Nadie, hasta ahora, se había puesto a pensar en lo que ocurriría si un día escaseaban los microprocesadores. Pero ahora, luego de un duro año de pandemia mundial, la escasez es cada vez mayor.
Luego de tres meses de observar cómo aumenta la escasez producto de la combinación de un aumento repentino de la demanda (la gente enclaustrada compró tabletas, teléfonos y laptops más de lo acostumbrado) y se una serie de accidentes desgraciados (como el incendio en una fábrica de Japón), la agencia calificadora de crédito S&P mostró una nueva realidad. en un documento de tres puntos confirmó que la enorme demanda generada por la pandemia y loso problemas fabriles seguían provocando escasez de chips Esa situación ahora no solo afecta a los fabricantes de autos sino a todos los negocios que dependen de semiconductores: fabricantes de teléfonos, laptops, tables y demás. Dice también que de esta crisis saldrán ganadores y perdedores. Finalmente, el documento dice que todavía no se le ve el final a esta situación.
Las cadenas de suministro no son ajenas a los problemas imprevistos, como pueden ser incendios, inundaciones o terremotos. Ese peligro también existe hoy, pero con el agregado del “riesgo geopolítico”, como lo califica un observador del Banco Nomura.
Los analistas del sector, que antes medían al milímetro la capacidad de las fábricas y las inversiones ahora barajan preguntas como ésta: “¿Qué pasaría si China ataca Taiwán por sus fábricas de semiconductores?”.
El discurso detrás del riesgo geopolítico — la búsqueda por parte de China de “soberanía en semiconductores”. Algunos dicen que luego de años en que el tira y afloje entre Estados Unidos y China fue bastante incoherente, los semiconductores brindan la ocasión para pelear una batalla más concentrada.
