Google y su cartografía a medida de George W.Bush
Por un lado, el mayor motor mundial de búsquedas se inclina ante la anacrónica censura china. Por el otro, Google ofrece mapas satelitales de todo el planeta. Salvo la Casa Blanca...
25 julio, 2005
El nuevo servicio cartográfico pone a disposición del público detalladas imágenes que cubren la superficie terrestre . Así, aparecen áreas estratégicamente tan sensibles como sedes gubernamentales e instalaciones militares desde Roma, París o Berlín hasta Moscù, Londres o Beijing.
Pero los mapas de Estados Unidos muestran varios huecos. Ls casa Blanca, el Pentágono y la estancia de los Bush están encriptadas. No así Windsor, Downing Street, el Vaticano, la cinco mansiones de Silvio Berlusconi en Italia, el Quai d’Orsay ni las sedes de gobiernos como el turco, el alemán, el israelí ni el indio.
“Google no se dedica al espionaje”, salieron a explicar voceros y ejecutivos de la empresa en varias capitales. Como excusa, es muy pobre, casi boba, y refleja la escasa cintura políticas de quienes se dedican a la tecnología informática. “En el fondo, siguen siendo ‘nerds’, no saben nada del mundo exterior”, ironizaba el “Stockholms dagbladet”, junto a imágenes satelitales del palacio Vasa, el Kremlin y la basílica de San Pedro. Por lo visto, a Google sólo le preocupa el “espionaje” sobre objetivos norteamericanos.
El nuevo servicio cartográfico pone a disposición del público detalladas imágenes que cubren la superficie terrestre . Así, aparecen áreas estratégicamente tan sensibles como sedes gubernamentales e instalaciones militares desde Roma, París o Berlín hasta Moscù, Londres o Beijing.
Pero los mapas de Estados Unidos muestran varios huecos. Ls casa Blanca, el Pentágono y la estancia de los Bush están encriptadas. No así Windsor, Downing Street, el Vaticano, la cinco mansiones de Silvio Berlusconi en Italia, el Quai d’Orsay ni las sedes de gobiernos como el turco, el alemán, el israelí ni el indio.
“Google no se dedica al espionaje”, salieron a explicar voceros y ejecutivos de la empresa en varias capitales. Como excusa, es muy pobre, casi boba, y refleja la escasa cintura políticas de quienes se dedican a la tecnología informática. “En el fondo, siguen siendo ‘nerds’, no saben nada del mundo exterior”, ironizaba el “Stockholms dagbladet”, junto a imágenes satelitales del palacio Vasa, el Kremlin y la basílica de San Pedro. Por lo visto, a Google sólo le preocupa el “espionaje” sobre objetivos norteamericanos.