lunes, 21 de abril de 2025

China y otra forma de neoimperialismo

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La cifra no es todavía alarmante, pero denota que Beijing comienza a invadir el mundo vía fusiones y adquisiciones. No sólo mediante acuerdos “amistosos”, como el del grupo estatal Cnooc y la norteamericana Chesapeake en materia de gas natural.

<p>Tambi&eacute;n hay se&ntilde;ales menos suaves. Por ejemplo, Xinmao &ndash;firma establecida en Tianjin- acaba de lanza una oferta hostil (US$ 1.400 millones o &euro; 1.000 millones) por la holandesa Draka, especializada en fibra &oacute;ptica. La movida busca bloquear a la italiana Prysmian.<br />
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Los chinos se proponen pagar alrededor de &euro; 20, 50 en efectivo y su competidora milanesa no sube de &euro; 17,20, pero parte en t&iacute;tulos. Inclusive, hay apoyo a Prysmian por parte de los accionistas dominantes (48% del paquete), la familia Flint. Pero aparece Xinmaom una firma m&aacute;s chica, pero respaldada por dos fuertes bancas: Minsheng y China Construction.<br />
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Analistas de Hongkong, Tokio y Singapur creen que Beijing encara un &ldquo;neoimperialismo&rdquo; y pretende un papel internacional similar al desempe&ntilde;ado por Gran Breta&ntilde;a hasta 1914. En ese momento, Londres detentaba 45% de las inversiones exteriores en el planeta.<br />
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En realidad, China debe pensar m&aacute;s en el precedente de Estados Unidos. Hacia 1967, la superpotencia representaba la mitad de las colocaciones mundiales. Para no remontarse a 1662/1722, cuando el emperador Kangxi (dinast&iacute;a Qing) gobernaba el reino m&aacute;s rico de la Tierra.<br />
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<p>En la actualidad, China está lejos de esos parangones, pues sólo controla 6% de la inversión internacional aunque, por otra parte, ningún país llega hoy a los picos británico o norteamericano del siglo XX. Pero esto no desvela al gigante.<br />
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Ahora bien ¿qué presupone la oferta hostil? Probablemente, consolidar al país como usuario de fibra óptica, pues ya absorbe 50% de las redes existentes, sin necesidad de desarrollar ulteriormente las tecnologías de Draka. Este aspecto en realidad interesa a Prysmian.</p>
<p>En el fondo, el temor en Milán es de naturaleza distinta y se relaciona con lo ocurrido cuando la estadounidense Lucent-Alcatel copó la italiana Telettra o la alemana Thyssen hizo lo mismo con Terni. En otro plano ¿cómo saber si los fondos extrabursátiles que manejan Prysmian no la venderán a los chinos, tentados por una buena oferta? Después de todo, esas entidades se dedican a compras apalancadas, sin poner dinero propio, con la idea de revender al mejor postor.<br />
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El nuevo “peligro amarillo” refleja en verdad fallas del sistema capitalista en Occidente, merced a las cuales los activos circulan con extrema libertad. Tal como funciona al presente, el contexto jurídico mundial es por demás pragmático. Nadie puede saber, entonces, si la faltriquera de Goldman Sachs es políticamente más correcta que la de los lejanos sucesores del emperador Kangxi. <br />
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