El grupo Opep+ anunció que reduciría en 2 millones de barriles diarios los objetivos de producción – que equivale a 2% de la oferta mundial — tras su primera reunión presencial en Viena después de dos años. Es probable que el recorte real de la producción resulte más cercano a 1 millón de barriles diarios, ya que muchos de los miembros más débiles han tenido dificultades para alcanzar los objetivos de producción en los últimos meses.
El recorte provocó el rechazo de los países que ya luchan contra la creciente inflación energética que ha provocado la invasión de Moscú a Ucrania.
La decisión de realizar el recorte se tomó a pesar de la gran presión ejercida por el gobierno de EE.UU. previas a la reunión y marca una importante ruptura con la administración Biden, que busca bajar los precios del petróleo y la gasolina antes de las elecciones de mitad de término en noviembre y de privar a Rusia de ingresos energéticos.
El gobierno de Biden dijo que es una “decisión imprudente” en un momento en que “es fundamental mantener el suministro mundial de energía”. El ministro de Energía de Arabia Saudita, príncipe Abdulaziz bin Salman, rechazó como hipótesis que los recortes del cártel perjudicaran a los consumidores de petróleo, y sostuvo, en cambio, que las acciones del grupo pretenden fomentar la inversión a largo plazo en la extracción de petróleo.
“Muéstrenme dónde está el acto de beligerancia”, dijo en respuesta a las preguntas que siguieron al anuncio. Los mercados energéticos necesitan “una conducción sin la cual la inversión no se haría”.
