Pero su plan de restaurar el liderazgo norteamericano va a necesitar tiempo y capital político justo en un momento cuando el pael de la superpotencia en el mundo es puesto en duda, dentro y fuera del país.
Los principales desafío que deberá enfrentar de movida son las respuestas a China, la reincorporación al acuerdo nuclear con Irán, reestablecer relaciones con Europa y afrontar las consecuencias del Brexit en sus relaciones con l Reino Unido de Gran Bretaña.
Con Europa Biden quiere reconstruir las alianzas que una y otra vez Donald Trump desechó. Es muy probable que Joe Biden sea el presidente más atlanticista de toda una generación, pues se enorgullece de sus ancestros irlandeses y se apartará de la hostilidad explícita hacia la Unión Europea. También dará un fuerte apoyo a la alianza militar OTAN.
El nuevo presidente es contrario al Brexit, aunque lo aceptó como hecho consumado luego de la separación de Gran Bretaña del mercado único europeo. Ha prometido endurecer la postura de la nación frente a Rusia e imponerle sanciones por sus violaciones a las normas internacionales.
Con respecto a Medio Oriente, ha prometido volver a sumarse al pacto nuclear con Irán del que Trump se retiró, si Teherán vuelve a cumplir con el acuerdo multilateral destinado a reducir sus ambiciones atómicas. También ha prometido restablecer relaciones con Arabia saudita.
Pero, al igual que Trump, Biden quiere terminar las guerras de Estados Unidos y proyecta un cambio en las lealtades norteamericanas en Medio Oriente.
