Tres veteranos de la exitosa campaña presidencial de Barack Obama – Shomik Dutta, Betsy Hoover y Andrew McLaughlin – fundaron Higher Ground Labs, una incubadora de start-ups políticas. Lograron que un grupo de capitalistas de riesgo inviertan en compañías que prometen trabajar sólo con los demócratas.
La cartera incluye compañías que usan datos para perfilar votantes y donantes, start-ups. Las elecciones de medio término de la semana que viene dan a los demócratas tienen la primera oportunidad de probar sus técnicas de marketing, pero en un momento en que se cuestiona profundamente el rol de las redes sociales en periodo de elecciones, sobre todo después del escándalo de Cambridge Analytica.
Las redes sociales son, cada vez más, el campo de batalla donde las campañas buscan votos, aquellos que antes se buscan con campañas por televisión. Dos tercios de los norteamericanos usan Facebook; tres cuartas partes de ellos entran a la red una vez por día. Usando plataformas como esa las campañas pueden subdividir a los votantes en grupos y probar cuáles mensajes caen mejor antes de usarlos en grandes campañas.
El gran desafío para los demócratas que hoy quieren derrotar a Trump es no caer en los mismos errores de la campaña republicana de 2016. O sea, no abusar de la privacidad de los usuarios.
