags inteligentes que se inflen según la altura y el peso de los ocupantes. GM está trabajando en un paragolpes activo que no sólo absorbe los impactos sino que sirve realmente como almohadón porque puede percibir un golpe inminente y extenderse para demorar el impacto.
Y virtualmente todas las automotrices están trabajando en la fabricación de vehículos tan impenetrables como fortalezas. Las llaves de metal tienen los días contados: los autos del futuro se abrirán con tecnología de huellas digitales, señales de radio y tecnología infrarroja.
En Europa, el Mercedes Clase S está probando una llave que parece una tarjeta de crédito. El auto percibe cuando se acerca el conductor y automáticamente se abre la puerta cuando la toca.
Para quienes viajan por negocios, mejor las armaduras
El viajero de negocios tiene tres preocupaciones fundamentales, según Quark International, empresa vendedora de productos de seguridad con sede en Nueva York: la seguridad física personal, los robos contra las propiedades y los robos de información. Más allá de esto, cada uno de los clientes de Quark es único. Y la empresa está preparada para satisfacer las necesidades de seguridad de cada uno.
Entre los productos que vende Quark está un auto blindado (US$ 60.000), un impermeable a prueba de balas (US$ 3.500), un paraguas a prueba de balas (US$ 3.500) y un transmisor de rastreo escondido en un cinturón (US$ 6.500) por si la persona que lo usa fuera secuestrada.
Pero, por cada cliente sofisticado de Quark hay docenas de individuos con necesidades de seguridad menos costosas, tales como evitar a los carteristas y ladrones de computadoras laptop. He aquí algunos artículos:
Riñoneras equipadas con cables de acero inoxidable escondidos en fajas a la cintura y broches de protección para impedir que los ladrones las arranquen y salgan corriendo.
La Alarma a Corta Distancia, integrada por un pequeño transmisor que puede colocarse dentro del equipaje de mano y conectarse a un receptor en el cinturón del dueño. Cuando el transmisor está a más de seis metros del receptor, sueña una alarma estridente.
La Traba para Puertas destinada al Viajante, integrada por un robusto gancho metálico, una placa ajustable y una cerradura con combinación para asegurar las puertas de los hoteles y los cajones de la cómoda.
El temor es, sin duda, una fuerza arrolladora que continuará creando oportunidades para los empresarios con imaginación.
El temor es el común denominador en la sociedad actual. Muchos especialistas en marketing apuestan a una creciente sensación de vulnerabilidad. El sentido de que el peligro acecha a la vuelta de la esquina genera ganancias para algunos, provoca cambios de diseño para otros y crea nuevas oportunidades de negocios para los empresarios emprendedores.
Los productos destinados a proteger de toda forma de peligro, real o imaginario, continuarán vendiéndose como pan caliente.
Las empresas de limusinas están disfrutando de un boom que deriva del miedo de muchas mujeres ejecutivas que temen por su seguridad mientras viajan. Mujeres que ya no toman un taxi en una ciudad extraña porque se sienten más seguras si alguien las va a buscar al aeropuerto y las acompaña hasta su lugar de destino.
Una de las últimas olas de tiroteos en las escuelas de Estados Unidos no sólo ha generado reclamos de mayor seguridad sino que ha producido un aumento de entre 15 y 20% en la cantidad de chicos que hoy estudian en su casa.
En California, una consultora gana más de US$ 100.000 al año por ir a la casa de sus clientes y gatear como bebé para identificar los potenciales peligros que podrían afectar su salud.
Mientras tanto, cada vez son más los ciudadanos y ciudadanas que llevan puesto un desfibrilador portátil para evitar la remotísima posibilidad de sufrir un ataque cardíaco súbito.
En campaña por el bien común
Shell Oil quiere que todos los conductores se sientan un poco más seguros en las rutas. Su primera campaña publicitaria en 15 años estuvo integrada por comerciales de televisión y folletos gratuitos con instrucciones para saber manejar situaciones peligrosas.
Lo interesante es que la campaña no menciona los productos Shell. Pero la empresa considera que fue exitosa, a juzgar por las 5.000 comunicaciones no pedidas que recibió de conductores que dijeron haber seguido sus consejos para salir de situaciones peligrosas. Shell proyecta utilizar la misma campaña en los 12 países donde opera.
Fortalezas sobre ruedas
La industria automotriz está lanzando una campaña de seguridad, basada en cambios de diseño. Si los autos de hoy vienen repletos de dispositivos de seguridad, los del futuro serán invulnerables. Acura tiene un nuevo control de crucero adaptable capaz de detectar objetos en la trayectoria del auto y ajustar su velocidad conforme a ello.
Para fin de año, las automotrices esperan introducir airbags inteligentes que se inflen según la altura y el peso de los ocupantes. GM está trabajando en un paragolpes activo que no sólo absorbe los impactos sino que sirve realmente como almohadón porque puede percibir un golpe inminente y extenderse para demorar el impacto.
Y virtualmente todas las automotrices están trabajando en la fabricación de vehículos tan impenetrables como fortalezas. Las llaves de metal tienen los días contados: los autos del futuro se abrirán con tecnología de huellas digitales, señales de radio y tecnología infrarroja.
En Europa, el Mercedes Clase S está probando una llave que parece una tarjeta de crédito. El auto percibe cuando se acerca el conductor y automáticamente se abre la puerta cuando la toca.
Para quienes viajan por negocios, mejor las armaduras
El viajero de negocios tiene tres preocupaciones fundamentales, según Quark International, empresa vendedora de productos de seguridad con sede en Nueva York: la seguridad física personal, los robos contra las propiedades y los robos de información. Más allá de esto, cada uno de los clientes de Quark es único. Y la empresa está preparada para satisfacer las necesidades de seguridad de cada uno.
Entre los productos que vende Quark está un auto blindado (US$ 60.000), un impermeable a prueba de balas (US$ 3.500), un paraguas a prueba de balas (US$ 3.500) y un transmisor de rastreo escondido en un cinturón (US$ 6.500) por si la persona que lo usa fuera secuestrada.
Pero, por cada cliente sofisticado de Quark hay docenas de individuos con necesidades de seguridad menos costosas, tales como evitar a los carteristas y ladrones de computadoras laptop. He aquí algunos artículos:
Riñoneras equipadas con cables de acero inoxidable escondidos en fajas a la cintura y broches de protección para impedir que los ladrones las arranquen y salgan corriendo.
La Alarma a Corta Distancia, integrada por un pequeño transmisor que puede colocarse dentro del equipaje de mano y conectarse a un receptor en el cinturón del dueño. Cuando el transmisor está a más de seis metros del receptor, sueña una alarma estridente.
La Traba para Puertas destinada al Viajante, integrada por un robusto gancho metálico, una placa ajustable y una cerradura con combinación para asegurar las puertas de los hoteles y los cajones de la cómoda.
El temor es, sin duda, una fuerza arrolladora que continuará creando oportunidades para los empresarios con imaginación.