lunes, 23 de diciembre de 2024

La hora de la Web nómade o el futuro de Internet

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Hace pocos años, Internet saltaba del acceso por discado a la conexión de alta velocidad en banda ancha. Hoy la transformación es: conexiones por cable dan paso a una web inalámbrica combinando velocidad, grandes volúmenes de datos y celulares inteligentes.

<p>Al frente del cambio marcha un ecosistema din&aacute;mico, combinando velocidad y grandes vol&uacute;menes de datos (tipo 3G y pronto LTE) con un creciente n&uacute;mero de celulares inteligentes.</p>
<p>A principios de los a&ntilde;os 2000, la tecnolog&iacute;a de tercera generaci&oacute;n se cre&iacute;a no apta para telefon&iacute;a m&oacute;vil. En v&iacute;speras de la explosi&oacute;n en Internet, las empresas gastaban miles de millones de d&oacute;lares en licencias inal&aacute;mbricas y una posterior implosi&oacute;n pareci&oacute; acabar con las esperanzas (excepto en Jap&oacute;n) de una <em>Web</em> m&oacute;vil. Ahora, por el contrario, el universo inal&aacute;mbrico se multiplica exponencialmente.<br />
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Estudios e investigaciones citada por McKinsey en un reciente ensayo de Jacques Bughin, indican que dos tercios de tel&eacute;fonos m&oacute;viles tienen acceso a datos &ndash;a junio &uacute;ltimo&ndash;, contra apenas un cuarto hace tres a&ntilde;os, y 60% usa los celulares para recorrer Internet. El gasto en esos dispositivos inteligentes, entretanto, pasaba de 3% de las compras a 20% en Estados Unidos, Canad&aacute; y Gran Breta&ntilde;a. <br />
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Aunque la parte m&aacute;s pr&oacute;spera del planeta estuviera ingresando a una fase de <em>Web</em> n&oacute;made, quedar&iacute;a una duda: &iquest;la mayor&iacute;a de los contenidos, interacciones y principios organizativos de la <em>Web</em> inal&aacute;mbrica sencillamente migrar&aacute; a ese universo? Aun si la respuesta fuese s&iacute;, el ritmo de la conversi&oacute;n y la ruta a tomar est&aacute;n lejos de ser certezas. <br />
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Ello se debe a la presencia de tres grandes enjambres de compa&ntilde;&iacute;as (las que gestionan redes m&oacute;viles, las empresas de sistemas operativos, y los fabricantes de aparatos) que tienen grandes intereses en juego. Cualquier cambio podr&iacute;a transtornar sus cadenas de valor agregado. Por ejemplo, las compa&ntilde;&iacute;as de telecomunicaciones al presente operando redes inal&aacute;mbricas, tambi&eacute;n act&uacute;an en banda ancha. Simult&aacute;neamente, los operadores de sistemas inal&aacute;mbricos son los mismos que ofrecen b&uacute;squedas y navegaci&oacute;n en banda ancha. Por fin, los fabricantes de celulares inteligentes tienen una amplia y compleja gama de nexos con los otros dos grupos. <br />
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<strong>&iquest;Acabar&aacute; la <em>Web</em> inal&aacute;mbrica semejando la presente versi&oacute;n convencional o generar&aacute; h&iacute;bridos? </strong><br />
Las preguntas siguientes pueden ofrecer algunas pistas.</p>
<p><strong>1. &iquest;Reemplazar&aacute; la <em>Web</em> m&oacute;vil a la de cable?</strong><br />
Claramente, es un interrogante clave para compa&ntilde;&iacute;as de cable y proveedores de servicios sin opciones m&oacute;viles. Las telef&oacute;nicas antiguas afrontaban el mismo problema hace 20 a&ntilde;os, al surgir los celulares. Les tom&oacute; m&aacute;s de lo esperado reducir sustancialmente la incidencia del cable. Todav&iacute;a hoy, son solo los clientes j&oacute;venes quienes est&aacute;n dispuestos a seguir exclusivamente la ruta inal&aacute;mbrica. Por ende, el pase m&aacute;s visible y concreto a esta modalidad se da en t&eacute;rminos de minutos-voz insumidos. Pero un presumible acceso masivo a dispositivos m&oacute;viles quiz&aacute; no siga ese camino.<br />
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<strong>2. &iquest;Igualar&aacute;n los tel&eacute;fonos m&oacute;viles el desempe&ntilde;o de los fijos?</strong><br />
En teor&iacute;a, todo es posible pero, en realidad, todo depende de cu&aacute;nto nuevo espectro los usuarios inal&aacute;mbricos ganen y del ritmo de progresos en tecnolog&iacute;as para comprimir datos. Parad&oacute;jicamente, todo el exceso de capacidad 3G que les quitaba el sue&ntilde;o a las telcos, hace algunos a&ntilde;os, no ser&aacute; suficiente para manejar la inminente saturaci&oacute;n de datos, si en efecto se opera un desplazamiento masivo al campo inal&aacute;mbrico. Cabe notar, adem&aacute;s, que la actual tecnolog&iacute;a en la materia ofrece, como mucho, lo que ya tienen los usuarios estadounidenses rurales: una velocidad de dos megabitios por segundo.</p>
<p><strong>3. &iquest;Buscar&aacute; la gente los mejores contenidos y aplicaciones en la futura <em>Web</em>?</strong><br />
Al presente, persiste una apreciable brecha entre el uso mayoritario de Internet fija e inal&aacute;mbrica. Los n&oacute;mades a&uacute;n se aferran a comunicaciones, mensajes de texto y correo electr&oacute;nico. Otros contenidos &ndash;comercio, interacci&oacute;n social&ndash; van muy a la zaga. Pero las cosas pueden cambiar r&aacute;pidamente. Obs&eacute;rvese el abrupto desplazamiento hacia las b&uacute;squedas inal&aacute;mbricas o la expansi&oacute;n de redes sociales o videos compartidos en la <em>Web</em> m&oacute;vil. Son fen&oacute;menos originados en mejores capacidades de los nuevos tel&eacute;fonos inteligentes, como el iPhone de Apple.<br />
Resolver ciertos problemas t&eacute;cnicos podr&iacute;a intensificar a&uacute;n m&aacute;s la mudanza al universo inal&aacute;mbrico. Por otra parte, dotar a las transacciones de mejor <em>software</em> de seguridad podr&iacute;a atraer una porci&oacute;n apreciable de comercio y finanzas personales a Internet m&oacute;vil. De un modo u otro, tambi&eacute;n la futura etapa publicitaria v&iacute;a <em>Web</em> tambi&eacute;n est&aacute; en juego. Algunas predicciones tempranas se&ntilde;alan que su volumen puede haber tocado ya una cota de US$ 10.000 millones.</p>
<p><strong>4. &iquest;Qu&eacute; interfaz de <em>software</em>?</strong><br />
Evaluando en t&eacute;rminos actuales, el &eacute;xito de Apple puede convertirlo en l&iacute;der del sector. A un a&ntilde;o de presentar iPhone, la firma a&ntilde;adi&oacute; una plataforma de aplicaciones m&oacute;viles (App Store) que, de entrada nom&aacute;s, abarca 500 programas creados enteramente por desarrolladores externos. Tanta popularidad entre usuarios y profesionales ha resultado en un impresionante crecimiento de las aplicaciones disponibles. A mediados de 2009, AS inclu&iacute;a decenas de miles de programas y declaraba m&aacute;s de 1.000 millones de descargas.<br />
El &eacute;xito y la viabilidad de esta plataforma anfitriona est&aacute; en parte garantizado por el modelo de negocios asociado. Al cobrar comisiones por emplear algunos de los programas y restituir 70% a los desarrolladores independientes, Apple construye un ecosistema de ingresos que vale potencialmente cientos de millones. Es m&aacute;s: en tanto el mercado de celulares inteligentes siga creciendo seg&uacute;n lo previsto, aumentan las oportunidades para los desarrolladores de ver sus programas crecer junto a las aplicaciones y diseminarse por el mundo.<br />
Todo ello sugiere que las maneras en que los usuarios dise&ntilde;en o accedan a programas m&uacute;ltiples, aplicaciones y contenidos en la Web m&oacute;vil seguir&aacute;n las pautas de Apple y sus canales de distribuci&oacute;n (o los de fabricantes de celulares como Nokia, que ya est&aacute; comercializando aplicaciones propias).<br />
Por ahora, es la mejor forma de conseguir lugar en la mesa inal&aacute;mbrica. Pero no faltan contracorrientes. A medida que m&aacute;s desarrolladores crean y suben aplicaciones v&iacute;a &ldquo;bocas de expendio virtuales&rdquo;, la tasa promedio de descargas diarias por cada nueva aplicaci&oacute;n empezar&aacute; a disminuir. Por consiguiente, ante la creciente competencia entre desarrolladores, muchos frustrados, incapaces de penetrar un mercado saturado, podr&aacute;n abandonar el terreno.<br />
Ese grupo y otros desarrolladores que no deseen trabajar en una sola plataforma probablemente tienen opciones alternativas. Por ejemplo, la <em>Web</em> m&oacute;vil de fuente abierta, donde los portales de b&uacute;squeda ayudan a canalizar usuarios a sus destinos. En esta hip&oacute;tesis, el mercado podr&iacute;a dividirse entre aplicaciones rentadas de alta calidad y una masa &ndash;tal vez con apoyo publicitario&ndash; que no quiere pagar por descargar programas. Si esta experiencia prospera, un mayor control sobre lo que la <em>Web</em> distribuye puede desplazarse de las bocas de expendio tipo App Store a sistemas operativos m&oacute;viles. Por ejemplo, Google o Android.</p>
<p><strong>5. &iquest;De qu&eacute; <em>Web</em> m&oacute;vil se habla realmente?</strong><br />
Todav&iacute;a los debates se centran en si lo inal&aacute;mbrico reemplazar&aacute; al cableado, pero existen alternativas a la <em>Web</em> n&oacute;made. Ya 25% de conexiones v&iacute;a celulares m&oacute;viles pasa por redes <em>Wi-Fi </em>(fidelidad inal&aacute;mbrica), sea en casa o en locutorios gratuitos en espacios p&uacute;blicos, modalidad notada en Estados Unidos, Jap&oacute;n o pa&iacute;ses escandinavos. Esto puede incluir tambi&eacute;n acceso por computadoras personales. El iPhone y otros dispositivos inteligentes incorporan ya receptores <em>Wi-Fi</em> que permiten a los usuarios conexiones cuya velocidad mejora la de los de celulares 3G. Claro, deben hallarse cerca de un transmisor y las torres 3G deben estar congestionadas. Por otra parte, hay una ventaja adicional interesante: eludir cargos que castigan el uso intensivo de conexiones.</p>

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