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</strong><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1109_37_1.jpg" alt="" /><br />
Art Kleiner</p>
<p>Art Kleiner, director de <em>strategy+business</em> y autor de <em>The Age of Heretics,</em> publica en s+b un análisis donde retoma la idea de la organización como organismo vivo y se apoya en un libro de Sherwin B. Nuland para graficar las similitudes. Esta es una versión condensada de ese artículo. <br />
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Desde esa óptica, los principales desafíos que afronta un líder empresarial se parecen a los de un padre o una madre: comprender ese ser vivo, puesto en parte a su cuidado, lo suficientemente bien como para que las medidas que tome conduzcan a crecimiento productivo y cambio. <br />
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Para mostrar de manera gráfica el fuerte parecido que existe entre los sistemas circulatorios biológicos y la forma en que la información viaja en las organizaciones, Kleiner se apoya en el trabajo de Sherwin B. Nuland, escritor y cirujano, “La sabiduría del cuerpo”.<br />
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Y explica que para coordinar todas las inestabilidades en todas las células del cuerpo humano hace falta que las partes más alejadas de un organismo estén en constante comunicación unas con otras, tanto en distancias cortas como largas. Esto se logra por mensajes enviados a través de los nervios, que llamamos impulsos; o a través de la corriente sanguínea, en forma de químicos que llamamos hormonas; y –a grupos cercanos de células– vía las sustancias especializadas que llamamos moléculas de señalización.</p>
<p><strong>Canales vitales</strong><br />
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Nuland presenta el sistema cardiovascular, el sistema neural, el sistema endócrino y otros sistemas biológicos como canales vitales de comunicación, que intercambian señales químicas y eléctricas asegurando la salud y vitalidad del todo.<br />
Trasladando el mismo esquema a las empresas y organizaciones, también podrían identificarse cuatro canales de comunicación interna.<br />
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• La jerarquía es el sistema circulatorio para mensajes de autoridad; específicamente, para cualquier cosa que pueda ser expresada en números. Es un medio por el cual la organización busca escala. Fluye desde la cima: el CEO y luego los accionistas o propietarios. Podría ser análogo a la coordinación muscular.<br />
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• La red traslada conocimiento –en forma de chismografía, ayudas, información sobre oportunidades y cualquier otra cosa que la gente conversa con facilidad. Es el medio por el cual la organización desarrolla sus capacidades. Fluye desde y hacia una base amplia de personas en toda la compañía (y fuera de ella): podría ser análoga a las redes neurales.<br />
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• El mercado es el intercambio de bienes, servicios y dinero dentro de una organización y su cadena de valor. Es el medio por el cual la organización maneja su flujo de trabajo. Transmite todo lo que se puede comprar, vender o intercambiar, fluyendo en última instancia hacia el consumidor. Podría ser análogo al sistema cardiovascular.<br />
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• El clan es el sistema circulatorio estilo familia o comunidad, que opera bajo la superficie de cada organización (y también subconscientemente). Es la forma en que se mantiene la cultura de una compañía, con un “grupo central” de su gente más importante. La organización establece su visión de legitimidad a través del clan. Podría ser análogo al sistema endócrino.<br />
Quien alguna vez haya intentado cambiar una compañía, o una parte de ella, sin duda se habrá topado con esos sistemas. Cada uno de ellos requiere una intervención especial para poder efectuar cambios.</p>
La empresa, ese organismo vivo
En los últimos 30 años, los pensadores de management han llegado a aceptar que las organizaciones no son máquinas sino algo así como seres vivientes, y por lo tanto, impredecibles, ingobernables, auto-organizadas y hasta sensibles. Con muchas similitudes con canales vitales de comunicación.