Uruguay registra avances significativos en el sector inmobiliario frente a la volatilidad política y económica de la región latinoamericana. La Ley de Vivienda Promovida, vigente desde 2011, favorece este proceso por medio de la estabilidad jurídica, beneficios fiscales y acceso al crédito hipotecario.
En este contexto, se observa un repunte en la intención de inversión por parte de argentinos, especialmente en Montevideo y Maldonado/Punta del Este. Fabián Kopel, cofundador de Kopel Sánchez Desarrollos, señala: “En las últimas semanas notamos un aumento de argentinos con la intención de invertir en Uruguay, algo que había mermado a fines del año pasado, hoy nuevamente hay un leve incremento”. Kopel relaciona este interés con la posibilidad de desarrollar proyectos en terrenos de mayor tamaño, lo que permite escalabilidad y mejora en los espacios compartidos.
Matías Medina, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya, informó que en 2024 la construcción bajo el programa Vivienda Promovida creció un 27% interanual respecto a 2023, mientras que el total de unidades promovidas aumentó 60%, alcanzando las 39.000 unidades. Medina también destacó un incremento moderado de entre 5% y 6% en el mercado de alquileres en Montevideo, además de una mayor demanda de apartamentos de uno y dos dormitorios.
Los beneficios fiscales, como la exoneración del Impuesto a la Renta por Alquileres (IRPF o IRAE) durante diez años, contribuyen a proteger el retorno del capital invertido. Kopel sostiene que estos incentivos “colaboran a que las zonas se vuelvan más atractivas, más seguras y que haya más apuestas en términos generales en Uruguay”.
Javier Sena, de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este y Maldonado, indica que los costos de construcción en Argentina y Uruguay se han equiparado recientemente. Santiago Pierro, presidente de Liderus, resalta que Punta del Este ha expandido su mercado inmobiliario hacia la clase media, con desarrollos accesibles promovidos por la Ley de Vivienda Promovida y créditos que facilitan precios competitivos y expensas bajas.
El mercado uruguayo se consolida como refugio de capitales, respaldado por incentivos fiscales, estabilidad jurídica y mejoras en infraestructura.
