Putin y Arabia Saudita dan un doble golpe a Joe Biden

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El impacto de la medida de recortar la producción de petróleo podría volver a llevar los precios por encima de los US$ 100. No es de sorprender que Arabia Saudita esté ayudando abiertamente a Rusia en su guerra de Ucrania.

Como con este último anuncio de la OPEP+ de recortar la producción de petróleo en 2 millones de barriles diarios. La medida que tomaron es una doble embestida a la administración de Joe Biden, como explica Edward Luce en el Financial Times.

Uno de esos dos ataques aumentará el precio del petróleo a menos de un mes de las elecciones de medio término en Estados Unidos, un golpe inflacionario que va a debilitar las chances de los demócratas de retener el control del Congreso. El otro, contribuirá a llenar los cofres de Rusia para su brutal guerra contra Ucrania.

El momento del corte es especialmente dañino para Estados Unidos: dos meses y medio después de los choques entre Biden y el Principe Mohammed en Jeddah y cinco semanas antes de las elecciones de medio término en Estados Unidos. Días antes, enviados de la Casa Blanca viajaban a Arabia Saudita para implorar al gobierno que no recorte la producción.

Estados Unidos es hoy un país brutalmente dividido. Biden ha puesto la antinomia democracia versus autocracia como su principal principio de política exterior, algo que lo conduce a un terreno resbaladizo, como el de su humillante visita en julio al príncipe Mohammed para pedirle que aumente la producción de petróleo.

Durante su campaña presidencial Biden había prometido tratar a Arabia Saudita como un paria, un régimen que, entre otras cosas, lleva a cabo ejecuciones masivas. En su primer año de gobierno cumplió su promesa: dio a conocer un informe de inteligencia que acusaba a Mohammed bin Salman de complicidad en el asesinato de Jaman Khashoggi y negó a Arabia Saudita misiles para su guerra en Yemen.

Pero el verdadero motivo por el que Biden enarbola su antinomia “democracia versus autocracia” es resaltar la indiferencia de su gran opositor, Donald Trump, a esas sutilezas. Trump no esconde su admiración por hombres como Putin y Mohammed.

La decisión de la OPEP+ de recortar 2 millones de barriles diarios de petróleo puede parecer moderada. Pero tomarla en un momento en que el barril de crudo Brent ya ronda los US$ 90 – casi el doble de su precio histórico – significa amenazar a una economía global agobiada por la inflación y el nerviosismo de los consumidores por los precios y la escasez de la energía. Marca, además, una nueva y peligrosa brecha entre países productores y consumidores, especialmente entre Estados Unidos y Arabia Saudita.

Para Arabia Saudita, que desde hace mucho tiempo depende del apoyo militar norteamericano como parte de una alianza “energía a cambio de seguridad”, la decisión muestra una nueva confianza en que puede liberarse de la presión norteamericana y actuar por sus propios intereses comerciales y diplomáticos. Entre tanto, la reacción en Washington es de shock ante esta ruptura de la alianza.

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