Gonzalez expuso ante funcionarios de los gobiernos nacional y provinciales, gobernadores, representantes de partidos políticos, ministros de la Corte Suprema, organizaciones sindicales, dirigentes, empresarios y líderes religiosos.
En su disertación, el ex mandatario español destacó la convocatoria del G6 y trazó los lineamientos generales de los acuerdos que en 1977 le permitieron a España construir políticas de Estado basadas en consensos: “para que haya diálogo tiene que haber conocimiento del logos del otro. Aceptar y conocer el logro del otro no es estar de acuerdo previamente, pero para estar de acuerdo o en desacuerdo hay que conocerlo”.
“Porque pactar no significa dejar de competir, no significa ponerse de acuerdo en todo (…) Los dirigentes políticos, sociales, sindicales y económicos son líderes. Y los líderes deben proveer certidumbres, aún en una época de incertidumbres como ésta. Es mejor equivocarse y corregir juntos, unidos en el objetivo de construir un país, que equivocarse por separado y en contra del otro”.
Durante su exposición, González expresó que los desafíos que enfrenta el mundo -la post pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania, los déficits energéticos y la escasez de alimentos- deben ser superados a través de consensos nacionales y regionales amplios.
“Hay un momento de inexorable cambio geopolítico en el que Argentina tiene que redefinir su papel en el concierto internacional, hay una ruptura del modelo de globalización que generará nuevas formas y nuevas cadenas de suministros. Su definición sobre el futuro de los próximos cuatro años debe focalizarse sobre variables estratégicas como el litio, el gas natural de Vaca Muerta y el cobre. Esas variables, ¿la van a tener en cuenta para pelear o para construir un proyecto de país”, expresó el ex mandatario español.
Ante la pregunta sobre cómo promover la generación de consensos, González realizó un diagnóstico del contexto internacional y su influencia en todas las regiones: “uno de los déficits y de los fracasos de la democracia representativa es de ineficiencia en el funcionamiento del poder político. Las grandes formaciones políticas no deben quedar en la ensoñación de los bloques antagónicos sino en la centralidad en la que se basa una verdadera convivencia libre y democrática”.
Al finalizar el encuentro, los representantes del G6 coincidieron en que los esfuerzos de la dirigencia argentina deben enfocarse en la construcción de un espacio de debate que permita alcanzar acuerdos básicos, reconociendo y aceptando las diferencias. Además, se destacó que Argentina tiene por delante una agenda de carácter local -la volatilidad macroeconómica, la creación de empleo para avanzar en la inclusión social, la generación de divisas, el desarrollo federal de las cadenas de valor, la transformación de las oportunidades en activos del país (energía, alimentos y minería)- que hacen prioritario la materialización de un gran acuerdo nacional.
La organización del evento estuvo a cargo de las entidades que conforman el G6 Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Unión Industrial Argentina (UIA).