El aprendizaje, rasgo del siglo XXI

El modelo de negocio del futuro incluye directores ejecutivos encargados de dos componentes esenciales para lograr un crecimiento continuo: información y marketing.

20 septiembre, 2000

¿Existen en su empresa los cargos de CKO, CIO, CTO, CLO o CMO? De no ser así, tal vez deberían crearse. Los cuatro primeros puestos corresponden a personas responsables del manejo de los conocimientos de la empresa.

Para cubrir esta área, la empresa cuenta con el cargo de director de Conocimientos (CKO). El director de Información (CIO) se encarga del capital intelectual. El director de Tecnología (CTO) garantiza la tecnología apropiada para una distribución eficiente y rentable de la información dentro y fuera de la empresa.

Los directores de Aprendizaje (CLO) están a cargo de que el conocimiento y la experiencia de los empleados sirvan en el proceso de planificación de estrategia.

El director de Marketing (CMO) es un estratega, una persona que apunta a la excelencia general del marketing corporativo.

En cuanto a lo que diferencia a una empresa exitosa de otra que no lo es tanto, lo importante es el modelo de negocio, no así los productos o servicios.

El modelo de negocio del futuro incluye directores ejecutivos encargados de dos componentes esenciales para lograr un crecimiento continuo: información y marketing.

Según se estima, 20% de las empresas de Fortune 500 tienen CKO o CLO. Entre estas empresas figuran Ernst & Young, General Electric, Johnson & Johnson, Hughes Space & Communications Co., IBM, Motorola y Xerox.

Si bien hay empresas en las que no existe el puesto propiamente dicho, se cuenta con varios ejecutivos responsables de capturar, organizar y aplicar el capital intelectual.

Asimismo, se presta cada vez más atención a las iniciativas de marketing estratégico, por más que el director de Marketing presencie las reuniones del comité ejecutivo o no, ya que el marketing importa en este mundo comercial globalizado.

También es importante el hecho de que las empresas se conviertan en organismos vivientes que aprenden y crecen.

Chris Argyris, profesor emérito de conducta corporativa, insiste en la necesidad de que la empresa se transforme en una entidad de aprendizaje. Sugiere que, por lo general, las empresas fracasan porque crean culturas que inhiben la capacidad de aprendizaje.

Sostiene que existen dos tipos de empresa. La primera ha institucionalizado una forma
de autocensura defensiva que limita la comunicación verdadera. Así, la gerencia no recibe información válida.

La segunda fomenta y comparte el conocimiento, lo que permite que se identifiquen y resuelvan problemas antes de que causen un efecto perjudicial.

En las empresas de aprendizaje, se maneja el conocimiento, no la gente. La empresa estimula empleados responsables y calidad laboral.

En la era de la innovación, el único modelo corporativo válido es la empresa de aprendizaje. Este modelo exige que la gerencia se comprometa con la construcción de una infraestructura adecuada para la transferencia de conocimientos, el trato a los empleados y la retribución por su trabajo.

En el siglo XXI, los capitanes de la industria enérgicos, autoritarios y jerárquicos serán reemplazados por líderes con capacidad de adaptación que puedan crear organismos de alto rendimiento, capaces de cambiar.

Para facultar a los empleados y crear un entorno que fomente el trabajo en equipo, se requieren habilidades de liderazgo excepcionales.

¿Existen en su empresa los cargos de CKO, CIO, CTO, CLO o CMO? De no ser así, tal vez deberían crearse. Los cuatro primeros puestos corresponden a personas responsables del manejo de los conocimientos de la empresa.

Para cubrir esta área, la empresa cuenta con el cargo de director de Conocimientos (CKO). El director de Información (CIO) se encarga del capital intelectual. El director de Tecnología (CTO) garantiza la tecnología apropiada para una distribución eficiente y rentable de la información dentro y fuera de la empresa.

Los directores de Aprendizaje (CLO) están a cargo de que el conocimiento y la experiencia de los empleados sirvan en el proceso de planificación de estrategia.

El director de Marketing (CMO) es un estratega, una persona que apunta a la excelencia general del marketing corporativo.

En cuanto a lo que diferencia a una empresa exitosa de otra que no lo es tanto, lo importante es el modelo de negocio, no así los productos o servicios.

El modelo de negocio del futuro incluye directores ejecutivos encargados de dos componentes esenciales para lograr un crecimiento continuo: información y marketing.

Según se estima, 20% de las empresas de Fortune 500 tienen CKO o CLO. Entre estas empresas figuran Ernst & Young, General Electric, Johnson & Johnson, Hughes Space & Communications Co., IBM, Motorola y Xerox.

Si bien hay empresas en las que no existe el puesto propiamente dicho, se cuenta con varios ejecutivos responsables de capturar, organizar y aplicar el capital intelectual.

Asimismo, se presta cada vez más atención a las iniciativas de marketing estratégico, por más que el director de Marketing presencie las reuniones del comité ejecutivo o no, ya que el marketing importa en este mundo comercial globalizado.

También es importante el hecho de que las empresas se conviertan en organismos vivientes que aprenden y crecen.

Chris Argyris, profesor emérito de conducta corporativa, insiste en la necesidad de que la empresa se transforme en una entidad de aprendizaje. Sugiere que, por lo general, las empresas fracasan porque crean culturas que inhiben la capacidad de aprendizaje.

Sostiene que existen dos tipos de empresa. La primera ha institucionalizado una forma
de autocensura defensiva que limita la comunicación verdadera. Así, la gerencia no recibe información válida.

La segunda fomenta y comparte el conocimiento, lo que permite que se identifiquen y resuelvan problemas antes de que causen un efecto perjudicial.

En las empresas de aprendizaje, se maneja el conocimiento, no la gente. La empresa estimula empleados responsables y calidad laboral.

En la era de la innovación, el único modelo corporativo válido es la empresa de aprendizaje. Este modelo exige que la gerencia se comprometa con la construcción de una infraestructura adecuada para la transferencia de conocimientos, el trato a los empleados y la retribución por su trabajo.

En el siglo XXI, los capitanes de la industria enérgicos, autoritarios y jerárquicos serán reemplazados por líderes con capacidad de adaptación que puedan crear organismos de alto rendimiento, capaces de cambiar.

Para facultar a los empleados y crear un entorno que fomente el trabajo en equipo, se requieren habilidades de liderazgo excepcionales.

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