Los managers españoles ya no pueden esconder amantes

Todo ejecutivo de empresas registradas en la bolsa de Madrid deberá revelar qué familiares suyos tienen inversiones. Pero también tendrá que declarar las colocaciones de sus amantes, del sexo que fueren.

10 mayo, 2005

La decisión fue notificada formalmente, con la firma de Manuel Conte (presidente de la entidad), a todas las sociedades cotizantes y tiene vigencia desde el 1 de junio. A efectos de mejorar la transparencia y la calidad del management empresarial, todo tipo de vínculo –formal o no- deberá ser revelado a la bolsa.

“No importa –reza la misiva- que se trate de relaciones oficiales, ocasionales o clandestinas. Tampoco tiene relevancia el sexo de las partes”. En esencia, las compañías tienen que informar si las personas involucradas compran y venden títulos o tienen negocios con la sociedad donde actúa el ejecutivo o en otras registradas.

“Esta circular es ridícula”, fue la inevitable reacción de directivos como el catalán Ricard Fornesa, presidente de Caixa de Madrid (vaya contrasentido). Pero hay un detalle realmente irónico: la medida tiene origen en el capítulo sobre “relaciones similares a las conyugales”, incorporado a la ley de transparencia para el sector privado dictada en 2003. ¿Quién la impuso? Pues Rodrigo Rato, entonces viceprimer ministro conservador y hoy director gerente del Fondo Monetario.

La decisión fue notificada formalmente, con la firma de Manuel Conte (presidente de la entidad), a todas las sociedades cotizantes y tiene vigencia desde el 1 de junio. A efectos de mejorar la transparencia y la calidad del management empresarial, todo tipo de vínculo –formal o no- deberá ser revelado a la bolsa.

“No importa –reza la misiva- que se trate de relaciones oficiales, ocasionales o clandestinas. Tampoco tiene relevancia el sexo de las partes”. En esencia, las compañías tienen que informar si las personas involucradas compran y venden títulos o tienen negocios con la sociedad donde actúa el ejecutivo o en otras registradas.

“Esta circular es ridícula”, fue la inevitable reacción de directivos como el catalán Ricard Fornesa, presidente de Caixa de Madrid (vaya contrasentido). Pero hay un detalle realmente irónico: la medida tiene origen en el capítulo sobre “relaciones similares a las conyugales”, incorporado a la ley de transparencia para el sector privado dictada en 2003. ¿Quién la impuso? Pues Rodrigo Rato, entonces viceprimer ministro conservador y hoy director gerente del Fondo Monetario.

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