Innovación y cambio en ventas

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La profesión de vendedor debe ser una de las que más gente aglutina en la actualidad. Hay miles y miles de ellos que diariamente intermedian entre necesidades y satisfacciones, con variados resultados. Dada esta realidad, debería ser uno de los temas más desplegados en el terreno de la formación profesional.

<p>Por Roly Boussy (*)</p>
<p><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1107_12_1.jpg" alt="" /></p>
<p>Ahora bien, &iquest;cu&aacute;l es la realidad de la calidad profesional de los vendedores actuales?<br />
Tengo la impresi&oacute;n de que no existe una correlaci&oacute;n entre el esfuerzo desplegado y el desarrollo pr&aacute;ctico de la profesi&oacute;n, ya que en general los vendedores han evolucionado muy poco en sus habilidades centrales.<br />
Recordemos la categorizaci&oacute;n de vendedores en funci&oacute;n del eje de su gesti&oacute;n:<br />
Los vendedores de primera generaci&oacute;n basan su estrategia profesional en los atributos de su personalidad. Charlatanes, simp&aacute;ticos, extrovertidos, caraduras, sociales y expansivos. Este tipo de vendedor estructur&oacute; el posicionamiento dominante del profesional de ventas y de la famosa m&aacute;xima &ldquo;vendedor se nace&rdquo;. Un embaucador profesional. Una hermosa representaci&oacute;n de esta generaci&oacute;n de vendedores podemos ver en la pel&iacute;cula <em>Historias m&iacute;nimas</em>, de Carlos Sor&iacute;n. Estos vendedores se venden fundamentalmente a s&iacute; mismos.<br />
Los vendedores de segunda generaci&oacute;n suman a los atributos de la generaci&oacute;n previa, el conocimiento del producto que venden. Estos vendedores se basan justamente en ese conocimiento y el producto es el eje de su gesti&oacute;n. No fue f&aacute;cil migrar de la primera a la segunda generaci&oacute;n, porque el vendedor tuvo que empezar a estudiar aquello que pretender&iacute;a luego vender. Tanto cost&oacute;, que una vez logrado el conocimiento, de una u otra forma se volc&oacute; a modo de venganza, todo el conocimiento sobre los potenciales clientes. As&iacute; es como nos abruman hablando de <em>megabytes</em>, <em>gygahertzs, LCD high definition, watts</em> de potencia, ABS,<em> touchscreen, </em>etc., etc., etc. Tuvieron que aprenderlo, y entonces ahora quieren rendir examen en cada oportunidad. Estos vendedores venden productos, no importa a quien ni para qu&eacute;.</p>
<p><strong>Cuando aparece el cliente</strong><br />
Luego aparece una especie mucho menos frecuente, la tercera generaci&oacute;n. Estos vendedores aplican los atributos previamente mencionados a la satisfacci&oacute;n de las necesidades de sus clientes. Aleluya, por fin se reconoce que el rol del vendedor es satisfacer las necesidades de sus clientes.<br />
Aqu&iacute; aparecen las primeras metodolog&iacute;as de indagaci&oacute;n, con el fin de acceder a las no siempre expl&iacute;citas necesidades que se intentar&aacute;n satisfacer. Este tipo de vendedores se corre del centro de la escena, para darle el rol protag&oacute;nico a su cliente. No crea necesidades, las descubre y las pone de manifiesto, para que esa explicitaci&oacute;n consciente promueva la acci&oacute;n de comprar. Para este tipo de vendedores, su responsabilidad central no es, curiosamente, vender, sino hacer clientes, o sea, establecer una relaci&oacute;n de largo plazo, consistente y genuina, basada en la satisfacci&oacute;n que logran sus compradores.<br />
Finalmente existe una cuarta generaci&oacute;n de vendedores, que suman a lo previo, un eficiente manejo del negocio. Se centran en las necesidades de los clientes, conocen lo que venden y son agradables interlocutores, pero se centran en el manejo del propio negocio. Gestionan la rentabilidad, los objetivos, la participaci&oacute;n de mercado, los <em>stocks</em>, etc. Buscan equilibrar las necesidades de su mercado con las posibilidades y conveniencias de la empresa que representan en una relaci&oacute;n arm&oacute;nica que se pueda proyectar a largo plazo.<br />
Ahora bien, de todo el universo de vendedores que hay en la regi&oacute;n, vendiendo desde golosinas hasta <em>mainframes</em>, desde agua mineral hasta camiones, desde tel&eacute;fonos hasta seguros &iquest;cu&aacute;ntos hay dentro de cada generaci&oacute;n?<br />
Sobre la segmentaci&oacute;n generacional de vendedores actuales, por favor apele al recuerdo de su propia experiencia y complete el siguiente cuadro seg&uacute;n su propia impresi&oacute;n (recuerde que estamos considerando a todo el universo de vendedores que hoy trabajan en la Argentina vendiendo todo tipo de productos y servicios):</p>
<p><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1107_12_2.gif" alt="" /><br />
A lo largo de muchos a&ntilde;os de trabajar con miles de vendedores de diversa naturaleza, hemos desarrollado una valoraci&oacute;n sobre este tema, que nos permite sacar algunas conclusiones al respecto.</p>
<p><strong>De la experiencia a la realidad</strong><br />
Es importante aclarar que los valores que compartiremos a continuaci&oacute;n, no revisten el car&aacute;cter de una investigaci&oacute;n cient&iacute;fica, se basan en la propia experiencia profesional de los dos &uacute;ltimos a&ntilde;os, pero nos dan una idea aproximada de la realidad actual. <br />
Tambi&eacute;n es importante aclarar que se trata de una generalizaci&oacute;n de base emp&iacute;rica y como toda generalizaci&oacute;n, debe ser le&iacute;da como una tendencia que no representa la realidad de poblaciones espec&iacute;ficas de vendedores por industrias en particular. Por ejemplo, hay negocios que exigen profesionales de tercera generaci&oacute;n por lo menos, ya que ser&iacute;a imposible gestionarlos de otra manera. Resultar&iacute;a altamente improbable vender un sistema de gesti&oacute;n sin centrarse en el cliente, por ejemplo.<br />
Veamos nuestras conclusiones:</p>
<p><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1107_12_3.gif" alt="" /><br />
O sea que, siempre de acuerdo a nuestra propia experiencia, por lo menos 85% de los vendedores no se basan en sus clientes para gestionar.<br />
Esto es terrible en s&iacute; mismo, pero lo es mucho m&aacute;s cuando vemos que desde hace a&ntilde;os se intenta establecer que &ldquo;los vendedores no venden taladros, sino agujeros&rdquo;, en alusi&oacute;n a que lo que los clientes necesitan no son los productos, sino lo que &eacute;stos pueden hacer por ellos.<br />
El psic&oacute;logo Carl Rogers (EE.UU., 1902-1987) defini&oacute; la innovaci&oacute;n como &ldquo;el grado de prontitud relativa con el que algunas personas cambian sus conductas en relaci&oacute;n a su entorno social&rdquo;. De esta manera estableci&oacute; varias categor&iacute;as de innovadores, de acuerdo a qu&eacute; tan r&aacute;pido modificaban su forma de hacer las cosas en relaci&oacute;n a otros que se encontraban en similares condiciones.<br />
As&iacute; fue como lleg&oacute; a la siguiente conclusi&oacute;n:<br />
Existe 2,5% de innovadores natos. Son los denominados <em>aventureros</em>. Esos &ldquo;locos&rdquo; que hacen lo que nadie hizo previamente, generando asombro, extra&ntilde;eza y cr&iacute;ticas en su medio.<br />
Luego viene 13,5% de adoptantes tempranos. Este grupo que Rogers llama <em>l&iacute;deres</em>, si bien no suele tomar la iniciativa, no considera locos a los innovadores y ven en el cambio que proponen, una oportunidad de mejora. <br />
Despu&eacute;s sigue el grupo de los que tarde o temprano se suman a la tendencia que crearon los innovadores y fortalecieron los l&iacute;deres. Esta mayor&iacute;a que representa 68%, se divide en partes iguales entre los <em>reflexivos</em> que se suman tempranamente (34%) y <em>esc&eacute;pticos</em> que lo hacen de manera tard&iacute;a (34%).<br />
Finalmente encontramos a los rezagados, que conforman el restante 16%. Estos son los <em>tradicionalistas</em>, quienes se esfuerzan por apegarse al modo en que hist&oacute;ricamente se hicieron las cosas. Muchos de estos tradicionalistas recorren todo su ciclo vital sin cambiar su conducta convencidos de que no es necesario y que se puede estirar la vida &uacute;til de un modelo a todas luces obsoleto para todos, menos para ellos. Necedad o conveniencia.<br />
Si observamos la calificaci&oacute;n de Rogers y nuestra calificaci&oacute;n emp&iacute;rica de vendedores, podemos encontrar algunas coincidencias interesantes.</p>
<p><img src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1107_12_4.gif" alt="" /><br />
&bull; Los vendedores de tercera y cuarta generaci&oacute;n suman en porcentaje, casi el mismo valor que los <em>aventureros</em> y los <em>l&iacute;deres</em>.<br />
&bull; La primera generaci&oacute;n de vendedores se acerca al porcentaje de tradicionalistas.<br />
&bull; Finalmente la segunda generaci&oacute;n parece representar la mayor&iacute;a que se debate entre dos destinos: la primera generaci&oacute;n y la evoluci&oacute;n a la tercera, cruzando la dif&iacute;cil frontera que pone al cliente en el centro de la gesti&oacute;n de los vendedores.<br />
Hay algo que est&aacute; muy claro y que debe ser tenido en cuenta por todos aquellos vendedores que se desarrollan en la actualidad en las muchas compa&ntilde;&iacute;as que contratan sus servicios.<br />
Los clientes quieren hacer negocios con vendedores de tercera generaci&oacute;n y las compa&ntilde;&iacute;as buscan desesperadamente vendedores de cuarta generaci&oacute;n. En esta profesi&oacute;n, de manera excepcional, hay m&aacute;s demanda que oferta. No se consiguen vendedores que puedan demostrar que vencieron la barrera de la segunda generaci&oacute;n. Para todos aquellos que lo hicieron, el horizonte se muestra despejado y propicio para crecimientos importantes.</p>
<p>(*) Roly Boussy es director de Grupo Boussy – Desarrollo profesional.</p>

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