La radiofonía de última generación

Cuando apareció la televisión, muchos creyeron que sería el fin de la radio. Sin embargo, ésta es hoy más popular que nunca. Hoy el negocio se consolida y se diversifica.

25 mayo, 2000

El negocio de la radio evoluciona en dos direcciones: se consolida y se diversifica. La consolidación es protagonizada por enormes grupos empresarios que compran radios locales y coleccionan hasta 100 estaciones. La diversificación viene de la mano de la Internet y los satélites, que permiten una gran cantidad de nuevos negocios.

Con los futuros receptores satelitales será posible hacer larguísimos viajes en auto escuchando siempre la misma programación.

Cuando hace 70 años apareció la televisión, muchos creyeron que sería el fin de la radio. Hoy, sin embargo, la radio es más popular que nunca. Los avances tecnológicos y la desregulación la están empujando por un lado hacia la consolidación y por el otro hacia la diversidad. Ambas cosas al mismo tiempo.

La radio siempre fue considerada un medio marcadamente local, sometida a estricta reglamentación del gobierno, debido a que sólo un limitado número de estaciones podían surcar los aires del lugar.

Los satélites y la Internet cambiaron esa situación. Ahora es infinito el número de estaciones que pueden transmitir su programación al mundo entero. Los gobiernos responden facilitando la legislación que reglamenta las programaciones y el número de estaciones permitidas a un solo dueño.

Como resultado de este proceso se observan dos tendencias:

1. Consolidación. Las estaciones que en muchos pueblos son propiedad de una familia son tragadas por corporaciones que además compran estaciones en las grandes ciudades.

En 1996 y 1997 se vendieron en Estados Unidos más de 4.400 estaciones radiales, y desde la primavera de 1996 desaparecieron más de 700 propietarios.

Hay nuevos titanes (Capstar, CBS, Chancellor, Clear Channel y Jaco) que poseen más de 100 radios cada uno.

Para reducir costos los propietarios de estaciones múltiples están consolidando sus operaciones. Reemplazan el trabajo de periodistas, meteorólogos y disk jockeys locales por servicios preparados en estudios múltiples centralizados.

Los programas importantes se encargan a terceros. Metro Networks (que atiende a 2.000 estaciones de radio en 80 mercados) y Shadow Broadcast Services (400 estaciones en 16 mercados) compiten para brindar informes meteorológicos, de tránsito y de noticias en todo el territorio nacional de Estados Unidos.

2. Diversificación. Hay grupos de interés, como el Americans for Radio Diversity, que afirman que la consolidación de radios está privando a las radios de sustancia propia. Y simultáneamente hay otros que aseguran que, gracias a la Internet y los satélites, hoy hay más diversidad que nunca.

Hoy muchas radios ponen su programación en la Internet. En Internet hay radios dedicadas exclusivamente a un tipo de programación: deportes, noticias, música rock, cantos gregorianos o canciones de cuna.

Sitios comerciales como www.Broadcast.com ofrecen acceso directo a cientos de estaciones Internet. Y la tecnología les permite cosas imposibles de lograr en la radio tradicional.

Cuando se escucha una canción por una radio en Internet, se puede ver en la pantalla el título de la canción, el nombre de la persona que la canta y hasta puede haber un link para acceder directamente al comerciante que vende esa grabación on line.

La radio satelital apunta a los autos, ese lugar donde puede ser protagonista, como su tradicional antecesora.

Dos compañías, CD Radio y XM Satellite Radio, proyectan para el 2000 comenzar a transmitir 100 canales desde satélites a suscriptores pagos. La programación se escuchará siempre, a donde sea que se traslade el auto.

Los receptores costarán de US$ 200 a US$ 500, la suscripción alrededor de US$ 10 por mes. A cambio, XM y CD prometen un límpido sonido digital y amplia variedad de programación.

El negocio de la radio evoluciona en dos direcciones: se consolida y se diversifica. La consolidación es protagonizada por enormes grupos empresarios que compran radios locales y coleccionan hasta 100 estaciones. La diversificación viene de la mano de la Internet y los satélites, que permiten una gran cantidad de nuevos negocios.

Con los futuros receptores satelitales será posible hacer larguísimos viajes en auto escuchando siempre la misma programación.

Cuando hace 70 años apareció la televisión, muchos creyeron que sería el fin de la radio. Hoy, sin embargo, la radio es más popular que nunca. Los avances tecnológicos y la desregulación la están empujando por un lado hacia la consolidación y por el otro hacia la diversidad. Ambas cosas al mismo tiempo.

La radio siempre fue considerada un medio marcadamente local, sometida a estricta reglamentación del gobierno, debido a que sólo un limitado número de estaciones podían surcar los aires del lugar.

Los satélites y la Internet cambiaron esa situación. Ahora es infinito el número de estaciones que pueden transmitir su programación al mundo entero. Los gobiernos responden facilitando la legislación que reglamenta las programaciones y el número de estaciones permitidas a un solo dueño.

Como resultado de este proceso se observan dos tendencias:

1. Consolidación. Las estaciones que en muchos pueblos son propiedad de una familia son tragadas por corporaciones que además compran estaciones en las grandes ciudades.

En 1996 y 1997 se vendieron en Estados Unidos más de 4.400 estaciones radiales, y desde la primavera de 1996 desaparecieron más de 700 propietarios.

Hay nuevos titanes (Capstar, CBS, Chancellor, Clear Channel y Jaco) que poseen más de 100 radios cada uno.

Para reducir costos los propietarios de estaciones múltiples están consolidando sus operaciones. Reemplazan el trabajo de periodistas, meteorólogos y disk jockeys locales por servicios preparados en estudios múltiples centralizados.

Los programas importantes se encargan a terceros. Metro Networks (que atiende a 2.000 estaciones de radio en 80 mercados) y Shadow Broadcast Services (400 estaciones en 16 mercados) compiten para brindar informes meteorológicos, de tránsito y de noticias en todo el territorio nacional de Estados Unidos.

2. Diversificación. Hay grupos de interés, como el Americans for Radio Diversity, que afirman que la consolidación de radios está privando a las radios de sustancia propia. Y simultáneamente hay otros que aseguran que, gracias a la Internet y los satélites, hoy hay más diversidad que nunca.

Hoy muchas radios ponen su programación en la Internet. En Internet hay radios dedicadas exclusivamente a un tipo de programación: deportes, noticias, música rock, cantos gregorianos o canciones de cuna.

Sitios comerciales como www.Broadcast.com ofrecen acceso directo a cientos de estaciones Internet. Y la tecnología les permite cosas imposibles de lograr en la radio tradicional.

Cuando se escucha una canción por una radio en Internet, se puede ver en la pantalla el título de la canción, el nombre de la persona que la canta y hasta puede haber un link para acceder directamente al comerciante que vende esa grabación on line.

La radio satelital apunta a los autos, ese lugar donde puede ser protagonista, como su tradicional antecesora.

Dos compañías, CD Radio y XM Satellite Radio, proyectan para el 2000 comenzar a transmitir 100 canales desde satélites a suscriptores pagos. La programación se escuchará siempre, a donde sea que se traslade el auto.

Los receptores costarán de US$ 200 a US$ 500, la suscripción alrededor de US$ 10 por mes. A cambio, XM y CD prometen un límpido sonido digital y amplia variedad de programación.

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