Lachlan Murdoch se aparta de su padre, el temible Rupert

Considerado hasta el viernes heredero del trono y la fortuna de Rupert Murdoch (74 años, salud endeble), su hijo Lachlan –33- renunció abruptamente a la vicepresidencia ejecutiva de News Corporation. ¿Crisis familiar o algo más?

1 agosto, 2005

Mientras Bloomberg’s (cuyo dueño, el alcalde neoyorquino, es amigo personal del magnate) y otros medios financieros se hacían los distraídos, media prensa norteamericana y europea sostenía que el clan Murdoch vive una dura interna. En primer lugar, la esposa de Lachlan, Sarah, se lleva muy mal con el suegro.

En segundo lugar, parte de eso se debe a una costumbre de viejos millonarios: casarse con alguna joven oportunista. En este caso, una china de 24 años, Wendy Deng, que pretende asegurar el futuro de los dos niños que tuvo con el anciano autócrata de ultraderecha. Pero el portazo de Lachlan pone en primer plano a su hermano James, 32 años, director ejecutivo de BskyB, un canal satelital de negocios donde News Corp. tiene 36%.

Ni Lachlan ni la empresa ofrecieron explicaciones creíbles sobre el episodio. Wall Street, los rivales, socios y allegados de Rupert se mostraban perplejos este fin de semana. En partcilar John Malone –otro magnate audaz-, cuyo fondo Liberty Media controla 18% del paquete News Corp. Según analistas autralianos y británicos, Malone aún se considera aliado de Murdoch, pero desde un tiempo lo presiona para obtener el control directo de algún negocio concreto.

“Francamente, no sé qué ha ocurrido. Pero la dimisión de Lachlan no deja bien parado al padre”. Así opina Frank Biondi, ex CEO de Viacom que ha tenido relaciones empresarias con la familia. “El estilo de Rupert tiene bastante que ver en todo esto. Entre otras cosas, porque demoraba en darle más facultades ejecutivas a su sucesor explícito”. Eso supone Peter Chernin, hasta hace poco director operativo de News Corp.

La historia empresaria de los Murdoch tiene rasgos de “déjà vu”. Rupert Murdoch padre ya poseía algunos periódicos en el interior de Australia al nacer Keith Rupert, en 1931. Al morir el jefe de famila, el hijo –de 22 años- abandonò los estudios en Inglaterra y regresó para hacerse cargo de “Adelaide News”, el principal activo de los Murdoch. En poco años, llegó a rey de la prensa australiana.

En 1968 dio el primer salto afuera tomando “News of the World”, un venerable semanario londinense. En la actualudad, News Corporation controla once cadenas televisivas –entre ellas, Fox, vehículo propagandìstico de la era Bush-, casi la mitad de los canales satelitales del mundo y 175 periódicos. Entre ellos el “Times”, su versión dominical, el amarillista “Sun” y el sensacionalista “New York Post”. Pero las costumbres de Rupert padre e hijo se perpetúan: el viernes, George Walker Bush se enteró de la crisis por la prensa.

Mientras Bloomberg’s (cuyo dueño, el alcalde neoyorquino, es amigo personal del magnate) y otros medios financieros se hacían los distraídos, media prensa norteamericana y europea sostenía que el clan Murdoch vive una dura interna. En primer lugar, la esposa de Lachlan, Sarah, se lleva muy mal con el suegro.

En segundo lugar, parte de eso se debe a una costumbre de viejos millonarios: casarse con alguna joven oportunista. En este caso, una china de 24 años, Wendy Deng, que pretende asegurar el futuro de los dos niños que tuvo con el anciano autócrata de ultraderecha. Pero el portazo de Lachlan pone en primer plano a su hermano James, 32 años, director ejecutivo de BskyB, un canal satelital de negocios donde News Corp. tiene 36%.

Ni Lachlan ni la empresa ofrecieron explicaciones creíbles sobre el episodio. Wall Street, los rivales, socios y allegados de Rupert se mostraban perplejos este fin de semana. En partcilar John Malone –otro magnate audaz-, cuyo fondo Liberty Media controla 18% del paquete News Corp. Según analistas autralianos y británicos, Malone aún se considera aliado de Murdoch, pero desde un tiempo lo presiona para obtener el control directo de algún negocio concreto.

“Francamente, no sé qué ha ocurrido. Pero la dimisión de Lachlan no deja bien parado al padre”. Así opina Frank Biondi, ex CEO de Viacom que ha tenido relaciones empresarias con la familia. “El estilo de Rupert tiene bastante que ver en todo esto. Entre otras cosas, porque demoraba en darle más facultades ejecutivas a su sucesor explícito”. Eso supone Peter Chernin, hasta hace poco director operativo de News Corp.

La historia empresaria de los Murdoch tiene rasgos de “déjà vu”. Rupert Murdoch padre ya poseía algunos periódicos en el interior de Australia al nacer Keith Rupert, en 1931. Al morir el jefe de famila, el hijo –de 22 años- abandonò los estudios en Inglaterra y regresó para hacerse cargo de “Adelaide News”, el principal activo de los Murdoch. En poco años, llegó a rey de la prensa australiana.

En 1968 dio el primer salto afuera tomando “News of the World”, un venerable semanario londinense. En la actualudad, News Corporation controla once cadenas televisivas –entre ellas, Fox, vehículo propagandìstico de la era Bush-, casi la mitad de los canales satelitales del mundo y 175 periódicos. Entre ellos el “Times”, su versión dominical, el amarillista “Sun” y el sensacionalista “New York Post”. Pero las costumbres de Rupert padre e hijo se perpetúan: el viernes, George Walker Bush se enteró de la crisis por la prensa.

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